sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Hay futuro en trabajar en el Facebook?

Las empresas han abierto su cartera laboral para los expertos en el manejo de las redes sociales; pero su explosión parece menguar porque ¿a quién consideramos un experto en un área tan nueva?




Con miles de millones de dólares en compañías mediáticas nuevas, e incluso con grandes corporativos refinando su enfoque hacia el Tweet, el creciente sector de los medios sociales parece ser una mina de oro para los buscadores de empleo jóvenes y conocedores de la tecnología.
La demanda de empleos de medios sociales creció, incluso mientras el desempleo general sigue en alrededor de 10%. Un estudio reciente publicado por SocialMediaInfluence.com mostró que el 59% de las compañías de Fortune 100 tienen, al menos, un empleado que trabaja de tiempo completo en medios sociales, y las ofertas laborales relacionadas directamente al área aumentaron 600% en los últimos cinco años.

El informe de Social Media Influence, creado en conjunto con Indeed.com para analizar listas de trabajo en línea, encontró más de 21,000 publicaciones laborales relacionadas con medios sociales, en comparación con las pocas miles que había en 2005.   

Ésta podría ser una buena noticia para la enorme cantidad de graduados universitarios jóvenes y desempleados de Estados Unidos, pero en un campo prometedor rodeado de tecnología, algunos analistas de la industria creen que quizás es demasiado bueno como para ser duradero.

Las contrataciones en medios sociales van a la alza, y el conjunto de talentos calificados no ha logrado mantener el ritmo. Según Curtis Hougland, fundador de la compañía de mercadotecnia y medios sociales Attention, la falta de equilibrio entre oferta y demanda es la muestra más clara de una inflación en las contrataciones. 

La demanda de habilidades de medios sociales en el mundo corporativo supera la cantidad de candidatos con capacitación en comunicaciones y con las habilidades analíticas para rastrear la efectividad de una campaña mediática. El vacío, según Hughland, fue llenado por una fuerza de trabajo creciente de expertos mediáticos autoproclamados, calificados y no tan calificados.

Para explicar la situación, Hougland aprovecha una analogía que se ha vuelto muy común para describir los medios sociales: la burbuja del punto-com.

"Lo que ocurrió en los noventa es que el mercado se impacientó", dice Hougland. "Ese es el único peligro con los medios sociales. Quizás ya estamos ahí".

Las contrataciones para puestos de medios sociales comenzaron a tomar fuerza en 2005, aunque aún conforman un pequeño porcentaje de todas las colocaciones laborales en la bolsa de trabajo de los universitarios, según Trudy Steinfeld, directora de la oficina de servicios laborales de la Universidad de Nueva York. Steinfeld calcula que apenas unos cuantos estudiantes, entre el 1% y el 2%, toman puestos específicamente en medios sociales, pero esas cifras han ido en aumento.

Frecuentemente las compañías en busca de autenticidad en redes sociales buscan gente incluso más joven, contratando a estudiantes en forma de becarios para que den forma al camino de sus medios sociales. "Emplean a internos para probar sus medios cada vez más", dice Steinfeld.

Esa puede ser una estrategia peligrosa, dice Bernhard Warner, director de Custon Communication, la consultoría londinense que publica Social Media Influence.

Las historias de contratiempos mediáticos son abundantes, generados, sobre todo, por comunicación no filtrada o no aprobada. Un caso famoso es el de la compañía británica vendedora de muebles Habitat, que publicaba anuncios en Twitter cada vez que aparecía alguna noticia de protestas iraníes. Así es como se promocionaba, apareciendo en todas las notas de acciones políticas. Después de que esta estrategia fuera criticada, los ejecutivos de la compañía culparon a un "becario demasiado entusiasta" y se disculparon.
"No pueden dejar esto en manos de bebés, porque eso es lo que va a ocurrir", dice Warner.

Eso no ha evitado que una serie de graduados sume Facebook y Foursquare a su lista de ‘habilidades' en sus currículos. Y tampoco ha evitado que las universidades lancen clases de medios sociales, o incluso instituyan toda una maestría en torno a las redes sociales.

Todo es parte de un esfuerzo por entrar a una ola de contrataciones que muestre que no hay señales inmediatas de frenos, dice Jim Durbin, cazador de talentos en medios sociales y empresario.

"El próximo año realmente comenzaremos a crecer", dice Durbin.

Existen varios niveles de experiencia en la profesión de los medios sociales. Existe el gestor de la comunidad, entiéndase quien tiene los pies en la tierra, quien supervisa las comunidades en línea de la compañía; también existe el analista o estratega, quien crea y monitorea las campaña de medios sociales; el desarrollador de productos, quien se encarga de mantener actualizado el software de la compañía; y el ejecutivo, un puesto poco común que suele ser ocupado por un profesional de relaciones públicas. 

Normalmente las firmas contratan una mezcla de estos puestos. El campo también incluye elementos de tecnología de la información, relaciones públicas, mercadeo y ventas, según el informe de Social Media Influence.

A medida que la profesión se ha desarrollado, las compañías se han alejado de la contratación de ‘gurús' o ‘ninjas' de los medios sociales, términos que se convirtieron en cliché casi desde que fueron acuñados. Pero los negocios suelen luchar por encontrar a los candidatos adecuados para los puestos, y esperan que sus nuevos elementos muevan montañas con pocos recursos.

"Estas empresas suelen inflar las expectativas al momento de contratar", dice Durbin.

Puede ser difícil separar los elementos sobresalientes cuando las habilidades para un gestor de medios sociales son tan poco claras. Presenta un reto importante para los empleadores, sobre todo para los que no están familiarizados con los medios sociales. En un campo que tiene menos de cinco años de edad, ¿quién se puede considerar realmente un experto?

"Es una de nuestras mayores frustraciones", dice Hougland. "No siempre puedes discernir entre quién es un experto en medios sociales y quién no lo es".

A medida que el campo madura, Durbin y otros predicen una ampliación en la reestructuración. Preparándose para esto, Durbin está abriendo una compañía de colocación y consultoría de medios sociales diseñada para profesionales a la mitad de sus carreras, donde él ve el mayor potencial de crecimiento. Durbin predice que es sólo cuestión de tiempo para que los expertos de medios sociales con preparación dudosa, ya sean jóvenes o adultos, salgan a la luz, sobre todo aquellos que tienen poca o nula experiencia.

"La buena noticia es que creo que esa es la burbuja", dice Durbin.

Pero incluso para los genios de medios sociales mejor calificados, las carreras de sólo medios sociales podrían no existir dentro de 10 años. A medida que se vuelve más omnipresente, los medios sociales están evolucionando a un conjunto de habilidades, no a una profesión.

"Los departamentos de medios sociales básicamente van a desaparecer", dice Durbin, pues la práctica se está fusionando con otras divisiones. "No tienes un gestor de correos electrónicos, ¿o sí?".

Pero eso no anticipa una vida de pobreza para los gestores de medios sociales bien educados y con excelentes habilidades tecnológicas. La Community Managers Meetup, un grupo de profesionales en medios sociales creado por el estratega de medios sociales de Mashable.com, Vadim Lavrusik, cuenta con más de 300 personas con membresías. Y Lavrusik dice que ninguno tiene miedo.

Lavrusik dice que la mayoría llega de forma casual, ya sea porque los empleos que pensaban conseguir después de la universidad no estaban disponibles, o simplemente porque descubrieron que tenían buena mano para entrar a ese campo.

"Encontraron un campo completamente nuevo en el que son buenos y que les interesa", dice Lavrusik.

Después de todo, el propósito principal de los medios sociales es permitir la conectividad y "conectarte con otras personas", dice Lavrusik. Y esa necesidad no va a desaparecer.

Ese es otro lado de la analogía del boom y la explosión del punto-com. Incluso después de la explosión de la burbuja, las firmas de Internet tuvieron un efecto profundo tanto en los negocios como en la vida diaria del mundo. Había un excedente de programadores, que tenían los grandes empleos del momento. Pero pocas veces escuchamos que los programadores se mueran de hambre.

"A largo plazo, les fue bien. Lo que percibo de los programadores es lo mismo que percibo de las personas de los medios sociales", dice Hougland. "La necesidad de gente que entienda medios sociales sólo puede crecer".

Fuente: cnnexpansion

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