domingo, 4 de diciembre de 2011

TIERRA DE MADERA Y AGUA

La isla caribeña de Jamaica tiene sabanas semejantes a las africanas, cuevas subterráneas, arrecifes costeros, bosques tropicales y playas de arenas blancas y negras. Errol Flyn dijo que era hermosa como una mujer.

En la tierra de los tainos hay prioridades difíciles de comprender desde otras culturas. Como, por caso, excavar, en pleno siglo XXI, los cimientos de Nueva Sevilla, la vieja capital que fundaron los españoles, para encontrar los dos barcos que Colón encalló en la Bahía de Santa Ana, cuando, al mando de una pequeña flota, inició su cuarto viaje desde el puerto de Cádiz.

     El navegante genovés --al que se le indilgan otros muchos orígenes--, creía que las Antillas eran la antesala de Asia y por allí buscaba, en 1503, el paso hacia el rentable y aromático comercio de la "especiería". 

     Tal vez, la necesidad de los jamaiquinos de bucear en el pasado esté relacionada con la mixtura de etnias, que han hecho de la frase "De muchos, un pueblo" el lema nacional.

     La diversidad está conformada, entre otros, por inmigrantes de India y China, judíos y árabes de Palestina.

     Por todas partes hay esculturas artesanales de caoba, con diseños tribales de Africa, y vestidos y sarongs de batik, de marcada influencia hindú, además de pulseras, abalorios y accesorios de paja.

     Es importante saber que el regateo es un deporte que hay que saber jugar, siempre sonriendo. 

     Jamaica es un pueblo mestizo del que surgió gente destacada como el mítico padre del reggae, Bob Marley, sin dudas su hijo dilecto y más famoso, que nació en Nine Miles, en la bellísima Ocho Ríos.

     La isla fue, además, la cuna del cantante Harry Belafonte, del activista de los derechos civiles de América, Marcus Garvey, y de Usain Bolt, el deportista olímpico más rápido del mundo.

     Durante el siglo y medio de la ocupación española muchos nativos y esclavos de la costa occidental de Africa, --actualmente Nigeria--, que trabajaban en los cultivos de caña de azúcar, murieron de infecciones europeas menores, como un resfrío, para las cuales no tenían defensas.

     En 1655 los ingleses echaron a los ibéricos y convirtieron a la isla en una enorme plantación de azúcar, que hizo de los colonos gente rica de la noche a la mañana, a tal punto que en Inglaterra solían decir, al referirse a los poderosos, "es tan rico como un plantador de las Antillas".

     Con la llegada de los ingleses, los españoles migraron a otras islas y los esclavos se refugiaron en las montañas y crearon el grupo de los cimarrones, quienes lucharon para no volver a la esclavitud que pretendían los británicos, que tuvieron que firmar con ellos tratados de paz, autonomía y tierras.
Finalmente, la esclavitud se abolió en 1834.
Jamaica turística.

     En Ocho Ríos, donde no hay ocho ríos pero sí las famosas cataratas de Dunn y jardines exóticos, está la playa de James Bond.

     El creador del Agente 007, el escritor británico Ian Fleming, ubica su nacimiento en Jamaica, a la vez que la primera película, El Dr.No, se filmó en la isla.

     Ocho Ríos es un enclave famoso por sus elegantes restaurantes y cafés y también por el Sky Explorer, un teleférico que se desliza suavemente sobre la copa de los árboles y llega hasta la cima de la Montaña Mística.

     Su sereno paisaje y la belleza de sus colinas cautivaron al dramaturgo Noel Coward, quien eligió este lugar para sus retiros creativos.

     Puerto Antonio, que está en uno de los extremos de la isla, es la tierra de las palmas, los pimientos y las orquídeas, mientras que los helechos y los plátanos crecen a la vera de los caminos, junto a los árboles de bambú.

     Su puerto ya era, hace un siglo, el lugar de embarque por el que salían los plátanos hacia los mercados del mundo y, actualmente, es una urbe activa.

     Se cuenta que este lugar fue el gran amor de Errol Flynn, el actor de las películas de capa y espada de los años '30 a los '50, quien tenía una residencia en la que agasajaba a familiares y amigos.

     El encanto de Port Antonio es su belleza natural, que le sirve de marco a sus sencillos, cálidos y confortables albergues. No en vano se dice que este lugar es "una de las obras maestras de la naturaleza".

     En el mercado de Musgrave aún se mantiene la costumbre de trocar artesanías y otros objetos, que recuerdan las grandes subastas del tiempo de la colonia. Y las grandes marcas se encuentran en el Shopping Village.

     Port Antonio es, también, la puerta de entrada a las cataratas Somerset, a la exploración de las Blue Mountains o hacia el placer de nadar y bucear en la Laguna Azul.

     El mundo conoció a Jamaica por Montego Bay, un complejo turístico que lo tiene todo, y por Kingston, su capital y el corazón de la isla.

     Con las Blue Mountain de fondo, la ciudad de habla inglesa más grande del Caribe es principal centro cultural, financiero y comercial de la isla.
Una isla que tiene mucho más y lo está mostrando.
CORINA CANALE

Negril, el reino de la informalidad
     Negril está en la punta más occidental y es el centro de los deportes acuáticos.

     Claro que también es el sitio para cabalgar a orillas del mar y para andar en bici entre los acantilados.

     Todo es informal en Negril.

     Hay muchos lugares para bailar, con bandas de reggae en vivo, y se arman pequeños recitales en la playa, para bailar descalzos, en la arena, hasta que el sol se asoma.

     Las puestas del astro amarillo son memorables.


La salvaje South Cost

La Costa Sur es para los aventureros que se animan a adentrarse en la jungla, a recoger mangos dulcísimos y a pescar los sabrosos pargos rojos.

     El recorrido comienza en las plantaciones de azúcar del siglo XIX, cercanas a la ciudad puerto Savanna La-Mar, con su bella arquitectura georgiana.

     Los barqueros llevan a los turistas hasta el río navegable más grande de la isla y hasta los extensos humedales, hábitat de los cocodrilos.

     Muy cerca está Christiana, con sus jardines siempre floridos.

     En la South Coast Jamaica muestra otro mundo, un mundo fascinante.
Una experiencia para imitar

El programa Conozca a la Gente ("Meet the People"), es tan especial y fructífero que ya lo están imitado en otras islas caribeñas.

     Los empleados de las oficinas de turismo son los que indagan sobre los gustos de los grupos familiares, las parejas y los visitantes solitarios.

     Una vez que han descubierto cuáles son sus intereses, les presentan a un jamaiquino que será su anfitrión y les mostrara la Jamaica que están buscando.

     Ellos pueden llevarlo, tanto a un oficio religioso como a un concierto de reggae; a una casa de té o a jugar tenis o baloncesto. Y, también, a escuelas, plantaciones y jardines.

     La idea es que cada turista recorra la isla que ha traído en su cabeza.

     Lo bueno es que este acompañamiento es gratuito y sirve, muchas veces, como el comienzo de amistades duraderas.

     Esta verdadera experiencia jamaiquina también alcanza a los niños, quienes son presentados a otros de su misma edad, nativos de la isla, para intercambiar juegos y entretenimientos.

TIPS

Dónde está
Jamaica está en la parte occidental del Caribe. Tiene una superficie de 11.424 kilómetros cuadrados. La atraviesan 150 ríos, numerosas cataratas y gran cantidad de árboles y flores.
Cómo llegar
La aerolínea Copa inauguró dos vuelos semanales desde Buenos Aires y Córdoba hasta el aeropuerto de Montego Bay, con escala en Panamá. La aerolínea ya operaba vuelos a Kingston.

Compras imperdibles

Se aconseja comprar el licor Tía María, la cerveza Red Stripe, el café Blue Mountain, los rones de calidad suprema, las especias exóticas y la salsa picante Pickapeppa, oriunda de Jamaica.

Un detalle
Resulta recomendable, también, ubicar las tiendas que están libres de impuestos.

Dónde alojarse

Una posibilidad son los Super Clubs Breezes. También, en Hoteles y Resorts Riu y en los Resorts Sandals

Fuente: ( la nueva )

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