domingo, 16 de enero de 2011

Las inexplicables "lluvias de animales" tienen antecedentes desde hace más de 500 años

Desde el día de la víspera de año nuevo los medios de comunicación del mundo han decorado sus páginas e informativos con las noticias de extrañas lluvias de aves y muertes masivas de peces y otros animales en cuatro de los cinco continentes. Pero estos hechos inexplicables llevan sucediéndose desde hace más de 500 años, recogiéndose en grabados, recortes de periódicos, etc. La ciencia continúa sin encontrarle una explicación a estos fenómenos.



Hay muchas especulaciones sobre las razones detrás de cada incidente. Fuentes oficiales como ornitólogos, meteorólogos y un sinfín de "-ólogos" ha dejado su pequeña hipótesis para intentar explicar el fenómeno, y así mantener más tranquila a la población.

DIVERSAS TEORÍAS

Desde enfermedades, cambios bruscos de temperatura y disminución del nivel de oxígeno de los animales hasta tremendas granizadas, fuegos artificiales o pérdida de la orientación. Ése es el abanico de posibilidades "científicas" o "verosímiles" que encontramos para explicar las muertes en masa que se han sucedido en el último mes.

Pero lo que no se menciona en estas explicaciones es, por ejemplo, que las muertes en masa de los sucedieron en un breve periodo de tiempo: durante la noche. Y en la mayoría de las regiones donde se encontraron muertos, sólo una especie de peces estuvo involucrada. Si acudimos a las causas biológicas y medioambientales que llevaron a los peces a morir, entonces deberíamos preguntarnos por qué murieron todos en un día, o por qué otro tipo de animales acuáticos no murieron.

Sobre la muerte de aves, la mayoría de expertos cree que cayeron al suelo debido a los fuegos artificiales, líneas eléctricas, granizo de gran altura... Pero lo que tampoco es menciona es que las aves no cayeron al mismo tiempo o poco después de los fuegos artificiales, granizo de gran altura, o rayos, y tampoco tenían (según las autopsias) signos de violencia en sus cuerpos. No habrían sido así golpeadas por granizo o quemadas fuegos artificiales.

UN "LOCO" LLAMADO CHARLES FORT

El investigador estadounidense Charles Fort (Albany 1874 – Nueva York 1932), fue un investigador estadounidense que reunió cerca de 60.000 recortes de periódicos, revistas y otras fuentes sobre acontecimientos inusuales. Fort pasó años estudiando lo que se conoce como "lluvias extrañas". A lo largo de su carrera siguió de cerca acontecimientos como lluvias de cruces, monedas, serpientes, antiguos sellos chinos, sangre, ranas, insectos, algodón, aceites y otras sustancias líquidas; sucesos que no fueron solucionados por la ciencia de la época.

LOS ANTECEDENTES DE LAS "LLUVIAS"

1578: Bergen, Noruega – Lluvia de grandes ratones amarillos.

1873 / 1877: Kansas city / Tenesse respectivamente. La revista Scientific American informó que un manto de ranas cubrió Kansas City después de una tormenta y una lluvia de serpientes tuvo lugar en Memphis, Tennessee.

Febrero de 1877: Penchloch, Alemania. Una sustancia amarilla escamosa, espesa y con cierta fragancia cae en forma de flechas, granos de café, y discos redondos.

1972: Gilbert Whitley, zoólogo australiano, realizó un estudio en el que registró 50 lluvias de peces en 1972.

Según un tal John Collinges, una lluvia de sapos azotó la aldea inglesa de Acle, en Norfolk, y el 11 de julio de 1836, un profesor de Cahors envió una carta a la Academia de Ciencias Francesa que decía:
"...esta nube tronó sobre el camino (...). Dos caballeros (...) que estuvieron expuestos a la tormenta, se vieron obligados a usar sus abrigos; pero la tormenta los sorprendió y los asustó, ya que se vieron víctimas de una lluvia de ¡sapos! Aceleraron su marcha y se apresuraron; al encontrar la diligencia nos contaron lo que les acababa de suceder. Vi entonces que al sacudir sus abrigos delante de nosotros, cayeron pequeños sapos (...)."
Fragmento de la carta de M. Pontus, profesor de Cahors, dirigida a M. Arago.

Mayo de 1981: Naphlion, Grecia sufrió una lluvia de ranas de una especie que sólo se encuentra en el norte de África.

Julio de 1901: Minneapolis. Los que presenciaron la lluvia de ranas que tuvo lugar descubrieron que cuatro calles quedaron cubiertas por casi siete centímetros estos animales, por lo que era imposible caminar.

El 23 de octubre de 1947: entre las siete y las ocho de la mañana, cayeron pescados en Marksville, Luisiana, golpeando a varias personas y un promediando uno por metro cuadrado en algunos lugares.

El 28 de junio de 1957, pequeños peces, ranas y cangrejos de río cayeron por miles durante una tormenta en la Terminal de Magnolia, cerca de Thomasville, Alabama. Muchos de los peces estaban vivos.

El 6 de febrero de 2004: más de 10.000 bramblings, un pequeño pájaro, cayeron del cielo en Jiangsu, China.

El 18 de agosto de 2004, Gales sufrió una lluvia de peces.

El 26 de julio de 2005, ranas no autóctonas de la zona cayeron en el pueblo de Odzaci, Serbia.

En 2007 llovieron de ranas pequeñas sobre Alicante, España, y arañas cayeron en Salta, Argentina. El hecho está documentado en vídeo en páginas como Youtube y en fotografías de ese año.

El 31 de julio de 2008 llovió sangre en la ciudad de Chocó, Colombia. El hecho fue confirmado por análisis de laboratorio.

En junio de 2009, renacuajos llovieron en la prefectura de Ishikawa, Japón.

Los días 25 y 26 de febrero del pasado 2010, un tipo de pez llamado perca lentejuelas aterrizó como lluvia sobre Lajamanu, Australia a casi 300 kilómetros de la costa. Los peces estaban vivos cuando cayeron.

Fuente: ( Más Salamanca.es )

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