sábado, 11 de junio de 2011

Proyecto de especies nativas genera ya bonos de carbono

Sí se puede. Nadie creía que fuera posible. Desde hace décadas técnicos y expertos insisten en que la reforestación debe hacerse con... especies foráneas.

La minería ha deforestado extensas regiones del Bajo Cauca y el Nordeste. Se demuestra que es posible plantar allí especies nativas.


En Cáceres (Antioquia) y Arauca se desarrolla el primer proyecto forestal de Suramérica que ha generado bonos de carbono y el tercero en el mundo.

Eran tierras degradadas, en el caso antioqueño, en las que la minería había destruido la cobertura boscosa, explicó Luis Gonzalo Moscoso, director del proyecto. Nadie daba un peso por ellas y hoy en ellas crecen 122 especies nativas.

La certificación en los mercados voluntarios de carbono se hizo de la mano de South Pole Carbon Asset Management, lográndose generar las primeras 128.900 unidades de carbono voluntario, equivalentes a 128.900 toneladas de dióxido de carbono (CO2) que se han fijado en el bosque.

Para lograrlo se plantaron dos millones de árboles, 200.000 de ellos choibá, una especie de madera dura que crece en las selvas.

Christian Dannecker, director de proyectos forestales de South Pole, considera que el mercado voluntario es más ágil que el Mecanismo de Desarrollo Limpio, aunque el proceso de verificación es más estricto.

"El mercado está en pañales, aunque creo que será grande", dijo.

De él se podrían beneficiar áreas selváticas grandes que se demuestre que están amenazadas por la deforestación, como Chocó y la región de Bahía Solano, donde se adelantaba una tala selectiva por parte de una firma canadiense, la que fue parada.

Esto, expresó Dannecker, exige una organización fuerte. "Siempre habrá necesidad de madera", agregó. Generarla de manera sostenible mediante la reforestación es una opción que se demuestra que es viable.

Moscoso informó que la plantación es rentable. Del año 1 al 3 se mantiene con el Certificado de Incentivo Forestal, del 4 al 15 con los bonos de carbono se consigue el flujo de caja y del 15 en adelante viene el aprovechamiento, que se hace de manera selectiva.

Este proyecto está además en camino de ser certificado bajo los estándares de carbono, comunidad y biodiversidad, que certifica impactos sociales y ambientales positivo y múltiples.

Moscoso llamó la atención sobre la necesidad de darle un valor agregado a la madera, para competir en los mercados internacionales.

Hay que aprovechar además otros recursos que ofrece el bosque, como las semillas, algunas de las cuales tienen alto valor.

El secuestro de CO2 es uno de los objetos centrales en todo el mundo para mitigar los efectos serios del cambio climático


Fuente: ( el colombiano )

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