sábado, 26 de febrero de 2011

Ecoturismo Baja California

Las aguas cálidas y calmas del Mar de Cortés son el escenario perfecto para disfrutar de un área de gran biodiversidad en la que ballenas, aves y lobos marinos se convierten en grandes compañeros de viaje. 


Hay muchas maneras de estar en contacto directo con la naturaleza, pero pocas que tengan la belleza que ofrece un kayak de travesía. Silenciosos, fáciles de comandar, suaves y aptos para llegar a cualquier sitio, son el vehículo perfecto para sentirse realmente en el mar, en un río o en un lago. Es decir, dentro de ellos.
 

Si el entorno es dueño de la magia que tiene la Baja California, las bondades del kayak se potencian hasta niveles superiores. Y si además se elige una fecha como el invierno boreal, en el que la zona se puebla de ballenas en busca de la misma calidez que disfrutan los viajeros, el panorama roza la perfección.

El oleaje sereno del Mar de Cortés resulta entonces ideal para cargar a tope los tambuchos de un kayak y dedicarse a explorar playas alejadas o salidas cortas a los clásicos de la región.

Como el Arco, insignia de la Baja California Sur. Localizado en las cercanías del Cabo San Lucas, donde las aguas del océano Pacífico y el Mar de Cortés se unen, El Arco es una de varias formaciones rocosas que el tiempo y las mareas han ido modelando. En este caso, sólo son necesarios 20 minutos de remada sostenida para llegar desde la playa El Médano, donde también se alquilan kayaks sit on top, más fáciles de manejar. Desde esta misma playa, una de las más populares, se puede acceder a otros balnearios cercanos, como El Chileno, que se encuentra en el kilómetro 14,5 del Corredor Turístico, entre San José del Cabo y Cabo San Lucas. Y, con la guía adecuada, se puede encontrar la Playa del Amor, un sector de la costa esquivo, que solo se puede ver cada cuatro años, cuando baja la marea. Como telón de fondo de la playa se ve el Océano Pacifico, mientras al frente descansa el Mar de Cortés.

Finalmente, otra alternativa sencilla, ideal para tomar ritmo y prepararse para una travesía es visitar el Estero de San José del Cabo. Es un área protegida que alberga más de 150 de especies de aves y cuyos canales de pocos metros de ancho son ideales para recorrer en kayak.

De La Paz a San Felipe

El Golfo de California está salpicado de pequeños pueblos y de ciudades de ensueño que son mucho menos famosas que Los Cabos. Allí están su capital, San Felipe, la bella Loreto o la elegante La Paz. También existen aún esos minúsculos pueblos de pescadores que cautivaron a las estrellas de cine norteamericanas hace más de 40 años.

Claro que la historia de la navegación de estos lares comenzó mucho antes. Cuando Cortés partió en su primera expedición desde la desembocadura del río Balsas con 100 hombres y tres navíos: el Santa Águeda, el San Lázaro y el Santo Tomás, en busca de la Isla de las Amazonas, la Isla del Mar del Sur o la Isla de las Perlas, que eran los nombres con que se llamaba lo que hoy se sabe es la larga Península de Baja California.

Tras más de dos semanas de navegación, la flotilla llegó a Bahía de La Paz, bautizada entonces como de la Santa Cruz. Su denominación actual corresponde a Sebastián Vizcaíno, que quiso honrar así a los indios que lo recibieron con frutas, conejos, liebres, y venados. Al partir desde La Paz en una excursión de kayak, la primera de las playas que se visita es la de San Gabriel, para luego navegar hacia las islas de Espíritu Santo y La Ballena. Al igual que la Isla Partida, son islotes que albergan a numerosas aves marinas como pelícanos, fragatas y cormoranes, así como a colonias de lobos marinos que se acercan a las embarcaciones hasta casi tocarlas.

En esta época del año, el contacto con la naturaleza se intensifica a medida que se toma el rumbo Norte y las playas se hacen más solitarias. Y muy especialmente cuando se navega en busca de las ballenas. El lugar de mayor concentración y conservación es la Bahía de Magdalena. Los cetáceos llegan en el invierno boreal a este plácido rincón de la costa pacífica para resguardarse del duro clima de Alaska, que es su otra residencia semi permanente. En una excursión de al menos dos días, pero que conviene extender a jornadas, se parte de La Paz y se toma rumbo norte. Claro que también existen opciones de navegaciones en botes a motor que se hacen en una tarde, pero la experiencia, está claro, no es la misma. z we

Datos útiles

l Cómo llegar:
Desde Buenos Aires parten vuelos diarios a México D.F con precios de u$s 1500. Aeroméxico ofrece vuelos directos por u$s 1700.
Desde México D.F. parten vuelos sin escalas, con una duración de una hora y diez minutos con precios que rondan los u$s 930.
En ocasiones hay combinaciones como las que ofrece LAN con salidas programadas y precios menores s u$s 2000.

Kayaks
Existen varias empresas que organizan salidas de kayak en la región. Algunas como Outpost cuentan también con alojamiento y combinan 4 días de hotel con remadas diarias por un mínimo de u$S 650.
Información en:
ww.sea-quest-kayak.com
www.bajaoutpost.com
www.kayakbaja.com

Más información:
http: www.descubrebajacalifornia.com 

Fuente: ( cronista )

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