lunes, 1 de agosto de 2011

Crear una nueva forma de vida en la Tierra: un primer paso con bacterias

Un equipo internacional de científicos creó una bacteria sustituyendo una de las cuatro bases del ADN por un compuesto sintético y abrió la vía a una sustitución total que permitiría, según afirma, producir biocarburantes o medicamentos sin ningún riesgo de mutaciones nocivas.



Ese optimismo surge del hecho de que los compuestos sintéticos están ausentes de la naturaleza y por lo tanto no pueden interactuar con otros seres vivos.

"Es una idea que no surge porque sí. De hecho, la proximidad genética es mucho más peligrosa que la alteridad", explica el biólogo francés Philippe Marlière, de la sociedad Heurisko USA. "Lo que más protegerá al medio ambiente y la salud son organismos lo más diferentes posibles y que dependan lo más posible de ingredientes artificiales", inexistentes en la naturaleza, asegura.

El proyecto que este experto coordina con Rupert Mutzel (de la Universidad Libre de Berlín) tiene por objetivo modificar el alfabeto del ADN, que reposa sobre cuatro moléculas de base: la Adenina (A), la Timina (T), la Guanina (G) y la Citosina (C), cuyo encadenamiento constituye el programa genético.

Sometiendo a bacterias a un proceso de evolución acelerada en una solución pobre en timina, pero rica en chlorouracile, el equipo de expertos acaba de crear una bacteria viable cuyo ADN utiliza este compuesto sintético (ausente en la naturaleza), en lugar de la timina.

Estos resultados, que acaban de ser publicados en la revista científica alemana Angewandte Chemie no son más que una primera etapa, aún imperfecta, puesto que no se ha logrado un "0% de timina", según Marlière, que espera que de aquí a "cinco años" la sustitución de las cuatro bases del ADN sea posible.

¿No es ésto, de alguna manera, crear marcianos en la Tierra? "Ésa es exactamente la idea", declaró a la AFP Marlière, aunque sólo se trate de microorganismos. "Tenemos tendencia a pensar que algo es más peligroso cuanto más diferente, artificial o lejano sea. De hecho, la verdad es todo lo contrario", asegura.

"¿Por qué es peligroso el sida? Porque es un virus que viene de los monos, si viniese de los marcianos no tendría peligro", agrega este pionero de la investigación en biología sintética en una disciplina incipiente: la "xenobiología".

Este término existía ya para designar una posible vida extraterrestre, pero "nos lo hemos apropiado", reconoce el experto. Quedan "exobiología" o "astrobiología" para designar la vida que podría existir en otros planetas y la "xenobiología, es la vida extranjera, etimológicamente, y no hay ninguna razón para que no podamos hacer aparecer sobre la Tierra la vida extranjera", argumenta.

Diversas técnicas de xenobiología tienen como fin impedir cualquier interacción entre el medio natural y los microorganismos, transformados en fábricas vivientes gracias a técnicas de bioingeniería en desarrollo. Estas investigaciones son, según Marlière, el medio "más seguro y directo" de poner en marcha el "principio de precaución en las biotecnologías sin ralentizar el progreso industrial".

Bacterias con un ADN totalmente extranjero "no tendrían ninguna oportunidad" de subsistir y proliferar en el medio natural, si se escapan de fermentadores de biocarburantes o de otro recinto de confinamiento, dice el técnico.

Otro defensor de la xenobiología, Markus Schmidt, presentó una creación en laboratorio "una nueva forma de vida 'alien' o 'extraterrestre'" como "una herramienta última de seguridad biológica", en un artículo publicado el pasado año por la revista BioEssays.

Interrogado sobre si su proyecto será aceptado por la sociedad, Marlière reconoce que la gente "ve este tipo de experiencias como una especie de transgresión de la creación". "Es verdad que es una transgresión, pero no es verdad que sea forzosamente peligrosa", concluye.



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