sábado, 23 de abril de 2016



Pastos marinos mueren a un ritmo inusual y pesca en el sur de la Florida se ve afectada


Un trabajo reseñado por Phys.org da cuenta de un fenómeno que no se experimentaba con tanta rapidez en el sur de la Florida desde 1980.

 Se trata de la muerte de las algas marinas en la Bahía de Florida, ubicada en el extremo sur entre el océano Atlántico y el Golfo de México.

Autor: Foto: Twitter @SeaSaver

" Es como un desierto ", dijo el guía de pesca,  Xavier Figueredo, en el reportaje, en donde relató que solo uno que otro pez aguja y rayas se pueden ver de forma ocasional, pero arrastrándose a lo largo de la parte inferior y enredados con hierbas submarinas muertas.

Los pescadores aseguran que la situación era muy distinta hace apenas 8 meses, y que el lugar era considerado casi una "pradera marina". 

Esas praderas juegan un papel fundamental en la cadena trófica marina, ya que sirven de refugio a los peces pequeños, alimento de sus pares más grandes.

En Florida, donde la pesca recreativa de agua salada es una industria de $ 7.6 mil millones, los expertos consideran que las praderas de pastos un indicador clave de la salud del ecosistema.

Los ecologistas dicen que el problema se debe principalmente a la forma en que los seres humanos han desviado durante décadas el flujo natural de agua dulce de la Florida central hacia el sur  (los pantanos de los Everglades) para proteger plantaciones de caña de azúcar y otros bienes. 

La muerte masiva de la flora marina que comenzó en 1987 y se prolongó durante años, ayudó a desatar planes ambiciosos para proteger la zona, pero los pescadores dicen que el progreso ha sido demasiado lento .

Ahora, ven el cómo se repite el "ciclo de la muerte de nuevo": Las aguas cada vez más calientes y saladas ahogan a las plantas sumergidas,  un fenómeno generado por las sequías y altas temperaturas.

"Los pastos marinos comienzan destiñéndose, luego se desarraigan. Así se transforman en lo que aquí se llama "pasto zombi", explica Steve Davis, un ecologista de la Fundación Everglades, mientras inspecciona Whipray Basin, un área pesquera que solía ser popular.

 Poco a poco, las hojas muertas flotan hacia la superficie, creando islotes apestosos que terminan hundiéndose. Así se crea un ambiente propicio al florecimiento de algas que consumen el oxígeno del agua.

La zona de praderas marinas muertas alcanza unas 110.000 hectáreas, lo que equivale a la superficie de París.

Organizaciones activistas, Captains for Clean Water con más de 9.000 seguidores en Facebook, exigen al Estado una solución. Lo que ellos plantean, es adquirir un terreno al sur del lago Okeechobee -el mayor de agua potable en Florida- para que sirva de embalse de agua fresca que corra hacia el humedal de los Everglades y a la Bahía de Florida.

Fuente: Miamidiario

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