jueves, 10 de febrero de 2011

Dakar, bastión de la sociedad civil

Por Sergio Ferrari, swissinfo.ch

El Foro Social Mundial (FSM) se consolida como espacio privilegiado de encuentro e intercambio de la sociedad civil planetaria, coinciden participantes suizos.




 
Y  esta edición de Dakar 2011, en particular, constituye “un efectivo ejercicio de desobediencia de la sociedad civil hacia un modelo económico hegemónico”, enfatiza Beat Dietschy, secretario general de la ONG ‘Pan para Todos’.

El FSM brinda la  posibilidad única a diversos actores sociales de todo el mundo “para encontrarse, intercambiar, avanzar en el diagnóstico de la situación y empezar a pensar en probables alternativas”, subraya el teólogo.

Margareta Kiener Nellen, diputada nacional (Partido Socialista) e integrante del grupo de seis parlamentarios suizos en Dakar, comparte su concepción. “No me imaginé que este Foro tenía la dimensión multitudinaria que descubrí aquí”, señala sin ocultar su sorpresa.

Diputada nacional y miembro del Comité Internacional de las Mujeres por la Paz considera  que “este encuentro ciudadano es privilegiado y nos da muchas posibilidades de tejer redes”.

En una de las actividades públicas, narra la diputada de Berna bernesa,  la abordó una representante de una organización de mujeres contra la militarización de la sociedad de Costa de Marfil.

“Rápidamente pudimos construir lazos estrechos y programamos una colaboración mutua a comenzar durante una próxima visita que ella tiene programada a Ginebra en la tercera semana de febrero”.

Ese tipo de ejemplos, “demuestra la potencialidad de este espacio que, pienso, es el único hoy por hoy que permite a la sociedad civil planetaria  encontrarse, verse la cara, tocarse y sentirse. Y avanzar en acciones comunes”.
 
La percepción de los fundadores

El FSM es fundamentalmente un espacio de la sociedad civil, sentencia en entrevista con swissinfo,ch Francisco Chico Whitaker, uno de los cofundadores del FSM en 2001 y miembro de su Consejo Internacional.
Al hacer una lectura retrospectiva, Whitaker señala “cinco novedades” o “aportes del FSM” en esta década de existencia:

Ser un espacio privilegiado de encuentro de miles de representantes sociales y políticos del mundo entero. En segundo lugar, “la organización de ese espacio de tal forma que facilita el reconocimiento y aprendizaje mutuo, el intercambio de experiencias, la identificación de convergencias y la posibilidad de nuevas alianzas”.

Además, el hecho de “comenzar a considerarse como positivo, en la lucha política, la diversidad de acciones y la autonomía de los diferentes actores”.

Sin menoscabar un cuarto aspecto conceptual: “La construcción de una nueva cultura política, basada en la horizontalidad de las relaciones, en la corresponsabilidad, en la preocupación de no imponer sino dialogar, en la búsqueda del consenso que nos hace a todos más felices y más fuertes…

Una cultura política que se corresponde con el “Otro Mundo Posible”.
En cuanto al quinto aspecto, enfatiza el Premio Nobel alternativo de la Paz 2006, “consiste en la afirmación del altermundialismo como un movimiento multiforme, multifacético y diverso que amplía la acción política más allá de los partidos y del poder político”.

La afirmación anterior se basa en la comprensión de que los partidos no pueden pretender el monopolio de la acción política y que la acción que transformará eficazmente el mundo deberá implicar a todos los segmentos sociales y a cada uno de los miembros de la sociedad, reflexiona Whitaker.

Ante la crítica de una parte de la prensa internacional que afirma que estos foros pueden ser útiles, interesantes, incluso simpáticos y constructivos, pero insuficientes para ofrecer alternativas reales, Whitaker contesta con vehemencia.

“Pienso que es fundamental ampliar la mirada y profundizar los conceptos de acción y reflexión. Estoy convencido que las dos son esenciales y absolutamente necesarios desde nuestra perspectiva de cambio de mundo por la que optamos: una reflexión sin contemplar la acción sería  un ejercicio intelectual no comprometido y la acción sin una previa reflexión, sería irresponsable.

En este marco, es claro que el FSM-espacio debe ser comprendido como un instrumento indispensable para la sociedad civil y  al servicio de su acción. Espacio para que los participantes puedan revisar y evaluar lo que se hace; para restituir, e incluso redefinir,  los objetivos que buscará la acción en las coyunturas internacionales siempre nuevas; para pensar de nueva cuenta  la eficacia de las maneras y medios de acción que son empleados y crear otros medios o valorizar nuevas experiencias.

El planeta no va bien, concluye Whitaker, y debemos hacer esfuerzos mancomunados para encontrar opciones a la crisis financiera, de civilizaciones, climática, de migraciones. “Y esto lo hacemos entre todo o no lo hace nadie. No podemos esperar solo de los Gobiernos e instituciones internacionales las respuestas milagrosas”, concluye.
 
Programa en puerta

Luego de un arranque con problemas logísticos y faltas de salas para los talleres y actividades auto-gestionadas, este martes el FSM entró en una nueva dinámica de mayor funcionamiento y organización.
Las organizaciones suizas que propusieron actividades, es decir el sindicato UNIA, la ONG de voluntariado E-CHANGER, y la Alianza Sud pudieron realizar entre lunes y martes sus conferencias y mesas de debate.

EL FSM clausurará esta edición el viernes 11 con una Asamblea General. El día previo, en alrededor de medio centenar de Asambleas Temáticas analizarán entre otros el cambio climático, crisis financiera, migración, desafíos para las mujeres, acaparamiento de tierras etc.

Sergio Ferrari, swissinfo.ch

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