domingo, 20 de marzo de 2011
Las ONG se oponen a las granjas de salmón en Galicia
Las organizaciones ecologistas WWF, Greenpeace y AEMS-Ríos con  Vida denuncian los graves impactos causados por las jaulas de salmón. La  instalación de la ría de Muros-Noia (A Coruña) sería un duro golpe para  las pesquerías artesanales y degradaría la elevada biodiversidad de uno  de los paraísos marinos  más importantes de la Península Ibérica.
Pescadores de bajura     gallegos se concentran  hoy viernes en la  plaza de San Caetano en     Santiago de Compostela para oponerse a la  instalación de un polígono de     jaulas de acuicultura de salmón en la  ría de Muros-Noia.
WWF, Greenpeace y     AEMS-Ríos con Vida se oponen al comienzo de  esta práctica acuícola en     España y  comparten la preocupación y  demandas de  los pescadores     y mariscadoras. Esta granja competiría  físicamente con importantes áreas de     pesca, afectándolas gravemente,  y muy especialmente a la Reserva Marina de     Interés Pesquera Os  Miñarzos en Lira-Carnota (A Coruña), impulsada por los     propios  pescadores y mariscadores.
Asimismo, alertan de     que la cría de salmón es una de las  prácticas acuícolas con mayor impacto     sobre el medio marino y, a  menudo, por contaminación genética, también de     los ríos. Por estas  razones, la mayoría de las organizaciones     conservacionistas   recomiendan no consumir salmón proveniente de     acuicultura. Esta  industria ya ha producido graves problemas en países como     Chile,  Noruega o Escocia, no sólo desde un punto de vista ambiental, sino      que también económico, causando graves conflictos sociales una vez      instaladas.
Según WWF, Greenpeace y AEMS, la acuicultura     del salmón ha  demostrado con frecuencia graves impactos en el medio marino     y el  sector pesquero. Problemas de eutrofización, por las elevadas      cantidades de residuos orgánicos procedentes de las granjas, escapes y  contaminación     genética de las poblaciones salvajes de salmón, uso y  entrada de     antibióticos en la red alimentaria, impactos sobre  predadores marinos,     contagio de enfermedades a poblaciones salvajes.  En Canadá y en Chile, la     biodiversidad de las zonas donde hay  granjas de salmón se ha reducido al     50% (1).
La zona afectada     tiene una elevada sensibilidad ambiental al  formar parte del Lugar de     Interés Comunitario (LIC) de Monte Louro,  protegido por Red Natura 2000.     Esta práctica es, por otro lado, una  amenaza para las poblaciones salvajes     de salmón atlántico, ya de por  sí bajo mínimos en nuestro país, por     contaminación genética, tal y  cómo se ha comprobado en Noruega y Escocia     con más de mil ríos  afectados.
“La acuicultura de salmón no es una     solución a la sobrepesca,   sino que agudiza el problema, ya que se     necesitan capturar peces  para alimentar a los salmones, una especie     altamente carnívora”. Ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de     Greenpeace. “La  instalación de estas granjas no es una apuesta de     futuro, es una  apuesta por un sistema ya fracasado y que tendrá graves     impactos  sobre el medio marino, y sobre el empleo de más de 3500 personas”.
Raúl García, responsable de pesquerías de     WWF, comentó: “estamos  preocupados con la política de la Xunta de Galicia;     en vez de apoyar  decididamente los esfuerzos de estas cofradías por la     pesca  sostenible, mina sus esfuerzos autorizando una práctica nueva en      España de comprobado  impacto en otras regiones del planeta”.
Galicia alberga la     mayor flota autonómica, supone cerca del 50%  de total de la flota española     y el 6% de la UE. En esta comunidad,  la flota de artes menores y el     marisqueo son muy importantes; el 87%  de estas embarcaciones faena en aguas     interiores, sobre todo, en  las rías, explotando especies como el pulpo, la     faneca, el congrio,  el chopo, la centolla y la almeja.
Las cofradías     perjudicadas generan un entramado social y  económico que da empleo a unas     500 mujeres de marisqueo a pié y más  de 3.000 marineros de bajura. Frente a     este tejido socio-económico,  la Xunta cifra el número de empleos que se     generarán en unos 109  directos y 200 indirectos en un plazo de tres años.     Es, sin duda, un  paso hacia atrás en la economía del lugar. Con frecuencia,     el  empleo finalmente creado en instalaciones acuícolas es mucho menor que      el anunciado inicialmente, tal y como se ha observado en Galicia en  la     última década.
 




 
 
 
 
 
 
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