martes, 28 de septiembre de 2010

Los 10 grandes mitos ecológicos


¿Agua embotellada o de la llave?

 Mito: el agua embotellada es más segura que el agua de la llave.
Realidad: en Estados Unidos, el agua de la llave es sujeta a estándares gubernamentales más estrictos.

En Estados Unidos se consumen 28.5 galones de agua embotellada per capita cada año, lo que deshecha miles de millones de botellas de plástico. Claro que es conveniente, pero ¿es más sana que el agua de la llave?

“No hay garantía de que el agua embotellada sea más sana que el agua que sale de la llave”, dijo Wendy Gordon, del Consejo de la Defensa de Recursos Naturales, organización sin fines de lucro. La razón es que el agua de la llave cumple con estándares más estrictos y pruebas más rigurosas que el agua embotellada. La EPA exige a los municipios grandes que pruebe el agua para ver su contenido bacterial en un laboratorio independiente docenas de veces al día.

La FDA exige que el agua que se usa para embotellamiento sea analizada sólo una vez a la semana por contenido bacterial. Es más, el agua embotellada (cerca del 70% del agua vendida en Estados Unidos) está exenta de regulaciones federales porque no rebasa límites estatales, lo que la deja en una “protección inconsistente”, dijo Peter Gleick, del Pacific Institute.

Comprar frutas y verduras locales

Mito: comprar comida local es mejor para el ambiente.
Realidad: depende de su forma de producción y distribución.

Aunque comer comida producida localmente ayuda a los pequeños productores, no necesariamente es la forma más ecológicamente eficiente.

Según un informe reciente de Oxfam International, llamado "Terreno justo: un mapa de los territorios alimenticios", un camión de tomates de España podría ser más ecológico que un tomate cultivado en un invernadero en Gran Bretaña porque el proceso necesita técnicas de cultivo que requieren de mucha energía y más fertilizantes que podrían degradar la tierra.
El informe dice que "el territorio alimenticio no siempre es un buen criterio".

Los focos fluorescentes

Mito: los focos fluorescentes son malos porque contienen mercurio.
Realidad: sí, pero no usarlos hará que haya más mercurio en nuestro ecosistema.

Los focos fluorescentes compactos de poca energía (CFL) contienen mercurio, que es por lo que algunos consumidores no han hecho el cambio de los focos incandescentes. "Pero si les importa el mercurio, y así debería ser, lo mejor que pueden hacer es bajar el consumo de electricidad, y los CFLs son la mejor forma de hacerlo", dijo John Rogers, analista energético en el Sindicato de Preocupaciones Científicas.

La principal fuente de emisión de mercurio en Estados Unidos es de las plantas de energía que funcionan con carbón.

Considerando que los CFLs consumen hasta 75% menos electricidad que los focos convencionales, usarlos disminuye la cantidad de mercurio en la atmósfera. Según Energy Star, un foco incandescente de 60 vatios suma 5.8 miligramos de mercurio al ambiente durante toda su vida, en comparación con 1.8 miligramos de un CFL.

Papel contra plástico

Mito: las bolsas de papel son mejores que las de plástico.
Reality: no es cierto, el plástico gana.

Si están en la caja apunto de pagar y se sienten culpables por no poder elegir entre papel o plástico, deben saber que, según Franklin Associates, una compañía de manejo de residuos, toma cuatro veces más energía producir una bolsa de papel que una de plástico. Piensen en todos los árboles que desaparecen en el proceso.

Pero las bolsas de plástico sí tienen su lado malo: no se degradan fácilmente y pueden implicar un peligro para los animales. Mejor hay que usar tela, y si insisten entre plástico o papel, al menos re-usen o reciclen la bolsa.

Sin importar el tipo de bolsa que elijan, tal vez el peor daño que se le hace al ambiente es conducir hacia el supermercado; según Bob Schildgen, de Sierra Clun, los estadounidenses queman diez veces más energía yendo a la tienda que lo que toma hacer una sola bolsa de plástico.

Combustible para aviones

Mito: muy pronto los jets volarán con biocombustibles, así que viajaremos sin culpa.
Realidad: hay que poner los pies en la tierra.

Es cierto que Richard Branson, presidente de Virgin Air, manejó uno de estos aviones comerciales en una mezcla 80-20 de combustible para avión y un biocombustible especial hecho a base de aceite de coco y aceite babasú de nuez.

¿Es la solución? Branson dice que él sólo quería mostrar que era posible, pero no esperen que el biocombustibles más común, el etanol de maíz, impulse un 777 pronto. El etanol genera un tercio de energía por galón en comparación con la energía que produce el combustible. No hay problema, sólo hay que poner un tanque más grande, ¿no? Pero eso pesa más, lo que significa que hay que diseñar un avión más grande, pero éste va a necesitar más combustible para viajar la misma distancia. Este círculo vicioso significa que el etanol no es práctico.

Los aviones han probado combustibles a base de jatrofa y aceites de palma, pero esos combustibles siguen siendo costosos y los anillos de hidrocarburos que interactúan con los sellos en los motores existentes para mantenerlos sellados no son lo ideal para los pasajeros.

Fuentes alternativas de energía

Mito: podemos satisfacer nuestras necesidades de energía y los objetivos contra el calentamiento global con energía eólica y solar.
Realidad: tal vez, pero no por mucho tiempo.

Aunque la industria solar y eólica ha crecido rápidamente desde los últimos diez años, estas dos fuentes de energía juntas representan menos del 2% de toda la electricidad que emplean los estadounidenses. ¿Por qué tan poco? La energía solar sigue siendo de dos a tres veces más costosa que el carbón, y aunque el viento compite en muchos lugares con la energía fósil, no es una fuente de energía digna de confianza: cuando deja de haber viento, deja de haber electricidad.

La tecnología de almacenamiento de baterías podría algún día resolver el problema, pero incluso eso tomará décadas para que las alternativas remplacen la capacidad masiva del mercado energético mundial de hoy, que es de 7 billones de dólares.

Calentamiento global

Mito: los críticos del cambio climático dicen que el clima se ha vuelto más frío en la última década... ¿entonces, por qué hay calentamiento global?
Realidad: según un nuevo estudio de la NASA, la última década fue la más cálida de la que se tiene registro desde 1880.

Compensación de emisiones de carbono

Mito: la compensación es la solución al cambio climático. 
Realidad: no hay tal cosa como: “te regalo esto”. 

Las compañías bien intencionadas suelen comprar capturadores de carbono para compensar todo el bióxido de carbono que generan cuando sus empleados viajan. El dinero va a granjeros que plantan árboles que absorben carbono suficiente para compensar las emisiones de aviones y autos. 

¿Qué tan ecológico es este intercambio? ¿Cómo podemos asegurar que se reduce el carbono? ¿Es cierto que están plantando árboles? De ser así, ¿estos árboles van existir dentro de cinco años? Hay quienes creen que es la solución: "las compañías quieren emitir lo que quieren emitir, y por eso les gusta el sistema", dijo Margaret Swink, gestora de comunicaciones en la Red de Acción de la Selva Tropical.

"La compensación de emisiones de carbono tiene tanto sentido como pensar que puedes comer dos veces lo que te cabe y puedes pagarle a alguien en Etiopía para que coma menos que tú".  El punto es aumentar el monitoreo de compensación de emisiones.

Conservation International, sin fines de lucro, y sus socios, hacen uso de imagenología satelital para dar seguimiento a la deforestación, y cuentan con inspectores en tierra. Michael Totten, asesor de CI en materia de clima y energía, dice "es una situación donde todos ganan, siempre y cuando se haga bien".

El gran golpe de los autos eléctricos

Mito: Nunca me compraría un auto eléctrico porque me quedaría sin energía y varado a la mitad de la calle.
Realidad: no seas paranóico. 

Es verdad, si estás dispuesto a manejar de Cincinnati a Sea World, pero Chrysler descubrió que el 80% de los conductores maneja menos de 80 kilómetros al día. En Europa, la distancia es incluso menor, aunque se debe considerar el tráfico.

¿Qué tan ecológicos son los híbridos?

Mito: los híbridos son mejores para el ambiente que los autos regulares.
Realidad: no todos los híbridos son iguales.

Algunos híbridos ahorran mucha energía, pero Don Anair, analista de vehículos en el Sindicato de Preocupaciones Científicas, dice que los autos como el Lexus LS 600h L, al que clasifica como un "híbrido fuerte", tiene una tasa de ahorro de combustible de 40 km/h, sólo 17% sobre el sedan de lujo LS 460 L convencional.

El vocero de Lexus dijo que "pueden llamarlo un híbrido fuerte, pero la combinación del kilometraje para un auto grande tiene un desempeño similar al de un V12, y es algo espectacular".

Por otro lado, un verdadero híbrido, como el Toyota Prius, obtiene un rendimiento de gasolina de 79% más que el Matrix, su comparación convencional más cercana.

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