domingo, 9 de enero de 2011

Inventor de la tecnología emocional comparte sus sueños de ovejas eléctricas

En los límites de la frontera tecnológica, los bordes entre el hombre y las máquinas se borran.
 
 
 
Pocos recuerdan la película de 1982 “Firefox” acerca de un avión de guerra ruso controlado por la mente del piloto. La película, protagonizada por Clint Eastwood, se basaba en la premisa que el utilizar la mente como comando, sería un arma tan peligrosa que podría “cambiar la estructura de nuestro mundo”.
 
O, como  lo ha descubierto el desarrollador de software Robert Oschler, uno podría usarla para ver ‘YouTube’.

Oschler es un pionero en una nueva y emergente frontera, un lugar  en donde los límites entre el hombre y las máquinas son menos definidos, y donde los límites tecnológicos se borran.   Usando lo que se conoce como un electroencefalograma (EEG), él ha reemplazado el teclado y el mouse con sus propios pensamientos y nociones.

Su herramienta  elegida  es unos audífonos de EEG, el Emotiv EPOC. El aparato consiste en 14 electrodos que se envuelven alrededor de la cabeza, un giroscopio incorporado, y la habilidad de detectar emociones.

Su interés en la tecnología no está basado en la ganancia monetaria. “Es fascinante. Eso es realmente de lo que se trata”, dice Oschler, y agrega que “no se puede comparar” a escribir una aplicación Web – tanto en términos de capacidades y a la popularidad entre los ‘geeks’. 

 “Abre un nuevo campo de softwares que nunca antes ha sido posible, y una forma completamente nueva de trabajar con computadoras que nunca antes había sido posible”, afirma Oschler.

Como en el libro “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, que fue adaptada a la película “Blade Runner”, Oschler ha fusionado las emociones con un sistema computacional.
El primer programa con tecnología EEG de Oschler fue un programa que controlaba un robot WowWee Rovio, que era alimentado con emociones de tristeza. Cuando se movió hacia delante, quedó enganchado. “Era realmente surrealista”, afirmó.

Poco después lanzó su segundo proyecto, EmoRate. El programa sincroniza las respuestas de  YouTube con televisiones domesticas. Mientras se miran videos, EmoRate deja marcadas partes de éste basándose en las respuestas emocionales del usuario.

El usuario puede desplegar un menú y ver dónde se sintió más alegre, triste, enojado, o con miedo durante el vídeo, “y simplemente al sonreír o pensar en algo que me hace enojar, me lleva a esa parte del vídeo y empieza a reproducirlo desde ese punto”, explicó.

Androide del futuro
La milicia estadounidense ya comenzó a estudiar la tecnología EEG. La Agencia de Estudios de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA por sus siglas en inglés), también conocida como la rama de los “científicos locos” del Departamento de Defensa, está trabajando en todo, desde ratas que olfatean bombas controladas de forma remota, hasta monos capaces de controlar un brazo robótico utilizando sólo sus pensamientos.

Actualmente ellos están jugando con el potencial de utilizar el sistema EEG con tropas en el campo de batalla. El potencial es vasto, un sólo pensamiento puede jalar un gatillo, y una curiosidad puede comenzar una búsqueda humana-computadora por información que sería exhibida instantáneamente en una pieza óptica llevada en el ojo del soldado.

La tecnología daría acceso inmediato a la información y eliminaría los mediadores entre el hombre y la máquina, transformando a la computadora en una extensión del individuo que podría ser controlada de la misma manera que sus brazos y piernas.

Es el futuro cibernético, donde los usuarios están conectados a sus extensiones mecánicas por el poder de sus pensamientos.

Tal tecnología  ha sido el fundamento  de muchas películas de ciencia ficción como “Avatar”, “Inception” y “Tron”. Oschler hace notar que en la versión extendida de la película “The Matrix” un investigador de IA (Inteligencia Artificial) explica que una vez que el sistema de computadoras supera los sentidos y responde a los movimientos corporales del usuario, un tipo de percepción toma lugar y la realidad virtual comienza a parecer más real que ésta.

Sin embargo, para Oschler, el futuro distópico no le preocupa mucho. Para él la tecnología es más humana, más cerca a la interacción normal que para lo que actualmente es utilizada.  “Ahora nuestras mentes son forzadas a trabajar en una forma bastante extraña con las computadoras’, dijo Oschler.

 “La realidad es que odiamos el procesamiento de datos, a pesar de que es nuestro talento principal, porque mira qué tan entusiastas somos para dárselos a las computadoras”, dijo Oschler. “Ahora tendríamos aquí la habilidad de voltear todo eso”.

Un ejemplo de esto en acción es un software llamado “EmoLens” que construyó Oschler. Éste permite a los usuarios buscar imágenes en Flickr utilizando sus emociones en vez de búsqueda por palabras. Está diseñado para resolver el síndrome de “en la punta de la lengua” filtrando a través de imágenes basándose en la reacción emocional del usuario.

 “Nuestras mentes comienzan con sentimientos y luego encontramos las palabras, porque obviamente de bebé tú no sabías palabras. Las palabras vinieron más tarde”, afirma. Entonces en nuestras mentes comenzamos con sentimientos y luego buscamos las palabras, pero con las computadoras, uno tiene que empezar con palabras. Lo que hago con este software es que empiezo con sentimientos”, concluyó Oschler.



Fuente:(lagranepoca)

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