De todas las plantas que han demostrado ser útiles para la humanidad, muy pocas se distinguen por su asombrosa versatilidad. El cocotero es uno, el bambú otro. En las regiones más áridas de la India, esta distinción corresponde a un duro árbol perenne de rápido crecimiento, de hasta 20 metros de altura, cuyo nombre científico es Azadirachta indica y que se conoce comúnmente como nim (neem).
Las muchas virtudes del nim son atribuibles a sus componentes químicos. Desde sus raíces hasta su copa extendida, el árbol contiene una cantidad de poderosos componentes. Es particularmente notable uno que se ha encontrado en sus semillas, llamado azadirachtin. Es útil en muchos campos.
Medicina
El nim es mencionado en muchos textos antiguos, y autoridades de la medicina tradicional india lo colocan en el pináculo de su farmacopea. La corteza, las hojas, las flores, las semillas y la pulpa del fruto se utilizan para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades y molestias, desde la lepra y diabetes hasta úlceras, problemas de piel y resfrío.
Tocador
Millones de indios utilizan ramitas de nim como cepillo de dientes antiséptico. Su aceite es utilizado para la preparación de pasta de dientes y jabón.
Madera
Además de ser dura y crecer rápidamente, su resistencia química a las termitas hace del nim un útil material para la construcción.
Combustible
El aceite de nim es utilizado como aceite para faroles, mientras que la pulpa del fruto es útil para la manufactura de metano.
Agricultura
El Upavanavinod, antiguo tratado en sánscrito que trata de silvicultura y agricultura, menciona al nim como la cura para suelos, plantas y animales enfermos. Los residuos de las semillas de nim luego de extraer el aceite sirven para alimentar ganado y aves, mientras que las hojas aumentan la fertilidad del suelo. Lo que es más importante, el nim es un potente insecticida, eficaz contra 200 insectos, incluyendo langostas, algunas especies de ortópteros, nematodos, larvas de mosquito, doríforas, y gorgojos del algodón.
Estas propiedades, y otras, conocidas por los indios desde hace milenios, han determinado que este árbol en sánscrito sea denominado Sarva Roga Nivarini, "curador de toda dolencia" o, en la tradición musulmana, Shajar-e-Mubarac, "árbol bendito". El acceso a sus diversos productos siempre fue gratuito o barato: Hay aproximadamente 14 millones de árboles de nim en la India y las añejas técnicas de extracción de aceite de las semillas y de emulsiones plaguicidas no requieren equipamiento costoso. Se puede conseguir una gran cantidad de distintos componentes medicinales a partir del nim.
Durante los últimos años de la década del 70, hubo importantes trabajos de investigación acerca de las propiedades del nim en institutos desde el Agricultural Research Institute de la India, y el Malaria Research Centre, hasta el Tata Energy Research Institute y Khadi and Village Industries Commission (KVIC). Gran parte de esta labor de investigación fue fomentada por movimientos defensores del pensamiento de Gandhi, como el movimiento de boicot a comidas extranjeras, que alentó el desarrollo y elaboración de productos locales indios.
Una cantidad de productos comerciales a base de nim, como plaguicidas, medicamentos y cosméticos, aparecieron en el mercado durante los últimos años, algunos de ellos producidos en el sector de pequeña escala con el respaldo del KVIC, otros en laboratorios de tamaño medio. Sin embargo, no hubo intentos de adquirir la propiedad intelectual de las fórmulas, puesto que conforme a la legislación india, los productos agrícolas y medicinales no son patentables.
Solicitud de patentes
Durante siglos el mundo occidental ignoró al árbol de nim y sus propiedades: las prácticas de campesinos y médicos indios no eran consideradas dignas de atención por la mayoría de los colonialistas británicos, franceses y portugueses. Sin embargo, durante los últimos años, la creciente oposición a los productos químicos en Occidente, y en particular a plaguicidas, llevó a un repentino entusiasmo por las propiedades farmacéuticas del nim.
En 1971, el importador de madera norteamericano Robert Larson observó la utilidad del árbol en la India y comenzó a importar semillas de nim a la oficina central de la compañía en Wisconsin. Durante la década siguiente llevó a cabo pruebas de rendimiento y riesgos del extracto plaguicida de nim llamado Margosan-O y en 1985 recibió la autorización del Organismo para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA). Tres años más tarde vendió la patente del producto a una compañía química multinacional, W R Grace and Co.
3 comments:
Definitivamente uno aprende todos los dias algo nuevo. Interesante
Puto
Cómo ves eh pinche puñal
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