La iniciativa, que finalizará en diciembre de 2012, cuenta con un presupuesto superior a los 600.000 euros –financiados en un 75% con fondos comunitarios– y, en ella, participan investigadores de las universidades de Vigo, Almería, Aveiro y Pau e Pays de l’Adour (Francia), además del Instituto Enerxético de Galicia (Inega).
El profesor del departamento de Física Aplicada de la Universidade de Vigo, Jesús Torres Palenzuela, enumeró ayer las fases por las que transcurrirá el estudio: localización geográfica de aguas degradadas, hallar cepas de microalgas adecuadas para la generación energética y, después, monitorización de los cultivos.
Al respecto, el docente de Ingeniería Química en la Universidad de Almería, Francisco Gabriel Acién, detalló que el terreno necesario para una planta energética debería tener, al menos, 1.000 hectáreas.
A mayores, los responsables destacaron que esta iniciativa ataja dos problemas –la contaminación y la energía– y, que a diferencia de otros bioconbustible como el girasol o el coco, las microalgas no se utilizan para la alimentación humana.
Fuente: ( xornal )
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