sábado, 25 de diciembre de 2010

ONU advierte sobre el derretimiento de glaciares de baja altura en Sudamérica



Vaciamientos repentinos provocan grandes inundaciones y miles de víctimas al año, glaciares como el Ameghino en Argentina pierde cuatro kilómetros en menos de 80 años.

Los glaciales que se encuentran a baja altura y que son indispensables en tierras secas están muy afectados en Alaska y Sudamérica y no tanto en Europa, de acuerdo a la publicación de diciembre de un informe desarrollado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Unep.

La Patagonia y Alaska son las más afectadas del planeta, les siguen los glaciales que se encuentran en la costa oeste de Norteamérica y los de las altas montañas de Asia, Ártico y los Andes.

El informe de la Unep indica que el deshielo de un glaciar puede tomar siglos, pero que los de baja altura se están derritiendo mucho más rápido. De acuerdo a la opinión de los científicos esta tendencia del deshielo está relacionada al cambio climático.

"Este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en diversas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en lo que se refiere a suministros de agua y vulnerabilidad", así declaró el Subsecretario General de la ONU y Director Ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner.

En regiones áridas y con poca precipitación de agua como Asia Central, Argentina, Chile y Perú, el retroceso de los glaciales tendrá mayor impacto que en otros lugares del planeta.

Los glaciares se transforman en lagos y provocan vaciamientos repentinos de toneladas de agua, llamados fenómenos GLOF. En los últimos 40 años estos fenómenos se han incrementado causando desbordes y muchas inundaciones sobre todo en China, Nepal, Bhutan y también en la Patagonia y los Andes.

La ONU propone desviar las aguas de los lagos para evitar futuras nuevas inundaciones con riesgo a las personas, ganado y viviendas.

"Cuando los glaciares desaparecen, la gente, el ganado, las aves y los animales se ven obligados a moverse", informa Christian Nellemann del centro de investigación del Pnuma-GRID-Arendal en Noruega. "Pero irónicamente, una gran cantidad de personas mueren también en los desiertos por ahogamiento, cuando las lluvias cada vez más impredecibles causan inundaciones".

Asia:
Se estima que más de 5 mil personas mueren al año víctimas de inundaciones repentinas en las que además resultan afectadas cientos de miles en las regiones montañosas.

Bhutan: El lago glaciar Luggye Tsho en la región Lunana reventó el 7 de octubre de 1994 y unos 18 millones de métros cúbicos de sus aguas viajaron unos 204 kiñometros matando a 20 personas.

China: La región de Yarkant de Karakoram está duplicando la frecuencia de los GLOF. De un aumento de 0,4 veces al año entre 1959 y 1986 subió a 0,8 veces al año entre 1997 y 2006.

Lago Cachet, Chile:

El caso del lago Cachet en Chile, del glaciar Colonia en el Campo de Hielo Norte de la Patagonia de Chile liberó cerca de 200 millones de toneladas de agua en el río colonia en abril, octubre y noviembre del 2008, y en marzo y septiembre del 2009. El informe destaca que aunque se ha rellenado fácilmente, es preocupante.

Huaraz, Perú:

Una inundación catastrófica sufrió Huaraz, Perú, cuando en 1941 un fenómeno GLOF de deshielo mató a 5 mil personas de la zona.

En el caso de Perú la elaboró un sistema de adaptación desviando a otras zonas los causes de los lagos para no producir inundaciones trágicas.

Glaciar Ameghino, Argentina:

Según Greepeace, el Glaciar Amehino, localizado al sur de Argentina en Santa Cruz retrocedió 4 kilómetros. Esto ha sido posible apreciar gracias a una foto de hace 80 años de la zona donde antes había hielo y ahora solo hay una laguna.

El caso del glaciar Ameghino “ es coincidente con casi la totalidad de los hielos a lo largo de toda la Cordillera de los Andes", así lo informó el Director de Campañas de Greenpeace Argentina, Juan Carlos Villalonga

“El efecto obvio del calentamiento global es la retracción de las masas de hielo en todo el planeta, y obviamente, nuestro país y los glaciares de Sudamérica no están ajenos a ello. Uno recorre periódicamente la Cordillera de los Andes, y ve claramente que el proceso de retracción sigue y en muchos casos se ha acelerado”, alertó Villalonga

Entre las propuestas de Greepeace está la de "poner en ejecución la reciente Ley de los Glaciares que obliga a monitorear y evaluar la situación de este vital recurso", considerando que los glaciares son la materia prima para los ríos que nacen de las cumbres.

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