miércoles, 3 de noviembre de 2010

NASA: ¿Cómo diseñar una cápsula para rescatar mineros?

Clinton Cragg es un hombre acostumbrado a los espacios confinados. Antes de ser ingeniero de la NASA, trabajo durante más de 30 años en el programa de submarinos de la armada de Estados Unidos completando una larga lista de misiones navales.

De manera que cuando las autoridades de Chile decidieron pedir ayuda a la Agencia Espacial Estadounidense para trazar un plan de rescate de los mineros atrapados a 800 metros bajo tierra, Cragg fue uno de los cuatro hombres enviados por la NASA a la mina de San José.

Desde el momento en que pisaron el campamento, los otros miembros del equipo -dos médicos y un psicólogo- se vieron inundados con solicitudes de ayuda.

Pero Clinton Cragg no estaba seguro en un principio cómo podría ayudar.

Pronto se dio cuenta de la forma como podía poner en práctica sus conocimientos y experiencia.

"Cuando llegamos a la mina me di cuenta de que los ingenieros de la armada chilena que estaban allí para construir la cápsula no habían recibido una guía o instrucciones sobre qué funcionalidad debía tener el vehículo de rescate" explicó Clinton Cragg a BBC Mundo.

"Así que cuando los miembros de la NASA nos reunimos con el ministro de Salud chileno para evaluar la forma como podíamos participar, plantee la posibilidad de que la NASA ayudara a trazar los elementos para el diseño de la cápsula".

Vehículo singular
Rescate de minero en la cápsula (AP)
Todos los elementos sugeridos por la NASA fueron incorporados en la cápsula.

Clinton Cragg es ingeniero principal del Centro de Ingeniería y Seguridad de la NASA (NESC), en Virginia, un departamento de la Agencia encargado precisamente de lo que requerían en ese momento las autoridades chilenas: la construcción de vehículos únicos en su clase que sean seguros para navegación.

Cragg había recibido sólo dos requerimientos: la cápsula debía tener 4 metros de largo por 50 centímetros de ancho. El resto debía idearlo él mismo.

"En el NESC trabajan varios ingenieros basados en todo el país. Así que junté a unos 20 de ellos y durante tres días nos encerramos a trabajar en el diseño y al final obtuvimos una lista de 10 o 12 páginas que enumeraba las sugerencias para que la Armada chilena diseñara el vehículo".

Basados en las mismas prácticas que utilizan para el diseño de naves espaciales, el grupo de ingenieros compiló una lista de 75 elementos.

La cápsula que sugerían contenía un chaleco de seguridad, un tanque de oxígeno, comunicación de audio y video y espacio que permitiera movimiento suficiente para evitar que cada minero se desmayara durante el viaje de ascenso de 20 minutos. Además, el vehículo debía permitir que se le operara por una sola persona.

Pero uno de los mayores desafíos, explica Clinton Cragg a BBC Mundo, fue cómo diseñar un vehículo que pudiera soportar la fricción que implicaría viajar múltiples trayectos a través de paredes de roca.

"Cuando estuve en la mina vi que las dos perforaciones -del Plan A y del Plan B- iban a permanecer con un interior de roca y no iban a ser recubiertas, Así que sugerimos alternativas para tomar en cuenta la fricción: bloques recubiertos de teflón adheridos en el exterior de la cápsula o ruedas empujadas con resortes. Y el diseño final incluyó a estas últimas".

La cápsula, agrega el ingeniero, también debía tener una escotilla de escape por si el vehículo quedaba atorado en el conducto. Y también se pidió consejo a los expertos médicos de la NASA que sugirieron otros elementos como el tanque de oxigeno, una luz, para que el minero estuviera consciente de la situación, y espacio horizontal en el fondo del vehículo para que pudieran estirar las piernas y evitar el desmayo.

Todo menos el nombre
Michael Duncan y Clinton Cragg
La NASA envió a cuatro expertos a Chile para ayudar en el esfuerzo de rescate.

Cragg envió su lista de elementos de diseño a Chile y le informaron que todos, con excepción de uno, habían sido incorporados en el diseño final. El único elemento rechazado fue el nombre que la NASA pensó para el cápsula: Vehículo de Escape.

Al final fue bautizada simplemente Fénix.

"Desde que llegué a la mina me quedé muy impresionado por la forma como estaban haciendo las cosas los chilenos. Nosotros llegamos una semana después de que los habían encontrado vivos y todo estaba realmente bajo control. Así que nunca tuve dudas de que el rescate sería exitoso" expresa Clinton Cragg.

Sin duda, éste fue un buen ejemplo de cómo el conocimiento que el ser humano ha obtenido gracias a los ambiciosos programas espaciales puede aplicarse de forma práctica en la Tierra.

"Muchos de los ingenieros de la NASA que participaron en esta tarea son diseñadores de naves y satélites espaciales y saben mucho sobre los riesgos que implica la navegación en esos vehículos y todo lo que puede salir mal" dice Clinton Cragg.

"Así que cuando finalmente vi emerger al primer minero que fue rescatado sentí una enorme emoción y un gran alivio al mismo tiempo. Me sentí muy feliz de que toda la operación se llevara a cabo sin problemas, lo cual hay que atribuir a la armada de Chile y los ingenieros chilenos que hicieron todo esto posible", agrega.

Fuente: BBCMundo

LO MAS LEIDO