sábado, 29 de enero de 2011

El cine ambiental gira su mirada hacia el hombre y toca menos la denuncia

Los documentales sobre naturaleza de los años 80, prácticamente la única ventana por la que entonces asomaba el medio ambiente, han dejado paso a un cine más enfocado hacia la relación del hombre y su entorno y menos insistente con la denuncia.

En una entrevista con EFEverde, el director José Luis Cuerda explica que sus películas "La educación de las hadas", "Total", Así en el cielo como en la tierra", "El bosque animado", "Amanece, que no es poco" y "La lengua de las mariposas", reflejan esta lectura positiva.
"Las seis -indica- están ambientadas en ámbitos donde la naturaleza juega un papel sustancial. Las tres primeras en bosques, que para mí son microcosmos donde se da toda la vida y sus vicisitudes. Las tres últimas en el medio rural, el hábitat humano más cercano a la naturaleza y con una mayor dependencia de la misma".

A su juicio, "el cine español es uno de los cines mundiales que más películas hace en el entorno campesino, lejos de las ciudades, y creo que eso es un acierto. Los personajes más singulares están hoy fuera de la homologación ciudadana donde todos somos el número de nuestro DNI y de nuestra cuenta del banco".

A punto de ser estrenada, el próximo 1 de abril, el director Tom Fernández ("La Torre de Suso") presenta su película, "¿Para qué sirve un oso?", una comedia protagonizada por Javier Cámara y Gonzalo de Castro cuyo contenido también intenta lanzar un mensaje ecológico positivo.

Además, España acoge el Festival de Cine de Medio Ambiente (FICMA) con más ediciones celebradas en el mundo, sólo después del de Washington, y ha impulsado iniciativas conjuntas con la Fundación Robert Redford y el Festival Sundance y con Tree Media, la productora de Leonardo DiCaprio.

El festival echó a andar en 1993 en Barcelona y, desde entonces, su fundador y director, Claudio Lauria, cree que el certamen ha logrado romper el mito entre medio ambiente y ecología, ampliando conceptos: "no se toca solo la parte conservacionista, sino también la educativa, cultural, económica y política".

"En general, los largometrajes españoles han plasmado con cuentagotas una visión global del medio ambiente. La que lo aborda de lleno es 'Cenizas del cielo', dirigida por José Antonio Quirós, la primera película no documental de buen corte ambientalista en el país", afirma Lauria en declaraciones a EFEverde.

Desde que en 1992, "Nanuk, el esquimal", de Robert Flaherty, expuso la difícil relación entre el hombre y su entorno, el cine se ha llenado de argumentos en defensa del medio ambiente, pero ya con anterioridad algunos directores hicieron aproximaciones: "Un lugar llamado milagro", dirigida por Robert Redford; "Gorilas en la niebla", de Michael Apted; "El oso", de Jean Jacques Anaud, o "Ponyo en el acantilado", del maestro Hayao Miyazaki .

En España, Cuerda destaca a EFEverde que "El espíritu de la colmena" de Víctor Erice, es "una muestra magistral de personajes que empiezan o que están a punto de terminar sus vidas en un medio desamparado y en unas circunstancias históricas lamentables. Naturaleza, medio rural, y cronología se hermanan para encajonar vidas en desfiladeros desoladores".

Y en el ámbito internacional el director de FICMA destaca "Baraka", de Ron Fricke, una cinta en que engloba una sinopsis "casi perfecta del concepto de medio ambiente, planetario".

A partir de esta película "ha habido muchas otras, como 'Tierra' (Home), que apelan a la necesidad de que el ser humano modifique su interrelación con los demás seres vivos", explica Lauria, que ya está inmerso en los preparativos de la próxima edición de FICMA, en el mes de junio.

Otros títulos relevantes del cine ambiental reciente son "The Cove", sobre la caza de delfines en Japón, que ganó el año pasado el Óscar al mejor documental; "El mar de Aral", de Isabel Coixet, y "Un día en la Tierra", de Ryan Scott.

Según Lauria, la diferencia hoy con el cine ambiental de años atrás estriba también en que, gracias a los desarrollos tecnológicos, cualquier persona puede registrar y contar las historias que ocurren en su entorno con muy pocos recursos.

De ahí que en su festival no sólo se prime la calidad de las producciones que se presentan en cada convocatoria -de entre 500 y 600 cintas- sino también su contenido.


Fuente:( adn.es )

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