lunes, 26 de diciembre de 2011

Síndrome de la cabeza explosiva

El síndrome de la cabeza explosiva (en inglés exploding head syndrome) es una rara enfermedad que fue registrada por primera vez por un médico británico en 1988 y por la cual el paciente siente ocasionalmente un sonido extremadamente fuerte, generalmente descrito como un estallido o estruendo, como si procediera de su propia cabeza. A pesar de ser percibido como un sonido tremendamente potente, muy rara vez es acompañado por dolor. Los ataques parecen incrementarse y decrecer en frecuencia con el tiempo: varios ataques pueden ocurrir en espacio de pocos días seguidos por meses de receso. Los pacientes a menudo sienten una sensación de terror y ansiedad después de un ataque, acompañado por un elevado ritmo cardíaco. Los ataques también son acompañados en ocasiones por flashes luminosos o dificultad para respirar.

Etimología

La causa del síndrome de la cabeza explosiva es desconocido, aunque algunos médicos han reportado una relación con el estrés o la fatiga extrema. La condición puede desarrollarse en cualquier momento de la vida y son las mujeres quienes tienen más probabilidad de padecerlo. Los ataques pueden ser eventos únicos o ser recurrentes.

El mecanismo por el cual funciona tampoco es conocido, aunque varias posibilidades han sido sugeridas. Una de ellas es que es el resultado de un movimiento repentino de un componente del oído medio o de la trompa de Eustaquio, otro es que puede ser el resultado de un ataque menor en el lóbulo temporal donde se encuentran las células nerviosas para la audición. Electroencefalogramas tomados durante ataques registraron actividad inusual solo en algunos pacientes y han descartado ataques epilépticos como la causa.

Sin embargo, cualquiera que sea el mecanismo, parece ser que el síndrome de la cabeza explosiva es un fenómeno real y no es causado por disturbios psicológicos. Es considerado médicamente inofensivo, a pesar de que es generalmente angustioso de experimentar.

Tratamiento

Con el paso del tiempo, los síntomas pueden resolverse espontáneamente. Puede resultar útil el convencer al paciente que este síndrome es inofensivo. Se ha usado arandina en tres pacientes, los cuales reportaron alivio inmediato de esta condición.


Fuente: ( Wikipedia )

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