jueves, 19 de enero de 2012

El invento que Edison no quiso descubrir... ¡Y lo creó!

El "padre" de la bombilla, llevado por la codicia, obligó a productores de cine a mudarse a Los Ángeles; ahí fundaron Hollywood, la meca del cine.

El fonógrafo, el foco, el coche eléctrico... Son tan sólo tres de los más de mil inventos que patentó Thomas Alva Edison, un inventor estadounidense que logró transformar drásticamente la vida, para mejor, de cientos de hombres y mujeres, cambiando sus hábitos y costumbres.
"Una figura clave en la consolidación de la nueva investigación tecnológica", publica biografiasyvidas.com. No obstante, ese inventor al que hoy en día se venera, tiene su lado oscuro.
De acuerdo con el portal de internet videa.com.ar, Edison se aprovechó de inventos de otras personas que patentó como propios, para así monopolizar todos los sectores en los que estaba involucrado.
La "extorsión" de Edison hizo que se formara una nueva "tierra" donde un número de productores se juntaron para huir de él. Y fue ese lugar el que se convirtió, a la fecha, en una meca del cine. Sí, Hollywood.
Alva Edison hizo aportaciones importantes en la industria del cine desde el sentido en que ésta se volviera un negocio. Fue así como Edison se interesó por conseguir los permisos para utilizar el cinematógrafo, registrado por los hermanos Lumière, para explotar mucho más su negocio, luego de presentar el kinetoscopio (percusor del cinematógrafo, que hacía ver imágenes con la sensación de movimiento), que de hecho fue desarrollado por William Kennedy Dickson cuando trabajaba para él, dice el blog CineRoy.
De esa manera, el inventor se volvió en una especie de tirano a la hora de compartir, pues quería imponer una cuota a todas aquellas productoras que adquirieran la licencia de explotación del cine, mismas que se fueron creando en Nueva York y New Jersey.
Escapanado de eso, fueron varios los empresarios que decidieron ir en busca de un lugar donde no tuvieron que estar en completo estrés a causa de las amenazas de Alva Edison, quien los chantajeaba y cuando éstos se negaban a pagar la "tasa de explotación del negocio", se dice que mandaba a un matón a cobrar.
Fue Los Ángeles el lugar que más amantes del cine recibió, pues esta ciudad que estaba en crecimiento tenía todos los servicios necesarios para hacer cine, y para crear grandes estudios, sin que tuvieran que pagar la cuota que Edison exigía.
Carl Laemmle fue uno de los primeros en montar su estudio, de ahí que fuera pionero del cine; creó la productora "Yakee Film Company" que se convertiría en "Universal City", la que hoy conocemos como "Universal Studios".
Así, para finales del siglo XX, las primeras cintas comerciales estaban siendo filmadas, tanto en la compañía "Edison Studios", como en los estudios que se habían mudado a la costa oeste.
Allí, en ese lado del pacífico, los terrenos estaban a precios accesibles, así que la urbanización se empezó a expandir. La industria del cine ayudó a esa urbanización en el distrito norte de Los Ángeles. Eso provocó que en 1923, H. J. Whithley, un promotor inmobiliario, decidiese colocar grandes letras en una colina que estaba sobre los terrenos que vendía. Colocó: Hollywoodland.
Pero, las letras "land", con el tiempo cayeron y quedó el inconfundible letrero de Hollywood. Y así, ese lugar se convirtió en uno de los más importantes centros para la industria del cine. Lejos de las cuotas de Thomas Alva Edison.
 
 
Fuente: ( De10mx )

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