sábado, 7 de enero de 2012

Reserva en el mar

Las Islas Galápagos son un refugio de la biodiversidad. Destacan por sus parajes naturales y las numerosas especies que deslumbraron al propio Charles Darwin.

1535, año del descubrimiento de Galápagos. Ocurrió durante un viaje del español Tomás de Berlanga. (D. Vexelman)
1535, año del descubrimiento de Galápagos. Ocurrió durante un viaje del español Tomás de Berlanga. (D. Vexelman)
 
 
Galápagos es un conjunto de islas muy especial. Su localización geográfica (se encuentra a 972 kilómetros de las costas ecuatorianas) y la nula presencia del hombre por miles de años han hecho que la vida evolucione de manera distinta. Aquí hay especies de características particulares, tales como las tortugas Galápagos, el piquero de patas rojas y la iguana rosada. Uno de los términos científicos empleados para nombrar lo ocurrido en estas islas es “aislamiento genético”. La importancia de este lugar fue puesta en evidencia cuando el inglés Charles Darwin llegó aquí, en 1835. A partir de sus observaciones y estudios, pudo modelar las bases de sus teorías evolutivas.

Hoy, Galápagos es uno de los principales atractivos turísticos del mundo. Además de la incomparable diversidad biológica (plantas, aves, reptiles, mamíferos y otras especies), destaca por sus numerosos ecosistemas. Una de las islas principales es Santa Cruz, donde podría empezar el recorrido. Aquí encontrará una reserva de tortugas gigantes, a las que puede observar de manera natural. Otra isla imperdible es Floreana. En este lugar hallará iguanas marinas, pingüinos y otras especies. También, playas paradisiacas que le darán ganas de quedarse para siempre.

Por su parte, en la Isla Isabela conviven tiburones, iguanas, focas y otras especies. Si usted desea, puede realizar actividades como esnórquel o navegar en kayak. Otra alternativa para recorrer las islas consiste en viajar en yates o cruceros, una perspectiva que requiere un mayor desembolso, pero que bien vale la pena.


Fuente: ( Peru 21 )

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