jueves, 25 de agosto de 2016

Sensibilidad al gluten no celíaca

La sensibilidad al gluten no celíaca, también llamada de modo más breve sensibilidad al gluten, es una intolerancia digestiva a esta proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada, avena y centeno. El gluten es una mezcla de dos proteínas que se llaman glutenina y gliadina, y que son las que confieren a las masas su capacidad elástica. Por este motivo es tan difícil conseguir panes elaborados con harinas sin gluten con características similares a los elaborados con harinas con gluten.
Este trastorno se produce cuando determinadas personas ingieren alimentos que contienen gluten y, al llegar este al intestino, no se produce una buena digestión ni absorción, provocando alteraciones digestivas principalmente.
En personas sensibles al gluten no celíacas, la ingesta de gluten produce sintomatología siempre y, además, se inicia de forma bastante rápida una vez consumido el alimento.
Sin embargo, tal y como se indica, se trata de una intolerancia por lo que, en estos casos, se tolera una cierta cantidad de gluten. Cada persona tiene un umbral de tolerancia diferente que puede fluctuar en el tiempo, pero es difícil encontrar casos en los que no se pueda tomar cantidad ninguna. En esto se diferencia claramente de la enfermedad celíaca.
La sintomatología más frecuente está marcada por la malabsorción a nivel intestinal y consta de dolor y distensión abdominal, flatulencias, diarrea, estreñimiento, náuseas, vómitos, ardor y sensación de quemazón, cansancio, malestar general, etcétera. Si las diarreas son abundantes, frecuentes y mantenidas en el tiempo, se pueden dar casos de deshidratación o déficit de algunos nutrientes por los procesos de mala digestión y absorción.

Fuente: Web consultas

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