sábado, 27 de noviembre de 2010

5 claves para entender la Cumbre de Cancún

Ignacio de los Reyes
BBC Mundo, México

Una vista de Cancún, México. 
 
Cancún ha sufrido en carne propia los problemas causados por el cambio climático.

El próximo lunes comienza en Cancún, México, una cumbre internacional que espera dar pasos al frente para combatir al cambio climático.

El encuentro anterior en Copenhague en 2009 se caracterizó por duros roces diplomáticos, pero decepcionó a muchos por la falta de resultados concretos.

Científicos, ecologistas y representantes gubernamentales consultados por BBC Mundo reconocen que la ciudad del caribe mexicano no verá un gran acuerdo vinculante entre los participantes, pero sí puede haber avances en temas cruciales para América Latina.

Conozca cuáles serán los temas más importantes durante la llamada COP16.

Sin acuerdo vinculante Deforestación Financiación y Tecnología |Monitoreo y Verificaciónclic | Diplomacia

Cancún no será Kyoto

Según la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó el año pasado niveles récord, hasta un 38% más que a comienzos de la era industrial.

Póster de la COP 16. 
 
Las expectativas para Cancún son menores que las que había antes de la cumbre de Copenhague.

El Programa de Medio Ambiente de la ONU advierte además que las promesas de reducción de emisiones hechas por los países participantes en la Cumbre de Copenhague de 2009 no servirán para limitar el calentamiento global a 2°C, como pretenden.

Y sin embargo parece darse por hecho que Cancún no servirá para sustituir al Tratado de Kyoto para limitar la emisión de gases causantes de efecto invernadero. El anfitrión de la cumbre, el presidente mexicano Felipe Calderón, advirtió que se han de "moderar las expectativas" en torno a un acuerdo global.

"Los países acudieron a Copenhague a firmar un acuerdo sin estar preparados para ello. Ahora son más realistas, sabemos que no habrá un acuerdo global vinculante porque los enfrentamientos entre ciertos países (China y Estados Unidos) siguen estando, pero sí puede haber consensos en otros temas", asegura la investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Ana Cecilia Conde.

Salvar los bosques

Las esperanzas están puestas en un acuerdo global para frenar la deforestación, causante del 20% de las emisiones de gases. A priori se podría lograr un consenso entre Occidente y las naciones en vías de desarrollo.
Ya que no hay disposición para que los países corten las emisiones de la industria, al menos logremos que protejan sus bosques, los grandes sumideros de carbono en el mundo
Ana Cecilia Conde, investigadora UNAM

De Cancún podría salir un pacto para poner en marcha el plan de Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación (conocido como REDD+), un sistema por el cual las naciones ricas pagan a los estados en desarrollo para que conserven sus bosques.

"Ya que no hay disposición para que los países corten las emisiones de la industria, al menos logremos que protejan sus bosques, los grandes sumideros de carbono en el mundo", asegura Conde, quien forma parte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

Cuestión de dinero

En diciembre de 2009, la cumbre de Copenhague terminó con la promesa de aportar US$30.000 millones para ayudar a los países en desarrollo a mitigar los efectos del cambio climático.

Barack Obama durante la cumbre de Copenhague.  
 
Todavía no hay un acuerdo acerca del Fondo Verde.

México podría ser el lugar donde se concrete de dónde saldrá el dinero para el llamado Fondo Global para el Clima (o Fondo Verde), cómo se entregará y quiénes serán los países beneficiarios.

Aunque para ello los donantes tendrán que convencer a algunas delegaciones, como la boliviana, que consideran insuficiente el monto acordado. También algunos organismos de la ONU han expresado que esos US$30.000 millones suponen la mitad del dinero que les haría falta a los países en desarrollo para mitigar los efectos del calentamiento global.

Otro de los temas a debate será el referente a la transferencia de tecnología de países ricos a naciones en desarrollo.

La esperanza de muchos activistas es que los países más contaminantes puedan encontrar incentivos para abandonar las industrias sucias si cuentan con la tecnología adecuada para desarrollar fuentes de energías limpias e investigación.

¿Quién supervisará?

Estos acuerdos no podrán implementarse de manera eficiente si no se concretan medidas de supervisión y verificación, según Jorge Gastelumendi, asesor en política climática de la organización no gubernamental The Nature Conservancy.

Contaminación en Hong Kong. 
 
China teme que los acuerdos puedan limitar su crecimiento económico.

Uno de los principales desafíos para los negociadores será convencer a China, preocupada por la posibilidad de que los acuerdos puedan resentir su crecimiento económico, para que permita que sus programas de reducción de emisiones sean monitoreados por organismos internacionales.

Mientras países como Estados Unidos reclaman a China más transparencia, Pekín exige que el dinero prometido empiece a fluir y existan mayores controles sobre las propuestas de financiación hechas por los países desarrollados.

Tiempo de diplomacia

La cumbre de 2009 acabó con encendidos debates, enfados y reproches. Una de las esperanzas de Cancún es que la comunidad internacional pueda "limar asperezas" y evitar choques como los de Copenhague.

"Allí se perdió la confianza en el proceso multilateral, pero también se perdió confianza entre las partes", asegura Jorge Gastelumendi, de TNC. "Por suerte se ha avanzado bastante a lo largo de este año", añade.
El ambiente con que llegamos a Cancún no está caracterizado por esas polarizaciones, hemos logrado rescatar primero la confianza
Luis Alfonso de Alba, representante mexicano en la COP16

"La polarización de las discusiones no beneficia a nadie, tenemos que encontrar espacios donde podamos identificar convergencias", coincide Luis Alfonso de Alba, representante del gobierno mexicano en la Cumbre.

"El ambiente con que llegamos a Cancún no está caracterizado por esas polarizaciones, hemos logrado rescatar primero la confianza de los estados partes, en el proceso (de consultas entre los países) y en las Naciones Unidas como la única vía que que puede dar resultado", asegura.

Sin embargo, el nuevo equilibrio de fuerzas en el Congreso estadounidense tras el avance republicano en las elecciones de noviembre podría modificar la postura de Washington.

Algunos activistas tienen la mirada puesta en EE.UU., el segundo emisor de gases contaminantes del mundo, y en cuál será su posición ahora que su Senado parece todavía más lejos que antes de ratificar un tratado climático que salga de la ONU.

En cualquier caso, Cancún puede servir también como escenario para preparar el terreno a la cumbre de Sudáfrica de 2011. Ecologistas, científicos y gobiernos confían en que la reunión de México sirva para generar el impulso necesario para firmar en consenso un tratado vinculante legalmente en la COP17.

Fuente: BBC Mundo

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