domingo, 31 de octubre de 2010

Ecológicos... hasta después de muertos

El ser humano contamina de un modo casi instintivo: lo hace al coger el coche, al encender la luz y, por qué no, también al morir: cada ataúd implica la tala de un árbol, la cremación lanza gases a la atmósfera y otro tanto ocurre con los productos químicos que acompañan todos estos procesos.


"Si tenemos que predicar es con el ejemplo", comenta el responsable de la empresa de entierros ecológicos Limbo, Jordi Requena, para quien, si se quiere proteger la naturaleza, se debe intentar "en la medida de lo posible", ser "ecológicos hasta el final".

Se trata de alternativas más comprometidas con el medio ambiente y que en la a
ctualidad cubren prácticamente todas las variantes de la industria funeraria: ataúdes de cartón, urnas biodegradables, incineración solar, descomposición acelerada... Las opciones son tantas como extravagancias existen.

Mauricio Kalinov, inventor de los ataúdes de cartón Restbox, que fabrica con materiales reciclados, explica que mientras para hacer un ataúd normal se necesita un árbol, con el mismo material "se pueden conseguir 100 ataúdes" ecológicos.

Ataúdes ecológicos

Se trata de cajones de 10,5 kilogramos que se degradan en tan sólo 150 horas y que emiten una cuarta parte del CO2 necesario para uno de madera, razones por las que su inventor considera que las cremaciones con ataúdes de madera "no tienen ningún sentido".

"Las personas, a poco que se lo expliquen, lo entienden", señala Requena, quien ofrece al cliente todo tipo de urnas biodegradables, "una para cada necesidad": para enterrar, para tirar al mar, para lanzar a los ríos o incluso para aprovechar las cenizas como abono.

Las que se depositan en el mar, llamadas "Nu", explica el responsable de Limbo, "lo único que llevan es sal con un aglomerante vegetal", que sirve de "alimento para los peces".

Otra sería la "Geos", que es "completamente de tierra", de modo que en el momento de la ceremonia "se intercambia el tapón por un árbol" que aprovecha la misma urna "como alimento".

También existe la opción económica, consistente en una urna de "cartón reciclado recubierta de corcho".

Además, añade, también disponen de un coche fúnebre eléctrico para realizar el transporte de los ataúdes.

"Evidentemente no es para toda la gente", admite Requena, pero "la gente que ya está concienciada con el medio ambiente sí que lo va demandando" y a muchos otros, "cuando les explicas los beneficios que tienen respecto a las urnas convencionales", también "optan por este tipo de urnas".

Se trata de una tendencia que según el responsable de Limbo "va in crescendo", y añade: "si nosotros no tenemos una mínima responsabilidad" con el planeta, "quizá a nuestros nietos les enseñemos los árboles por internet".EFE




2 comments:

la verdad es que estas opciones de urnas "ecologicas", me resultan de lo mas natural, es mas !!, creo que abaratan los costos funerarios y no tienen nada de extranas , ni de extravagantes...el mundo cambia y en paises, donde se saquean hasta las urnas, son una grande alternativa!!

si pasamos toda la vida, comiendonos a los peces y contaminando, lo natural es que despues de muertos seamos comida de ellos y abonemos un arbol por lo menos.

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