Entre las profecías de civilizaciones milenarias y acontecimientos astronómicos actuales, en los últimos meses la atención se ha centrado en la trayectoria de un cuerpo extraño llamado “Elenin” que orbita el sistema solar y cuya presencia podría desencadenar cataclismos en la Tierra.
Catedráticos, astrónomos y hasta aficionados aseguran que saber cuándo y dónde se registrará un terremoto es imposible en la actualidad y sólo se conoce que son generados por la energía que retienen las placas tectónicas, sin embargo la respuesta para evitar la muerte masiva de personas podría estar en el universo.
Nuestra galaxia, es decir la Vía Láctea, está conformada por varias estrellas centrales y miles de objetos orbitando, incluyendo al sistema solar formado por el Sol que, a la vez, es rodeado por diferentes planetas, entre ellos la Tierra, y otra cantidad de cuerpos menores, como los astros enanos, cometas, asteroides y meteoritos.
La relación de hechos entre estos objetos del universo y la vida en la Tierra a medida que avanza el tiempo es más estrecha, y genera diversas teorías sobre su incidencia en los fenómenos naturales que afectan directamente a la humanidad.
¿VIENEN TERREMOTOS?
Un grupo de jóvenes capitalinos, aficionados al análisis e interpretación de los acontecimientos galácticos, señala que estudios de la Universidad de Cornell y otros importantes centros de estudios superiores de Estados Unidos, relacionan los terremotos a la alineación de los planetas del sistema solar.
Se trata de Juan Carlos, Oliver y Khaled Handal y Francisco Pavón, quienes han desarrollado una particular forma de interesarse por el cosmos y el futuro de la humanidad.
Uno de estos jóvenes estudiosos, Oliver Handal, indicó que un reporte del geofísico Mensur Omerbashich ha propuesto que las alineaciones planetarias provocan los terremotos en un 90 por ciento arriba de los seis grados en la escala de Richter, mientras que el otro diez por ciento se le atribuye a la reacomodación de las placas tectónicas.
Algunos astrónomos y otros estudiosos apuntan que la predicción de los terremotos se puede hacer observando el comportamiento de los planetas.
Esta hipótesis es importante para la humanidad porque de esta forma se pueden pronosticar los movimientos sísmicos y evitar la muerte masiva de personas.
Según el estudio de Omerbashich, las alineaciones de tres días pueden causar actividades recurrentes en cualquier país del planeta en el primer día, al segundo completan la alineación y causa el fuerte movimiento sísmico, dejando las secuelas o réplicas para el tercer período de 24 horas.
Handal señaló que el problema es que la ciencia no ha logrado perfeccionar este método y determinar una zona específica dónde va a suceder un terremoto, y aunque algunas veces las autoridades saben lo que sucederá no se arriesgan a alarmar a todo un conglomerado.
La incertidumbre gira en precisar las zonas de los terremotos en un futuro muy cercano y si las agencias de inteligencia, así como las mismas autoridades nacionales, instruirán a la población acerca de lo que puede suceder para que esté preparada.
Pero recomendó a cada quien que tome sus medidas de precaución, comenzando por instruirse por medio de la red de la internet, en sitios de alta credibilidad científica que son una puerta abierta a la información.
El monitoreo de los astros se puede hacer mediante páginas, como la de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.
De esta forma, se debe mantener un punto de balance entre el escepticismo y la soberbia científica para no alarmarse innecesariamente, pero sí tener el conocimiento para poder tomar la mejor decisión posible individual o colectivamente en caso de una emergencia.
NUEVO Y EXTRAÑO CUERPO
Los jóvenes investigadores Francisco Pavón y Oliver Handal aseguran que expertos de universidades reconocidas de Estados Unidos y la misma NASA pueden predecir los peligros del universo para la humanidad.
Es así como los jóvenes estudiosos alertan sobre la aparición de un nuevo cuerpo en el sistema solar que se alinea con la Tierra, detectado en diciembre del 2010 por el astrónomo ruso Leonid Elenin, desde un observatorio en Nuevo México (Estados Unidos), ha despertado el interés de astrónomos y científicos de otras disciplinas, como la geofísica.
Científicamente “Elenin” está identificado como C/2010 X1, y ha generado una serie de predicciones y estudios alrededor del mundo e, incluso, se le está relacionando con posibles seres extraterrestres.
Otro de los miembros de este grupo de Tegucigalpa, Francisco Pavón, explicó que después de haberlo detectado, el astrónomo ruso indicó que su “cometa” tenía de tres a cuatro kilómetros de diámetro y la cola (parte más grande) es de una longitud de 30,000 kilómetros, además que “Elenin” en su punto más cercano con la Tierra pasará a 34 millones de kilómetros.
Pero últimamente, especialistas de Estados Unidos han usado a “Elenin” para explicar que las alineaciones de este cuerpo con la Tierra han causado los últimos terremotos.
Esta sorprendente revelación ha despertado la sospecha, en las redes virtuales de la web, de que “Elenin” podría ser algo más grande, como un planeta similar a Júpiter o una enana café (objeto casi invisible), en caso de entrar al sistema solar interior causaría desastres, si bien no hay evidencia alguna, constituyendo suposiciones sin sustento científico hasta el momento.
LAS ALINEACIONES
El problema es que las alineaciones del supuesto “cometa” podrían, según Omerbashich, estar causando desastres, como sucedió en Chile el 27 de febrero del 2010, con un terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter.
En septiembre de ese mismo año, se alineó y sucedió el terremoto de Christchurch, Nueva Zelanda, con una magnitud de 7.2 grados, y el 11 de marzo ocurrió el movimiento telúrico de 8.9 grados en Japón.
Para algunas fuentes, como el astrónomo y geofísico ruso Mensur Omerbashich, la alineación de “Elenin” con los planetas y el Sol podría ser la causa de los terremotos en el mundo.
Según el estudio de Omerbashich, cada vez que ocurre una alineación entre la Tierra, “Elenin”, y un tercer planeta o el Sol, se genera un seísmo de notable magnitud.
El experto ruso asegura que “la sismicidad de la Tierra puede emerger como una respuesta natural a su alineación con otros cuerpos celestes”.
La próxima alineación entre el Sol, la Tierra y “Elenin” está prevista para el 27 de septiembre del 2011 y lo más cercano que estará el “cometa” será a una distancia de 34 millones de kilómetros, el 16 de octubre.
Si las afirmaciones de Omerbashich resultaran ciertas y en realidad se trata de un cometa con características particulares, como más actividad electromagnética, podría causar algún terremoto de magnitud significativa, alterar al Sol y causar daños al magnetismo de la Tierra.
Otras fuentes han propuesto que el objeto podría ser una enana café y provocaría un cataclismo, pero no es de alarmarse, porque son teorías no comprobadas, aunque es importante conocer que el universo es cambiante e impredecible, apuntó Pavón.
Este tipo de eventos se asocia a predicciones como el fin de la cuenta larga del calendario maya, el 21 de diciembre del 2012, o las de la cultura sumeria, las predicciones chinas y hasta una supuesta raza de extraterrestres que vagaría por el cosmos sobre “Elenin”.
Jóvenes de diversas carreras, pero sobre todo astronomía, física y geofísica, han volcado su interés por el estudio del sistema planetario terrestre y su interrelación con el cosmos.
Este último detalle coincide con lo expuesto por otras fuentes sobre la existencia de un gigantesco planeta llamado Hercolubus, del sistema Tylo, que se aproximará a la Tierra y con su gran su tamaño (unas seis veces mayor que Júpiter) y sus parámetros orbitales van a causar enormes catástrofes. Hercolubus es un planeta gigantesco que pertenece a un sistema solar llamado Tylo. Hercolubus con su gran tamaño (unas seis veces mayor que Júpiter) y sus parámetros orbitales va a causar enormes catástrofes en la Tierra.
Reportes indican que el sistema solar Tylo se compone de la estrella Tylar alrededor de la cual giran los planetas Hercolubus, Phema, Épsilon, Hegama, Tylon y Lylio. Es un sistema solar parecido al nuestro y se está acercando a una gran velocidad hacia la Tierra, y en un futuro próximo provocará terribles cataclismos en el planeta.
Con todo, en una entrevista reciente, el astrónomo Elenin indicó que “mi cometa pasará a una distancia de 34 millones 400,000 kilómetros de la Tierra y es completamente seguro para nosotros”, y no habría ningún evento catastrófico, según él.
Debido a la ola de especulaciones y creencias sobre qué puede suceder con la Tierra, catedráticos de la Facultad de Ciencias Espaciales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y otros observadores, señalan que es importante el despertar del interés que muestran las personas, sobre todo los jóvenes, por la astronomía.
| “Elenin” pasará cerca como cualquier cometa |
 Ricardo Pastrana: “Elenin es de una órbita hiperbólica”. “Elenin” es de un órbita hiperbólica con un período grande de giro, y “como nos han visitado otros cometas, lo hará, pero sin ningún peligro, ya que el punto más cercano a la Tierra está localizado a unos 35 millones de kilómetros”, detalló. La fecha prevista de acercamiento al planeta, según los cálculos, es el 16 de octubre del 2011 y no se verá a simple vista, La primera vez que se logró ver fue a finales del 2010. Para el catedrático, el estudio del universo debe ser interés de todos permanentemente y no sólo por lo que va pasar en el 2012 y la aparición de nuevos cuerpos que se relacionan con predicciones o catástrofes, que al final son supersticiones. Precisó que las especulaciones e historias exageradas que surge cuando se acercan fechas de predicciones motiva que las persones se vuelquen al estudio de la ciencia en busca de sus inquietudes, para lo cual deben buscar fuentes certificadas para que no entren en temores. |
| Movimientos de placas generan los seísmos |
 Aníbal Godoy: “Todo es una acumulación de energía”. Los terremotos ocurren debido a que las placas tectónicas, especialmente las convergentes, chocan entre sí, acumulando energía hasta que la presión hace que se rompan y ocurra el seísmo. “La alineación de los planetas no tiene nada que ver y sí se debe más a la acumulación de energía que se puede dar durante miles de años, dependiendo de la zona y la placa tectónica”, agregó. Por ejemplos, hay unas placas que se mueven continuamente de forma horizontal con respecto a las otras, como con la de Norteamérica, dividida por el río Motagua con la del Caribe. La placa de Norteamérica se mueve hacia el Pacifico a 22 milímetros por año, significando que esa energía la empuja o se va acumulando hasta generar un terremoto de gran magnitud. |
Fuente: ( la tribuna hn )
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