miércoles, 16 de febrero de 2011

Vancouver, la ciudad del buen vivir

Descubre una de las ciudades más impresionantes de Canadá en tan sólo 24 horas





 

La ciudad que es considerada una de las tres mejores para vivir me recibe en la entrada de su Biblioteca Pública, una réplica del Coliseo Romano. La placa informativa presume que cuenta con una colección de un millón de ejemplares.

Camino hacia la Robson St. y entro al famoso café Blenz. Pido un mate latte caliente y una empanada italiana orgánica de espinacas. Gasto promedio por persona: cinco dólares.

11:00 Para una panorámica hay que subir al Vancouver Lookout, un mirador en el edificio Harbour Centre, de 177 metros de altura, en la calle Hastings. Dicen que fue inaugurado por el astronauta Neil Armstrong en 1977.

13:00 Camino por West Hastings Street para conocer Gastown. Todo el barrio está lleno de calles empedradas, cafés y bares. Aquí también está el monumento a Gassy Jack Deighton, el único homenaje en el planeta que se le hace a un borracho, según el guía.

17:00 The Templeton, en el downtown, es un lugar que te transporta a Hawai. Su carta ofrece "comida natural" y porciones perfectas. Ordeno una hamburguesa orgánica con papas. Gasto promedio: 25 dólares.

19:30 Hora de conocer la fábrica de cerveza de Granville Island. Para llegar desde el centro de la ciudad se puede tomar un taxi (35 dólares). El barrio está del otro lado de Vancouver. La visita acaba en la sala de barriles, luego de una explicación del proceso de producción.  Pide la Gastown Amber o la Kitsilano Maple Cream Ale.

DOMINGO

11:30 El Chinatown es el segundo barrio chino más grande de Norteamérica. Visita su mercado nocturno al aire libre. Es temprano, así que voy al café Dim Sun. Pan, té y sopa con verduras por 20 dólares.

 
13:00 Seguimos hacia los jardines clásicos del Dr. Yat-Sen. En la visita te explican el significado de plantas y flores, así como el de las ceremonias.

14:30 Mi viaje sigue hacia la Isla Victoria, pero antes voy al mercado de Granville Island. Me tomo mi tiempo en una de las mesitas para probar varios quesos y un pastel de pescado, compro artesanías, miel, jabones y productos orgánicos canadienses.


Fuente: ( El Universal.mx )

LO MAS LEIDO