domingo, 20 de febrero de 2011

Marie Curie y la mujer científica





En este 2011 se cumplen 100 años de haber recibido la nobel de Química Marie Curie. Para resaltar su legado científico en química y física la Unesco lo declaró “Año de Marie Curie”.
Y por lo que ella simboliza como mujer, su lucha por la igualdad de género, su espíritu solidario, se ha querido homenajear a las mujeres que a lo largo de la historia de la ciencia han contribuido en diferentes campos del conocimiento a pesar de múltiples dificultades.

Para que no queden dudas de por qué Marie Curie es el símbolo de la mujer científica, hay que decir que obtuvo dos premios Nobel, el de Física en 1903 junto con su esposo Pierre Curie y compartido con Henri Becquerel, por ser pioneros en investigaciones relacionadas con la radioactividad y en 1911 el Nobel de Química por el descubrimiento de dos nuevos elementos químicos el polonio (llamado así en honor a su país natal Polonia) y el radio, y porque demostró que podía aislar el radio y determinar el peso atómico.


Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio. Marie decía: “Los físicos siempre publican el resultado completo de sus investigaciones. Si nuestro descubrimiento tiene posibilidades comerciales, será una circunstancia de la cual no debemos sacar partido. Además, el radio se va a emplear para combatir una enfermedad. Es imposible aprovecharnos de eso”, comentaba con su esposo. Ella convenció a Pierre de dejar su investigación abierta a toda la comunidad científica y a la industria. Por Marie Curie el radio se convirtió en el elemento clave en la lucha contra el cáncer.



 
Marie Curie: humanista, pacifista, solidaria


Su generosidad no tenía límite. Cuando recibieron el dinero correspondiente al Premio Nobel, aproximadamente 15 mil dólares, lo repartieron en regalos para el hermano de Pierre y las hermanas de Marie, hicieron donaciones a varias sociedades científicas, a estudiantes polacos y a una amiga de la infancia de Marie.

Después del deceso de Pierre Curie, el gobierno francés quiso conceder a Marie y sus hijos una pensión nacional. Marie la rechazó: “No quiero una pensión -dijo- soy joven todavía y capaz de ganar la vida para mí y para mis hijas”. Pero antes de ser laureada con el Nobel ya había mostrado su espíritu solidario. Ella estudió en Paris con una beca de unos 600 rublos que le concedió la fundación Alexandrowitch y pensando en otros polacos que aprovecharían ese dinero, lo restituyó posteriormente.

Durante la Primera Guerra Mundial, Marie recorrió los hospitales de campaña para ayudar a los cirujanos con las nuevas técnicas radiológicas que permitía implementar los rayos X. Su ayuda inestimable hizo que se la empezase a llamar “Suprema Bienhechora de la Humanidad”. Einstein, dijo de ella: “Madame Curie es, de todos los personajes célebres, el único al que la gloria no ha corrompido”.


Iréne sigue el ejemplo

Su impronta como científica y servidora de la sociedad se refleja en sus hijas. La hija mayor, Iréne Joliot-Curie, junto con su esposo Frédéric Joliot también obtuvieron el Premio Nobel de Química, en 1935, un año después de la muerte de su madre, por el descubrimiento de la radiactividad artificial. Y tampoco quiso patentar sus resultados de investigación.


Los Curie afirmaban: “los descubrimientos científicos son patrimonio de la humanidad”. Su hija Hélène cuando visitó el museo de Hiroshima dijo: “Felizmente, los jóvenes saben que habitamos un mismo planeta, que somos hermanos y serán los mejores portavoces de una cultura de paz, porque la seguridad común sólo puede reposar en el desarme y la negociación”.

A Marie Curie  le tocó romper prejuicios y discriminaciones contra la mujer en su época. Fue la primera mujer en obtener el doctorado en Francia, la primera en recibir el Premio Nobel, la primera en ser nombrada profesora en la universidad de Paris, la primera en ser aceptada en la Academia de Ciencias de Francia, la primera mujer en compartir el Panteón de los hombres Ilustres, ese hermoso monumento donde Foucault colgó el péndulo a mediados del siglo XIX para demostrar a los incrédulos que la tierra rotaba sobre sí misma. Marie también fue la primera mujer en recibir el pase para conducir vehículos en la Francia de la libertad, la justicia, e igualdad.

Marie, como tantas otras mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, demostró que la ciencia no es asunto de sexo y abrió la senda para que más mujeres tuviesen la oportunidad de participar en el quehacer científico.


Su capacidad para enfrentar la adversidad y la discriminación de la mujer la desarrolló en Polonia, siendo muy joven, cuando fue invadida por los rusos y ella combatió desde la barricada de su formación en física y matemáticas, en la clandestinidad y cuando participó en campañas de alfabetización de sectores sociales mucho más marginados que ella.

Para nadie es un secreto que la ciencia ha sido tradicionalmente dominada por el hombre. De acuerdo con las cifras de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), aproximadamente el 30 por ciento de los científicos en el mundo son mujeres y esta entidad de la OEA, consciente de que la humanidad necesita de la ciencia y ésta de las mujeres ha contribuido a generar becas y premios que apoyen y realcen la investigación de las mujeres.


L’ORÉAL una empresa que apoya a la mujer

Un programa para destacar es el de L’ORÉAL- Unesco que consta de tres incentivos a nivel mundial. Premios L’ORÉAL-Unesco, Becas Internacionales L’ORÉAL-Unesco y Becas y Premios Nacionales L’ORÉAL-Unesco. Estos premios y becas son también conocidos como “For Women in Science” (La mujer y la ciencia)

El premio L’ORÉAL-Unesco reconoce, todos los años, a cinco mujeres investigadoras, una por cada continente, que se hayan destacado por su contribución al avance de la ciencia. Las Becas Internacionales L’ORÉAL-Unesco son entregadas a quince estudiantes de Postgrado, tres por cada continente, y las Becas y Premios Nacionales L’ORÉAL-Unesco son iniciativas de los países, apoyadas internacionalmente por la UNESCO y que han sido creadas por las filiales de L’Oréal alrededor del mundo, para recompensar a jóvenes investigadoras que necesitan catapultar sus investigaciones. Más de 200 investigadoras de todo el mundo se han beneficiado con este tipo de beca.

Los interesados en conocer más sobre estos premios pueden ingresar a la página: www.forwomeninscience.com. Allí encontrarán los nombres de los ganadores de los premios y becas, y los requisitos para poder participar en la convocatoria.


Por: Diego Arias Serna
 Ph.D en Física, universidad
Complutense de Madrid
Profesor-investigador, universidad
del Quindío
Presidente Fundación Semillero Científico (EAM)
darias@fis.ucm.es
darias@uniquindio.edu.co



Fuente: ( cronica del quindio )

1 comments:

excelente!!!!..k rico es irme a dormir, despues de leer sobre la gran Marie curie , y su gran flia!!..k honor de XX!! para el mundo.

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