sábado, 15 de enero de 2011

Alerta frente a alteraciones en Áreas Protegidas

A nivel nacional existen 44 Áreas Naturales Protegidas, las cuales fueron creadas con la finalidad de conservar la biodiversidad y los bienes y servicios ambientales. Sin embargo, han venido enfrentando un serio problema relacionado con el cambio de uso de suelo o las actividades extractivas dentro de esas zonas.



Verónica Lemache, abogada del Ministerio de Ambiente (MAE) , explica que el artículo 407 de la Constitución de la República señala que “se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en Áreas Protegidas y en zonas declaradas como intangibles…”


En estos lugares no está permitido realizar minería, extracción petrolera, agricultura ni ganadería, “pero si fuera de interés nacional la Asamblea deberá aprobar estas actividades, caso contrario ninguna persona tiene ese derecho”, aclara Isabel Endara, directora nacional de Biodiversidad del MAE.


El problema
Recientemente, el MAE detectó que en la hacienda Intihuasi, ubicada dentro de la Reserva Ecológica ‘El Ángel’ (Carchi), se realizaba el cambio de uso de suelo y el cultivo de papas, por lo que al momento se está llevando un proceso administrativo en la Dirección de Ambiente del Carchi.


Endara comenta que este tipo de inconvenientes no son recientes, ya que el problema surge porque “la mayoría de Áreas Protegidas fueron creadas con personas que habitaban dentro de estas”, pero que en la actualidad ya no se permite la declaración de zonas protegidas donde vive gente.


Otros lugares donde se han presentado este tipo de inconvenientes son los Parques Nacionales Llanganates, Cotopaxi, Podocarpus, Antisana, Cayambe-Coca y la Reserva Ecológica Los Illinizas, por citar algunos ejemplos.


Las medidas

Para que no se realicen actividades prohibidas por la Constitución, el MAE desarrolla planes de manejo para conservar los ecosistemas que están en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).


“Por ejemplo, Cuyabeno es una reserva que casi el 100% está integrada por comunidades indígenas, a las que no podemos decirles que no extraigan nada del bosque porque ellos viven de esto, pero sí se realizan planes de manejo para evitar que hagan actividades prohibidas”, menciona Endara.


Adicionalmente, se establecen convenios de uso y manejo en los que las personas se comprometen a cuidar el área. “Por lo general, han comprendido que son áreas importantes y biodiversas, sin embargo en otros casos como en El Ángel o Cayambe-Coca hay problemas”, acota.


El Ministerio recomienda que se cree mayor conciencia sobre los beneficios que brindan estas zonas, puesto que “cuando se declara un Área Protegida no es una decisión tomada a la ligera sino porque es un lugar bastante biodiverso y, por lo tanto, una prioridad de conservación para el Ecuador”, concluye.
Fuente: ( La Hora)

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