lunes, 3 de enero de 2011

El rapto de la merluza

Primer título de la serie 'Neocolonización del régimen chino en Argentina'
 
 
En los últimos años, salió a la luz que la merluza –columna vertebral de la actividad pesquera argentina- se encuentra en peligro de extinción. Se ha hablado de excesos de explotación de los buques argentinos y de vedas de pesca; pero todo ello sin dar en el clavo, según el experto en pesca César Augusto Lerena. Pues, mientras tanto, en lo que sería la causa principal, miles de buques asiáticos –en su mayoría chinos- siguen depredando sin restricción al principal alimento de la merluza y segundo en orden de producción nacional: el calamar.

Para tener una idea de magnitudes, del total de 95.000 buques pesqueros que hay registrados en el mundo, 210 son argentinos y 40.000 son chinos, con la mayoría de ellos ubicados en el área austral.

César Augusto Lerena, ex Secretario de Estado de Argentina y experto en la industria pesquera, explicó a La Gran Época que entre dos mil y cuatro mil de estos buques chinos pescan calamares –algunos bajo licencia inglesa- en la “milla 201” al norte de las Islas Malvinas y también dentro de territorio argentino, ya que casi no hay controles.  Estos calamares, según la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se consideran recursos pesqueros argentinos, ya que son capturados en la zona adyacente durante su migración desde territorio argentino, antes de su retorno al mismo.

Considerando sólo las cifras declaradas voluntariamente a la FAO, 255mil toneladas de las capturas de calamar argentino desembarcan en los puertos argentinos, mientras que 945 mil toneladas son capturadas por asiáticos –principalmente chinos-. En los informes oficiales, según Lerena,  sale a la luz que sólo el 13% se captura en aguas internacionales.

Al depredar el calamar, se depreda también la merluza, ya que el primero interviene en su alimentación.

Un acuerdo para “facilitar el robo”

El Congreso argentino aún tiene pendiente aprobar o rechazar el acuerdo pesquero con la R.P. China firmado el 18 de enero de este año por el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián A. Domínguez. 

El acuerdo se centra en que Argentina dé apoyo logístico portuario a los buques chinos que, según Lerena, capturan clandestinamente los recursos argentinos. El argumento es generar trabajo a través de las actividades surgidas del aprovisionamiento  y restauración de esos buques.

Sin embargo, esa generación de trabajo no puede compararse con los 100.000 puestos que, según Lerena,  se generarían con la explotación de los recursos argentinos tomados por los buques chinos.

Para Lerena, esto significa “convalidar” el “robo” de los buques del régimen chino.

“Usan el mismo mercado; son nuestros competidores con nuestras materias primas. Lo único que falta es que nosotros les facilitemos y le abaratemos costos”, dice Lerena. Y explica que “no es lo mismo hacer un trasbordo en altamar, que venir con los buques aquí y hacer el trasbordo con los buques mercantes. Es decir, el buque pesquero rápidamente está pescando de vuelta, y el barco ya está llevando los pescados al mercado. ¿El beneficio de esto? Unos pocos empleos en los puertos”.

Para Lerena, no existen “beneficios mutuos” en el acuerdo, ya que “no hay registro en toda la historia de pescas argentinas en territorio marítimo chino”; y para la pesca en territorio nacional, “Argentina tiene el recurso, toda la tecnología y los mercados, no necesita de [la R.P.] China”

Una puerta para el contrabando

Un chino radicado en Argentina que conoce los negocios e intereses chinos en el país –que no quiso que se publique su nombre- dijo que el uso de los puertos por parte de una gran cantidad de buques chinos puede ser una gran puerta para el contrabando de otros recursos argentinos como maderas, agua, etc. Para él, este es seguramente el principal interés de habilitar el uso de los puertos.

La pseudoempresas chinas: otra forma de explotación

Lerena explica que una forma de capturar en territorio nacional es a través de “pesudoempresas chinas” que se instalan en el país, compran los barcos y los permisos de pesca que necesitan y arman una estructura como si fuera argentina, extraen el recurso argentino, y lo mandan a China con el más bajo valor agregado.

“Es como si fuese parte del territorio chino” dice el Ex Secretario de Estado.

Así, la R.P. China importa el 6,2 por ciento de las exportaciones argentinas con un valor agregado de US$ 792/tonelada. Mientras que los principales importadores del pescado argentino compran por US$ 2.726 (Brasil), US$ 3.308 (España) y US$ 4.333 (Italia).

Lerena llama a esas empresas “pseudoempresas”, porque dice que no son de capitales privados, sino que son empresas “paraestatales”, con capitales del Estado chino. Y agrega que pueden tener testaferros argentinos.   

Pescan “en territorio argentino, porque tienen buques argentinos, con bandera argentina”, dice Lerena.

En este sentido, la escasez de merluza también puede tener que ver con la captura directa clandestina.

Fuente: http://www.lagranepoca.com/stories/20101228/15960-el-rapto-de-la-merluza

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