domingo, 9 de enero de 2011

Crece la fobia social en Sudamérica

Una experiencia social traumática y ciertos factores genéticos, provocarían una timidez exagerada y un gran temor a ser objeto de críticas.
 
 
 
La tasa de prevalencia de la patología fobia social en Argentina estaría alcanzando el 20%, según confirma el Dr. Carlos Malvezzi Taboada, psicólogo clínico y director del Instituto Gubel Investigación y Docencia en Hipnosis.
 
“Las consultas aumentaron hasta un 100% en los últimos años”, señala el Doctor Malvezzi. Los síntomas suelen presentarse al inicio de la adolescencia y pueden continuar durante toda la vida, lo que trae consecuencias negativas en lo social, laboral y afectivo, según un análisis del instituto Gubel.

La gente suele pedir ayuda recién cuando pasa por una crisis y generalmente las consultas se realizan a partir de los 20 años.

Un estudio realizado por la empresa de innovación tecnológica IMA en Argentina, reveló que de 384 pacientes que se atendieron por fobia social (el 70% mujeres), 8 de cada 10 casos estaban vinculados a otros trastornos como depresión y alcoholismo.

Según el análisis del instituto Gubel, la fobia social es una timidez exagerada; las personas experimentan un temor exagerado de ser objeto de críticas negativas por parte de otros, de esta forma evitan todas las actividades sociales ya que sienten que si se exponen a las mismas sufren de tensión, rubor, palpitaciones, transpiración, temblor, etc.

La fobia social puede presentarse en forma gradual o por una experiencia social traumática. Éstas pueden ser fracasos en reuniones sociales, situaciones ridículas con risas de parte de sus compañeros, humillación pública u otras situaciones que provocan una intensa ansiedad en la persona.

La mayor parte de personas no recuerdan cuándo comenzaron sus temores sociales, ni pueden determinar la situación que los provocaron. Algunos estudios indican que es consecuencia de la interacción de factores biológicos, psicológicos y ambientales.

Los sentimientos de ansiedad y miedo se desarrollan en la evolución del ser humano para permitirle reaccionar ante los peligros de la vida, y parece que en el código genético del fóbico social en vez de tener impreso una tendencia normal a la ansiedad social, tienen “terror social”.

Los padres desempeñan un papel importante. Por ejemplo, los que son demasiado sobre protectores o que son tímidos, pueden trasmitir esto a los hijos, y si se añade un trauma de la infancia, en esta persona se desarrolla posiblemente una fobia social.

Investigaciones determinaron que dicha patología puede aparecer por un desequilibrio químico del cerebro, debido a una distribución deficiente de una sustancia llamada serotonina a través de las neuronas. Generalmente todos experimentamos miedo en determinado momento, pero el fóbico lo interpreta todo como miedo.

Finalmente, el análisis de Gubel señala que las estadísticas mundiales indican que la fobia social afecta a un 14% de la población. Las fobias se pueden tratar con psicoterapia, técnicas de relajación, hipnosis clínica cognitiva, hipnoterapia ericksoniana, terapia cognitiva conductual y también complementarse con medicación farmacológica. Los especialistas indican que los tratamientos son muy exitosos.

Fuente: (lagranepoca)

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