lunes, 8 de noviembre de 2010

Ellas viven más

Las mujeres tienen una mayor expectativa de vida que los hombres. Una teoría afirma que esto se debe a que la genética masculina no está hecha para durar tanto tiempo.

Jeanne Louise Calment es una francesa que ostenta el título de la persona que más ha vivido en este mundo. Nació en Arles, Francia, el 21 de febrero de 1875 y murió el 4 de agosto de 1997, lo que se traduce en 122 años y 164 días de existencia. Quien más cerca ha estado de romper su marca es Shigechiyo Izumi, un japonés que murió a los 120 años y 237 días. Él es el único hombre entre las 10 personas más viejas del mundo. El resto son mujeres: cuatro de Estados Unidos, un par de Japón, una canadiense y una ecuatoriana. Una muestra clara del predominio del sexo femenino cuando se habla de longevidad.

La idea de que las mujeres viven más que los hombres no es nueva. Pero el profesor Tim Kirkwood, gerontólogo de la University of New Castle, acaba de enunciar una nueva teoría en la que explica que esta diferencia en la expectativa de vida se debe a la composición genética de cada género. Según Kirkwood, hay una clara evidencia de que los hombres son más "desechables" que las mujeres, porque las células de sus cuerpos no están genéticamente programadas para durar tanto.

El planteamiento del experto se basa en una idea que él había enunciado en 1977, llamada Teoría del Soma Desechable, que explica por qué los seres humanos no son eternos. La idea es que si bien los genes son inmortales en la medida en que se transmiten continuamente de generación en generación, no es posible que sobrevivan por tiempo indeterminado en una sola persona, porque su cuerpo (soma) sí tiene un tiempo de caducidad. Al igual que un carro, el cuerpo necesita un mantenimiento constante para que pueda funcionar. Pero con los años gasta mucha energía para reparar las fallas que se presentan tanto en las células como en los tejidos, hasta que la persona muere. En el caso de las mujeres, el organismo está mejor condicionado que el de los hombres para resistir a estas fallas, sobre todo porque ellas son las encargadas de la reproducción.

"El feto crece dentro del útero de la madre. Por lo tanto, si el cuerpo de ella es demasiado débil, es una amenaza para que haya una descendencia sana. Por el contrario, la función reproductiva del hombre está menos ligada a su estado de salud", escribió Kirkwood en un artículo para la edición de noviembre de Scientific American. Además, el experto señala que hay evidencia científica, incluso en animales, de que las células de las hembras reparan mejor los daños en el organismo que las de los hombres.

La cifras parecen respaldar los hallazgos de Kirkwood. Entre los centenarios de todo el mundo, las mujeres superan a los varones en una diferencia de nueve a uno, y la esperanza de vida favorece a las mujeres en un promedio de cinco años. En Colombia, según el Dane, para el periodo 2005-2010 el promedio de esperanza de vida para ellos es de 70,67 años, mientras que en ellas es de 74,01. La información proyectada para este año también muestra que en el país hay 342.734 mujeres mayores de 80 años, frente a 250.777 hombres, y que por cada 100 mujeres hay 97,50 hombres.

La ventaja biológica femenina también se evidencia en la mortalidad de los varones en el primer año de vida. El Dane informó que del total de estas muertes en 2008, 5.999 fueron niños y 4.513, niñas. Según Ignacio Zarante, profesor de genética de la Universidad Javeriana, esto se debe a la cantidad de información genética en los cromosomas, XX para la mujer y XY para los hombres. Mientras que en cada cromosoma X hay más de 1.000 genes, en el Y hay menos de 100, lo que los vuelve más vulnerables a las infecciones. El profesor Bertrand Desjardins, de la Universidad de Montreal, explica que cuando se produce una mutación de los genes del cromosoma X, las mujeres tienen un segundo cromosoma como protección, mientras que el hombre solo tiene uno. Además, Desjardins señala que el estrógeno facilita la eliminación de colesterol malo, lo que constituye una defensa del sexo femenino contra enfermedades coronarias.

Científicos de varias partes del mundo han comprobado esta ventaja biológica no solo en humanos. El año pasado, expertos de la Universidad de Tokio, Japón, descubrieron que un gen llamado RasgrF1, presente en el semen, podría ser el responsable de que los hombres vivan menos. Los expertos crearon dos ratonas con material genético de dos madres, llamadas bimaternas, y para esto se modificó el ADN de uno de los óvulos, para que se comportaran como espermatozoides. Las crías de las dos madres vivieron 186 días más que los ratones producto de una hembra y un macho.

Los expertos reconocen que además de los aspectos fisiológicos, hay factores sociológicos y del entorno que podrían afectar la longevidad. Teorías evolucionistas plantean, por ejemplo, que las mujeres tienen una superioridad ya que necesitan tiempo suficiente para ayudar a criar a sus nietos. Los hombres, por el contrario, se desgastan al competir por el derecho a procrear. Otra de las razones es que ellos realizan trabajos más exigentes físicamente, y que incurren en hábitos de vida menos saludables, como fumar y beber, en mayor cantidad que las mujeres.

Sin importar cuál sea la razón, lo que está claro es que en términos de longevidad el femenino no es el sexo débil. Pues como señala Zarante, "por principio todos los seres humanos están destinados a ser siempre mujeres, lo que de entrada les da un liderazgo claro en términos biológicos".

Fuente: semana.com

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