sábado, 30 de octubre de 2010

Smart vive una metamorfosis en Norteamérica

El minicoche de dos plazas ideado por Nicolas Hayek, el reinventor de la industria relojera suiza y el creador de Swatch, revisa su estructura y la hace crecer para responder a la exigencia de los clientes estadounidenses.

El nuevo modelo de Smart se presentará en Estados Unidos en 2011.

El ‘dos plazas’ se transformará en un ‘cuatro plazas’ para el 2011 y mantendrá sus características ecológicas en uno de los países menos comprometidos con los retos del cambio climático.

De los relojes y los chocolates suizos, todo mundo tiene alguna opinión. Pero cuando hablamos de coches suizos, esbozar una opinión se torna más difícil.

Suiza está lejos de ser una potencia automotriz. De hecho, es una importadora neta de vehículos alemanes, franceses, italianos y japoneses, entre otros.

Sin embargo, es autora de uno de los conceptos que más han revolucionado el mercado de los automóviles compactos durante las últimas dos décadas.

Nicolas Hayek, el creador de Swatch, fue también el talento que imaginó un coche diminuto –sólo dos plazas- diseñado para desplazarse en ciudad y autopistas con un bajo consumo de carburante y la posibilidad de estacionarse en casi cualquier sitio.

Una estructura moderna y austera que convino perfectamente a las necesidades del mercado europeo, pero no forzosamente a las del estadounidense.

En un mercado donde la población supera los 300 millones de habitantes, el Smart avanza a paso lento. Y en 2010 revisa prioridades.

¿Autos a cuentagotas?

Antes de 2008, en Estados Unidos los automóviles Smart eran una auténtica curiosidad. Sólo podían obtenerse mediante una solicitud expresa de importación que exigía largos trámites y el pago de múltiples impuestos.
Pero a partir de ese año, el grupo alemán Daimler –corporativo con el que Swatch pactó la fabricación del Smart- decidió comercializarlo en EEUU con un éxito modesto: 24.622 automóviles vendidos en 2008.
En el terreno práctico, menos del 0,1% de los autos que circulan en territorio estadounidenses llevan el sello Smart.

En 2009, la facturación de este tipo de coche se redujo alrededor de un 60% en EEUU, y en 2010 las ventas no han repuntado. Un cambio de estrategia se imponía pues.

Por ello, Jill Lajdziak, presidente de Smart USA, anunció este mes la decisión que tomó el grupo de reconvertir el mini Smart tradicional en un auto semicompacto (cuatro puertas y cinco ventanas) capaz de competir con otros homólogos de este mercado.

En opinión de Lajdziak, el nuevo Smart es más adecuado a las necesidades y gustos del mercado estadounidense, lo que permitirá “aumentar la línea de producción del vehículo y mantener los principios básicos de eficiencia de un Smart tradicional”.

Para ello, Daimler se alía para la fabricación al grupo japonés Nissan.

Todo va bien

Consultado por escrito en la sede de Bloomfield Hills, Michigan, sobre las razones por las cuales el Smart de dos asientos no funcionó en Estados Unidos, Rick Bourgoise, portavoz del grupo dijo a swissinfo.ch: “En realidad nosotros consideramos que sí ha sido exitoso su desempeño”.

Afirmó que en 2008, cuando el Smart fue lanzado en EEUU las ventas superaron las 24.000 unidades. Originalmente, Smart USA había previsto ventas de entre 14.000 y 16.000 autos, citó.

Y desde su perspectiva la comercialización de alrededor de 14.000 unidades en 2009 “fue consistente con nuestras expectativas y producto de una coyuntura económica particular”.

Este 2010, añadió, ha sido un año difícil en materia de ventas para todo mundo. “Tenemos una base de clientes leal y apasionada, interesada en el Smart, y la razón que explica que se hayan vendido alrededor de 40.000 vehículos desde su lanzamiento”.

La transformación

Rick Bourgoise explicó que el nuevo Smart se enfocará en tres aspectos: funcionalidad, tecnología y respeto al medioambiente. El nuevo vehículo –con cuatro plazas y cinco ventanas- “considerará los mismos beneficios, pero con el espacio adicional que solicitan los consumidores del mercado estadounidense”.

La meta es ofrecer un vehículo que sea interesante en términos de precio, pero que combine también ingeniería de clase mundial, un consumo energético modesto y una baja carga de emisiones contaminantes.

Sobre la marcha, EEUU es uno de los países que menos se ha comprometido con el cambio climático y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Pero esta apatía manifestada durante la administración de George W. Bus tenderá a cambiar en el gobierno de Barack Obama.

Por ello, Jill Lajdziak estima que debe mantenerse el rasgo del respeto ecológico que caracteriza al Smart de dos plazas.

Y para asegurar su expansión en un entorno donde todos los países industrializados reducirán cada vez más sus emisiones tóxicas, los automóviles eléctricos ganarán terreno.

Bourgoise declinó precisar el precio de salida que tendrán los nuevos semicompactos Smart en EEUU, pero el acuerdo firmado entre Daimler y Nissan tiene prevista la manufactura del nuevo auto en México, y no en Estados Unidos –donde Nissan tiene plantas en Tennessee y Mississippi- para asegurar precios competitivos.

Andrea Ornelas, swissinfo.ch

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