domingo, 7 de noviembre de 2010

"El viaje de Jane", el lado más íntimo de la naturalista Jane Goodall

Sevilla, 7 nov (EFE).- Justo cuando se cumplen 50 años desde que la naturalista Jane Goodall, Premio Príncipe de Asturias de Investigación 2003, comenzara su defensa del chimpancé de Tanzania, se estrena en toda Europa el documental "El viaje de Jane", un recorrido por la vida de esta mujer entregada a salvar el planeta.




"El viaje de Jane", una producción alemana dirigida por Lorenz Knauer, se estrena hoy dentro de la sección oficial de documentales (EURODOC) del Sevilla Festival de Cine Europeo, que se celebra en la capital andaluza.

El documental es un "recorrido por los lugares" por los que ella ha ido extendiendo su labor y muestra la faceta más privada de esta mujer que siempre va acompañada por "Mr H", un chimpancé "muy viejito" de peluche con rabo ("este tipo de primates no lo tiene") que le regaló hace muchos años un amigo invidente y que ha viajado por "más de 100 países y han tocado más de cuatro millones de personas", explica a Efe Jane Goodall.

A sus 76 años esta prestigiosa primatóloga y naturalista que hace 25 años dejó a un lado su carrera científica para dedicarse íntegramente a salvar el planeta desde su propia organización para jóvenes "Roots & Shoots" (Raíces y Retoños), con sede en más de 100 países, incluido España, se muestra "muy preocupada por el alarmante crecimiento de la población mundial".

"Algo que lleva parejo un enorme deterioro del planeta debido al aumento de la pobreza, lo que obliga a la población a destruir su propio ecosistema para sobrevivir", explica Goodall.

Dama del Imperio Británico, poseedora de la Legión de Honor francesa y Mensajera de la Paz por Naciones Unidas, Jane Goodall no dudó en ponerse en manos del cineasta alemán Lorenz Knauer para llevar a cabo este documental, porque, dice, "el cine te permite llegar a lugares a los que uno solo no puede llegar".

"El viaje de Jane" nos muestra a una mujer que viaja desde muy niña desde Bournemouth, en Inglaterra, al parque nacional Gombe Stream, a orillas del lago Tanganika, convirtiendo así a Tanzania en su segundo hogar.

Acompañada por los chimpancés que la hicieron popular desde que descubriera a uno de esos primates metiendo un palo en un hormiguero para conseguir comida, probando así que el hombre no es el único ser vivo que utiliza materiales para subsistir, Jane Goodall recorre en el documental parajes que van desde las playas de Bournemouth a las llanuras de Nebraska, pasando por la selva tropical de Gombe y los glaciares de Groenlandia.

Rostros populares como los de Angelina Jolie, Pierce Brosnan o Kofi Annan participan en este documental, que compite en el festival de Sevilla con otros como el español "El mar de Aral", que dirige Isabel Coixet.

Lorenz Knauer llevaba desde hacía 20 años madurando la idea de dirigir esta película y cuando conoció hace unos años a Jane Goodall, en Munich, "surgió el flechazo", al descubrir en ella "más que una estrella de cine a un ser humano con estrella", comenta el cineasta a Efe.

Jane Goodall, que se anticipó a los trabajos de otra investigadora como fue Diane Fossey, popular por la película "Gorilas en la niebla", protagonizada por Sigourney Weaver, fundó en 1977 el Instituto que lleva su nombre (JGI), con sede en Barcelona.

Desde ahí, según su director Federico Bogdanowick, se llevan a cabo, principalmente, tres programas diferentes, uno sobre biodiversidad urbana llamado "Biodiverciudad"; otro conocido como "Chimpamigos", que ampara un orfanato de chimpancés en Congo, con más de 150 ejemplares y que dirige una "futura Goodall", la española Rebeca Atencia, y un tercero que se encarga del reciclaje de móviles, "Movilizate por la selva".

"Nuestro planeta tiene futuro", dice tajantemente la naturalista, "pero todos tenemos que aportar nuestro grano de arena acabando con el estilo poco saludable de vida que llevamos y concienciando, sobre todo, a los más jóvenes de que hay que portarse mejor" con nuestro planeta.

"El hombre y el mono somos muy similares en lo bueno y en lo malo, pero nosotros tenemos un cerebro más desarrollado, por lo que está en nuestras manos la defensa de la Tierra", concluye la científica.EFE

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