La elaboración de productos a base de plantas para el cuidado del cabello es una tendencia que los laboratorios empiezan a tener en cuenta cuando fabrican cremas, mascarillas y champú para el cuidado capilar.
El acondicionador debe aplicarse desde la mitad hacia las puntas.
Desde las antiguas civilizaciones de la Mesopotamia, pasando por fenicios, babilonios y griegos hasta llegar a los romanos, las mujeres se han esmerado por tener un pelo saludable, brillante y lozano, que es sinónimo de bienestar y belleza.
Aunque los tiempos han cambiado, la premisa sigue siendo la misma: conservar un cabello espectacular desde la raíz hasta la punta, sin importar si es liso, crespo u ondulado, y las mujeres, en su afán por conseguirlo, acuden a diferentes productos, mascarillas, rituales y tratamientos.
Por ejemplo, en antiguas épocas de imperios las damas acostumbraban a tener una larga cabellera, pero mantenerla sana no era una tarea fácil, así que le dedicaban gran cantidad de tiempo y dinero a su cuidado. Además tomaban de la naturaleza productos como la henna y la sábila, que les ayudaban a restaurar el pelo cuando estaba maltratado.
Aceites, flores, hojas, inciensos, extractos de plantas medicinales; hierbas aromáticas para perfume que usaban en su cuidado personal; cremas limpiadoras, elaboradas con aceites mezclados con piedras de caliza; cremas contra arrugas compuestas por incienso, cera, aceite y ciprés, todos apenas algunos de los recursos que las mujeres ponían en práctica cuando aún no se habían desarrollado laboratorios farmacéuticos con sus fórmulas químicas.
“Aunque la ciencia ha evolucionado y no se pueden desconocer los aciertos de los productos químicos, lo cierto es que existe una fuerte tendencia a volver la mirada hacia el pasado y recuperar las fórmulas secretas que tenían las abuelas, esas que se reducían a la utilización de plantas para productos medicinales y de cuidado personal”, así lo cree Olga Lucía Sanabria, miembro de la Asociación Colombiana de Botánica.
La experta asegura que los beneficios de las plantas para el cuidado personal son incomparables y nunca se podrán igualar a las fórmulas químicas conseguidas en un laboratorio. Como lo afirma Sanabria, la naturaleza es sabia y por eso los indígenas aprovechan al máximo los potenciales beneficios que ofrecen las plantas. Prueba de ello son sus cabellos sanos, fuertes y brillantes.
Para la bióloga Susan Hans, profesora de la Universidad de El Salvador, la naturaleza esconde secretos invaluables que la ciencia empieza a develar. Ya no es un secreto que la cosmética a base de ingredientes naturales empiece a ganarle terreno a la tradicional, ya que la primera está elaborada con componentes de origen vegetal que traen mayores beneficios al cabello.
Los laboratorios están en el mismo sendero. Ahora concentran toda su atención en explorar nuevas alternativas de la botánica para la elaboración de sus productos. Cada vez hay un mayor número de cremas, lociones y champús con ingredientes vegetales hechos con las fórmulas magistrales de la cosmética natural.
Sin duda, la naturaleza esconde miles de secretos que la ciencia debe empezar a descubrir, pues la solución a muchos problemas, no sólo de salud, sino también de belleza está en las plantas que nos han acompañado desde siempre y hasta ahora vuelven a ser tenidas en cuenta por los químicos y botánicos.
La buena noticia es que en el mercado ya existen productos que fusionan la ciencia y la naturaleza para ofrecer tratamientos que hagan lucir más fuerte y saludable el cabello. Precisamente, después de varios años de investigación en los laboratorios de Procter & Gamble se desarrolló el nuevo Pantene Fusión Naturaleza, que combina su tradicional fórmula de pro vitaminas con el poder natural e hidratante de la semilla de la flor de Cassia.
Sobre la flor de Cassia
La flor de Cassia es la florescencia amarilla de un arbusto natural de India y China conocido por su corteza aromática. Desde hace más de 4.700 años ha sido utilizada en la medicina tradicional por sus propiedades de desintoxicación y purificantes que protegen y dan fuerza al cuerpo humano. La flor de Cassia fue incluida en los registros más tempranos de hierbas chinas, que datan desde el 2.700 A.C., y es considerada una de las 50 hierbas más importantes de la medicina tradicional china. Sus poderes de sanación han sido usados para aliviar el dolor, las enfermedades de la piel, la presión arterial alta y ahora se comprueban sus beneficios en el cabello.
Tips para un mejor lavado del cabello
El pelo, además de dañarse por factores externos como el sol o la contaminación, también se puede deteriorar por utilizar productos muy fuertes con alta concentración de químicos. Lo mejor es usar un producto para cada tipo de cabello, aunque si es grasoso, no necesariamente se necesita uno para pelo graso: se puede utilizar uno normal si se lava habitualmente. La frecuencia con la cual se debe lavar el cabello depende del clima y el estilo de vida. Lo ideal es enjuagarlo dos o tres veces por semana. El agua debe ser a temperatura media y el último enjuague preferiblemente con agua fría, ya que le dará más suavidad y brillo. Por último, para estimular el crecimiento de las fibras capilares es recomendable hacerse masajes suaves sobre el cuero cabelludo.
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