domingo, 5 de junio de 2011

El científico secuenció el genoma de varios animales

Analiza la vida y la enfermedad desde la óptica molecular

La carrera del bioquímico asturiano Carlos López Otín es imparable. A su extraordinaria aportación a la investigación con sus trabajos científicos se une, además, su gran calidad humana que se constata, especialmente, por su gesto de seguir contribuyendo al avance de la ciencia desde España y concretamente desde su cátedra en la Universidad de Oviedo, a pesar de haber recibido importantes ofertas para trabajar fuera del país.

Sus descubrimientos han sido trascendentales para descubrir el genoma de la rata, del chimpancé y del ornitorrinco. Todos sus hallazgos han sido recogidos por la revista Nature . Sus proyectos siguen la línea general de su laboratorio de tratar de entender la vida y la enfermedad humana desde un punto de vista molecular.

El estudio sobre la rata permite profundizar en la evolución de los mamíferos y reveló que el 90% de los genes de la rata tiene una correspondencia más o menos evidente con los humanos, una cifra mayor que el 80% descrito entre el genoma del ratón y el el humano. 

En el caso del chimpancé, el estudio desveló que el simio y el hombre se diferencian en sólo el 1% del ADN a escala molecular. El equipo de Carlos López Otín analizó mil genes relacionados con enfermedades humanas, especialmente el cáncer. Los expertos de varios países elogiaron el descubrimiento que permite conocer mejor la evolución de la especie humana. En el otro extremo del chimpancé, estaba el ornitorrinco, el más alejado del ser humano. En esa búsqueda del conocimiento de la procedencia y la forma de creación de algunos genes, la comparación de dos extremos evolutivos permite abrir nuevos horizontes.

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