martes, 7 de junio de 2011

Madagascar ha mostrado 615 nuevas especies en diez años

Madagascar es una de las últimas selvas tropicales de la Tierra. Y alberga el 5% de todas las especies de fauna y flora del mundo

Durante la última década los científicos han descubierto más de 615 nuevas especies en Madagascar. Madagascar es una de las últimas selvas tropicales de la Tierra. Y alberga el 5% de todas las especies de fauna y flora del mundo.

Los descubrimientos abarcan 40 mamíferos, 69 anfibios, 61 reptiles, 42 invertebrados y 385 plantas. Los expertos estiman que la isla ha perdido ya el 90% de su cubierta forestal original. 

Madagascar, que forma parte de los «Lugares Pioritarios» para WWF, se enfrenta a graves amenazas ambientales, entre la que sobresale la creciente deforestación. 2011 ha sido declarado como «Año Internacional de los Bosques» por la ONU.

La espectacular Palmera Tahina (Tahina spectabilis) ha sido uno de los hallazgos más emocionantes. Se trata de una palmera gigante, que florece sólo una vez en la vez en la vida. Tras dar su fruto, la palmera muere.

El lemur ratón de Berthe (Microcebus berthae), de color marrón rojizo y 30 gramos de peso, ha sido uno de los descubrimientos más emocionantes para los científicos.

Eco-turismo, una alternativa

El aye-aye, la tortuga araña, varias especies de tortugas marinas, zorros voladores, camaleones, cocodrilos, el curioso tenrec son algunas de las miles de especies que habitan bajo la densa cubierta forestal de Madagascar. Sin embargo, muchas de ellas se encuentran al borde de la extinción debido a la deforestación y la fragmentación de su hábitat en tierra y a la erosión y sedimentación de los arrecifes de coral en el mar.

Las sequías, además, obligan a las comunidades locales a abandonar los campos que les daban sustento hasta ahora y acercarse al mar, donde la mayoría practica métodos de pesca insostenible, apunta WWF.

Tras el cambio en el poder en 2009, y la inestabilidad que le siguió, los bosques de Madagascar fueron saqueados en busca de maderas nobles, especialmente palo de rosa. Decenas de miles de hectáreas se vieron afectadas, incluyendo algunos de los parques nacionales más representativos de la biodiversidad de la isla, como Marojejy, Masoala, Makira and Mananara, detalla la organización ecologista. Hoy en día tan sólo queda el 10% de los bosques que cubrían la isla.

Las actividades de tala ilegal produjeron, a su vez, un incremento en el comercio ilegal de animales salvajes para carne. Algunos restaurantes especializados del norte de la isla vendían lemur por unos 3 euros el plato.

«La situación política ha llevado a un aumento de la pobreza y la criminalidad en un lugar que, durante varias décadas, se había perfilado como una de las industrias turísticas más florecientes de África gracias a las iniciativas de eco-turismo», concluye la nota emitida por WWF.


Fuente: ( abc.es )

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