martes, 8 de febrero de 2011

Visión en verde

Por producto.com.ve 
EL reto de la responsabilidad social en materia de ambiente es trascender elementales iniciativas "ecológicas", por lo general aisladas de la filosofía y función del negocio, para operar con eficientes sistemas de gestión

Complejo resulta acercarse al componente ambiental de la responsabilidad social en Venezuela porque esta parte de la ecuación de sustentabilidad sigue comprendiéndose en muchos casos de manera elemental y aislada, no solo de la gestión de las empresas, sino de los problemas ambientales que requieren aportes privados.


En la Encuesta de RSE y Gestión Ambiental de Espiñeria, Sheldon y Asociados, ya citada en otra parte de este informe, se reveló que solamente 14% de los consultados cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental (SGA). Si se suma el 17% de las empresas que afirmaron tenerlo en proceso de diseño o implementación, se llega un 31%. En sentido opuesto, 45% afirmó no disponer de un SGA.

Salvo en grandes empresas industriales o en sectores de hidrocarburos, productos químicos para las que resulta un imperativo la actuación ambiental responsable, muchas empresas hacen gala de iniciativas en su mayoría aisladas de la razón de ser del negocio.

Sin embargo, se encuentran valiosos esfuerzos guiados por el compromiso hacia la búsqueda de soluciones a problemas específicos, tal como el que se presenta -por ejemplo- en el Lago de Maracaibo. El Banco Occidental de Descuento dio origen a la Fundación Ayudemos al Lago. Con un aporte inicial de 2 millones de bolívares, sus acciones facilitan la coordinación entre los sectores público y privado frente al problema de contaminación del Lago de Maracaibo.



Además de apoyar a investigadores regionales, la fundación ha dedicado recursos a la educación ambiental. "Estamos trabajando en el tema educativo y lo conectamos con otras acciones del banco a través de Talento Educativo BOD", afirma Evelyn Chacín, gerente de relaciones públicas e inversión social del BOD. Cuenta que se han desarrollado tres publicaciones. Una de ellas la Guía ilustrada para ayudar al Lago de Maracaibo, que se ha distribuido en todas las escuelas del estado. También, gracias a una alianza con la Asociación Venezolana para la Educación Católica (AVEC) y Fe y Alegría, se han formado 200 docentes estadales en materia ambiental.



El banco también estableció una alianza con una empresa rental de la Universidad del Zulia denominada EcoLuz por la cual optan a una certificación de Energía Inteligente. Ya se cumplió la fase de inspección y se están haciendo los correctivos en la torre BOD de Maracaibo en cuanto a temperatura, iluminación y otros factores.


El libro rojo muestra


En el BOD se comparte el principio de que es una empresa zuliana que aprendió a hacer negocios desde el Zulia para Venezuela. Siempre tiene presente mantener su identidad. En consecuencia, no queda duda que el compromiso por solucionar los problemas ambientales del lago de Maracaibo es legítimo.



En cambio, para una empresa de presencia global que, a su vez, tiene operaciones en distintas partes de Venezuela, apostar por lo regional no es válido. Por ello, se ven iniciativas orientadas a salvaguardar los distintos ecosistemas de todo el país.



Es el caso de Shell de Venezuela que, en conjunto con Lenovo, patrocinó el Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Más allá de que ciertamente es una publicación, en ella se recoge la labor científica que ha impulsado Provita en torno a la clasificación y evaluación de ecosistemas amenazados, yendo más allá de los libros rojos de flora y fauna.



Libro Rojo (o Lista Roja) se denomina en el mundo científico a los inventarios del estado de conservación de especies. No había hasta ahora ninguno dedicado a sistemas ambientales.



El Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres en Venezuela está vinculado a la Iniciativa Especies Amenazadas (IEA) que Provita lleva adelante desde el año 2003 acerca del peligro de extinción de flora y fauna. Durante 2010 se desarrollaron 34 investigaciones. Otras 35 becas en este campo ya cuentan con fondos gracias al aporte de Shell, Consorcio Precowayss, Inversiones Balsam, Comité Técnico Industrial, Inversiones Mida, Vida y Patrimonio Corretaje de Seguros y Agrobigott.



Su realización requirió el diseño y aplicación de una metodología original por parte de la organización, contando con el apoyo del Fondo Nacional para la Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC); también de Fundación Empresas Polar, Wildlife Trust, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus comisiones de Manejo Ecosistémico y de Sobrevivencia de Especies, (UICN).



Luis Prado, presidente de Shell en Venezuela, afirmó a PRODUCTO que patrocinar esta obra es muestra del compromiso de la empresa con el desarrollo sustentable. "Como empresa energética necesariamente tenemos que tomar en consideración lo económico, la rentabilidad de la empresa, el impacto ambiental de nuestras actividades y la relación con las comunidades. En las operaciones que tenemos en Venezuela tenemos estándares muy elevados que tienen que ver con la seguridad industrial, el higiene ocupacional y el ambiente."



Otra empresa energética mundial, Total, ha promovido con éxito su concepto de sustentabilidad a través de la utilización de la energía solar en comunidades indígenas Warao en el Delta del Orinoco. En la actualidad esas comunidades son beneficiarias y a la vez responsables del servicio de electrificación.



En 2008 se habían instalado 458 sistemas fotovoltaicos.Para 2010 se esperaba completar la meta de 200 hogares beneficiados con este proyecto. El sistema ha permitido, no solo iluminación, sino acceso a salud a través de telemedicina y a educación.


Recuperación, reciclaje y reaprovechamiento

Otra iniciativa por la que se reconoce la labor de RSE de Excelsior Gama (Ver "Empresas con causas", página 44) es la ambiental. Comenzaron, como muchas otras empresas, con la recuperación de áreas verdes, pero no se quedaron en ese nivel básico. Luego iniciaron un proyecto de reciclaje con O-I de Venezuela. Posteriormente incorporaron el reciclaje de papel y cartón en alianza con empresas recuperadoras.


En el reciclaje de vidrio y papel no solo se recuperan los desechos de cartón producidos por la operación de cada tienda, sino el que llevan clientes a los supermercados, que funcionan como puntos de recolección. Desde hace un año llevan adelante una prueba piloto por la que también reciclan desechos de origen vegetal que se generan en la sección de alimentos frescos. La empresa Orgánica Operadora de Recolección los recoge diariamente para su utilización posterior como material de compostaje. A octubre de 2010 habían reciclado 630 toneladas en cerca de diez sucursales.



Excelsior Gama decidió vincular su marca al concepto ecológico. Bajo la denominación Ecocausa EG difunde información a través de un sitio de internet cuyo contenido está a cargo de la ONG Vitalis. También marcó el camino en el sector supermercados introduciendo las EcoBolsas, de las cuales han vendió 40 mil desde febrero 2009. Otra cantidad similar de ellas, con nuevos diseños, estarán disponibles en el primer trimestre de este año.


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Fuente: ( Revista Producto )

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