miércoles, 24 de agosto de 2016

Salir de la "zona de amistad" para entrar en el amor

Cada vez son más los expertos que estudian la complejidad de estar en el llamado “friend zone


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Muchos han pasado por la misma situación: conocen a una persona, comienzan a compartir momentos, crean una linda amistad y de pronto, las emociones se vuelven más intensas. En un mundo ideal, el sentimiento de amor que nace es recíproco. Ambos se enamoran, empiezan una relación y viven felices por siempre.
Pero todos sabemos que esa idea está lejos de la realidad. Por más amor que haya en el aire, a veces caemos en la “zona de amistad”.
Según expone la psicóloga social Theresa DiDonato en un artículo en Psychology Today, el amor oculto puede provocar frustración y angustia emocional. ¿Estará interesado? ¿Me arriesgo a mostrar mis sentimientos? ¿Me expongo a perder la amistad? Son solo algunas de las preguntas que surgen al estar bajo la incertidumbre.
No importa si es una nueva amistad o una que ha durado por largo tiempo, las tensiones románticas suelen convertirse en una situación difícil cuando hay tantas emociones envueltas.
No obstante, aunque no siempre es fácil salir de la llamada “friend zone”, no es imposible. Según un estudio de la Universidad de Maryland, “un pensamiento cognitivo sesgado” puede ayudar a convertir una simple relación de amistad en algo más. Este tipo de pensamiento suele distorsionar en cierta medida la realidad, lo que en ocasiones provoca que sobreestimemos los sentimientos del otro.
En otras palabras, exagerar las emociones del otro –como si se sintieran atraídos- nos da la confianza necesaria para entablar conversaciones más íntimas, impresionar con nuevas formas de actuar y hasta coquetear.
Sucede que este “falso pensamiento” puede ayudar a alcanzar buenos resultados y en ocasiones, logramos despertar un interés romántico en ese amigo o amiga.
Del estudio se desprende que si pensamos que otros se sienten atraídos por nosotros, podríamos “enamorarlos” con nuestras acciones. Y lo que parece una simple ilusión puede convertirse en realidad.
Aunque el estudio da luz a los que sufren por amor sin saber si serán correspondidos o no, es importante destacar que esta técnica no siempre funciona. Según los hallazgos de la investigación, esta proyección no siempre conduce a una relación amorosa, puesto que no necesariamente el otro puede considerarnos como posible pareja romántica. En esos casos, simplemente prefieren dejarnos en la zona de amistad.
Pero en el mejor de los casos, aventurarse a coquetear y demostrar otro tipo de interés a esa persona que llamamos amigo o amiga puede ser justo lo que se necesita para dar el próximo paso en la relación.
Quiere decir que convertirse en algo más que amigos siempre tendrá su nivel de riesgo. La pregunta es, ¿Te arriesgarías?
Fuente: El Nuevo Día

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