viernes, 17 de junio de 2011

Aseguran que la extinción de las abejas es el signo del fin del mundo

Comprobadamente las abejas están muriendo en el mundo. Una epidemia extraña las está matando. Ellas son fundamentales para nuestro equilibrio ecológico, el que sin ellas colapsará en poco tiempo ¿Es el principio del fin? “Si la abeja desapareciera de la superficie de la Tierra, entonces el hombre sólo tendría cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni plantas, ni animales, tampoco humanos”. Esta frase, y que algunos se la atribuyen a Albert Einstein, advierte una verdad que pareciera estarse cumpliendo. Las abejas están muriendo y es signo de que no nos falta mucho. ¿Por qué?


Desde el 2006 los apicultores empezaron a notar que las abejas estaban muriendo. Los científicos le llaman Trastorno del Colapso de las Colonias y aunque no saben el porqué, estos insectos simplemente se mueren y en la mayoría de los casos lo hacen sin dejar rastro, sólo desaparecen. De hecho muchos apicultores en Estados Unidos han perdido más del 90% de sus colmenas.

Históricamente, cuando algo afecta a los enjambres hay muchos insectos muertos, pero en estas desapariciones no hay cuerpos. Además, quienes abandonan el panal son las abejas obreras, quienes se dan a la fuga dejando a la reina atrás, en un comportamiento de lo más atípico.

Este tipo de comportamiento fue estudiado por experto. Una de ellas, Diana Cox-Foxter, profesora de entomología en la Universidad del Estado de Pensilvania, y una de los miembros principales del grupo de trabajo llamado “Colony Collapse Disorder”, declaró que la “enfermedad” mostró una variedad de síntomas completamente nuevos, la cuál no encaja con ninguna otra en la historia: supuestamente las abejas salieron de la colmena y volaron lejos para morir en otra parte, en alrededor de una semana.

Hay muchas teorías para explicar el porqué de este comportamiento, pero lamentablemente ninguno es concluyente: Hay quienes responsabilizan al calentamiento global, otros más escépticos que creen que todo es consecuencia de pesticidas sistémicos, agrotóxicos y neurotóxicos, y hay quienes culpan a los celulares.

La teoría más aceptada es que estos insectos se verían afectados por la combinación de un virus y un hongo en el intestino que generarían un desorden conocido como “Colapso de colonias”.

Pero ¿Cuál es el impacto de estas muertes? No es sólo que comeremos menos miel en invierno. No. Las abejas son parte fundamental de una cadena biológica, un factor decisivo en la producción de ozono, oxigeno y del alimento de las especies animales.

La agricultura Europea depende en un 84% de la polinización de los pequeños insectos, y la agricultura mundial en un 70%. La extinción de las abejas conllevaría una catástrofe alimenticia a nivel global, con una carestía apreciable y una consiguiente subida de precios de los alimentos. Y eso que solo estamos tomando en cuenta la agricultura, si añadiéramos además la vida silvestre (los bosques, los campos, las selvas, etc.) tendríamos en una sola palabra, el Apocalipsis.

Megan Eckles, investigadora del Departamento de Biología de la Universidad de California en San Diego, estimó que, sin las abejas, el mundo, tal como lo conocemos, se acabaría en 40 años.

Y es que el equilibrio ecológico es claro: Las abejas son las responsables directas de la polinización, y sin ella, las plantas no podrán reproducirse, y sin plantas, la fauna que se alimenta de ellas morirá. En pocas palabras, la cadena trófica o cadena alimenticia se rompe, y aunque mucha gente piense lo contrario, nosotros somos parte de esa cadena.
Seguramente usted recién se entera de esto, sin embargo, los inversores han sido avisados de los posibles riesgos, y se les ha aconsejado que pongan su dinero en oro y maíz para beneficiarse ante la recesión que podría resultar de la ruptura de la cadena alimenticia causada por la alta mortandad de abejas.

Ahora, hay una conexión más escalofriante: Las uvas y olivas no se verán afectados por este despoblamiento, debido a que las uvas se polinizan a sí mismas, mientras que las olivas son polinizadas por el viento. Y aseguran que el libro del Apocalipsis ya lo asegura: una hambruna vendrá justo antes del fin del mundo, hambruna que hará perecer todo tipo de plantas, con excepción de las uvas y olivares ¿Será ésta la señal de que el fin del mundo esta vez no es fábula? ¿Qué cree usted?

Fuente: Publimetro

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