domingo, 9 de enero de 2011

50 años de Tierra de hombres

Por Sergio Ferrari, swissinfo.ch

Durante todo el 2010, la “Fundación Tierra de hombres- ayuda a la infancia” (Tdh) celebró 50 años de existencia. Una maratón de actividades que se encadenan con los nuevos desafíos por venir.

Entrevista con Pierre Zwahlen, portavoz de la organización con sede en Lausana.






swissinfo.ch: 50 años de existencia, un año de festividades…¿Un 2010 intenso?
 
Pierre Zwahlen: Particularmente apasionante. La celebración de nuestro medio siglo comenzó a ser preparada dos años antes por un grupo encabezado por un miembro del Consejo de Fundación, Christian Fessard.

Fue muy importante la información dirigida a una cincuentena de grupos de benévolos, que son cerca de 2000 personas en toda Suiza.

La planificación minuciosa y la participación activa de los grupos rindió sus frutos. Logramos realizar más de 60 actividades en todo el país y en el exterior. Desde en los rincones más alejados de los valles grisones hasta en el famoso Paléo-Festival de Nyon.

swissinfo.ch: ¿Cuál fue el eje convocante de esta celebración?
 
PZ: 50 años de lucha a favor de la infancia, ¡continuemos! Tuvimos la voluntad clara de expresar nuestras prioridades y valores. Regresando a los valores de nuestros fundadores y pioneros, en particular Edmon Kaiser.

Hemos anticipado los retos cada día mayores que tenemos al trabajar en este sector. Basta echar una mirada al planeta para constatarlo: 11 millones de niños de menos de cinco años mueren cada año, en su mayoría en países pobres; 179 millones de niños sufren de raquitismo y de retraso en el crecimiento, resultado de una alimentación insuficiente. Dos ejemplos de la gravedad de la situación.

swissinfo.ch: ¿ Cómo fue la reacción del público suizo, de la sociedad civil helvética?
 
PZ: Muy receptiva. Si vemos que solo en la prensa de la Suiza de expresión alemana hubo más de una centena de artículos y notas sobre los 50 años, es un elemento revelador del impacto, especialmente para nosotros que somos una ONG principalmente francófona. Esa reacción nos demostró que luego de 50 años, Tdh está íntimamente anclada a una parte importante de la población, que nos sostiene y se apropia de nuestros valores. Fueron decenas de miles de personas que participaron en las manifestaciones.

Sin duda podemos afirmar que esta celebración de todo el año renovó la llama y el compromiso de nuestro trabajo a favor, especialmente, de la infancia.
 
swissinfo.ch: ¿Y en lo interno de vuestra organización?

PZ: Nos consolidó, renovó y reforzó el sentimiento de pertenencia al movimiento TdH, cuyo trabajo permite beneficiar, de una u otra manera, a cerca de 1 millón de niños y sus parientes en todo el mundo. Desde las víctimas del siniestro de Haití hasta los desplazados de Sudán, pasando por las comunidades afganas que sostenemos.
 
swissinfo.ch: Nos habló de actividades y festejos también en el exterior…

PZ: En efecto. Hay que recordar, por ejemplo, que la celebración de los 50 se inició con un Congreso Internacional realizado en Lima, Perú, en noviembre del 2009, en el que participaron unas mil personas de 60 países.

El tema central fue el de la justicia restaurativa, es decir, ese conjunto de prácticas diferentes que pueden evitar que los niños y adolescentes que hayan cometido delitos vayan a parar a la cárcel entremezclados con adultos criminales con condenas muy severas. Esta es una práctica casi cotidiana en muchos países del mundo. Es la peor de las opciones para castigar a jóvenes que han cometido faltas y significaría empujarlos a una criminalidad sin retorno.

La justicia restaurativa busca, justamente, reparar la falta, en consenso entre el joven, su víctima y la justicia. Es un eje de trabajo que promovemos en diversos lugares y que tiene cada vez más impacto.

Pierre Zwahlen, portavoz de Tdh.
Pierre Zwahlen, portavoz de Tdh. (Terre des Hommes)
 
swissinfo.ch: Ese elemento sobre el contenido nos conduce a la pregunta final. ¿Cuáles son las prioridades de Tdh-ayuda a la infancia para 2011?

PZ: Queremos reforzar nuestra identidad en tanto ONG internacional, especializada temáticamente en el trabajo con la infancia, priorizando dos ejes: la salud y la protección.

Tenemos un desafío esencial y que va en la dirección de mejorar nuestra calidad. Reforzar la participación de los beneficiarios –sean individuos o comunidades- para que se impliquen más en los proyectos, que se apropien realmente de los resultados y los sientan como propios. La idea es que las comunidades ganen cada día más en autonomía, en autodeterminación. En ese sentido va la propuesta que las comunidades expresen más activamente sus propias críticas –sean éstas negativas o positivas.



Sergio Ferrari, swissinfo.ch


 

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