U. de La Salle desarrolló técnica para 'colombianizar' la paulownia, árbol de China.
A pesar de la enorme biodiversidad colombiana, con todo tipo de plantas y animales, había muchos ingenieros forestales o ecologistas que miraban la naturaleza de China con cierta envidia, todo porque allí crecía la paulownia, un árbol mágico, el rey de las plantas, algo así como un ser vivo de alto rendimiento.
Sin embargo, la especie ya está en el país. La novedad es que investigadores de la universidad de La Salle lograron desarrollar una tecnología que permite 'colombianizar' la paulownia, conocida también en Japón como 'kiri', para que crezca en cualquier región del país como si fuera nativa y no se vuelva invasora.
Lo bueno de que la tengamos entre nosotros es que captura más del doble del dióxido de carbono que habitualmente logra retener un árbol común.
Sus hojas pueden servir de alimento para la fauna, porque tienen valores nutricionales similares a los de la alfalfa, y se reproduce tres veces más rápido que un árbol tradicional. Por eso su madera, resistente y muy parecida al balso, puede usarse comercialmente desde el sexto u octavo año de crecimiento, objetivo que con otras especies sólo se logra en 12 o 15 años.
Andrés Morales, vocero del grupo investigador de La Salle, explicó que a través de procedimientos 'in vitro', la semilla de la paulownia se modifica y se 'programa' para que se adapte, por ejemplo, a las condiciones ambientales de un municipio caluroso del Valle o a las de uno frío de Antioquia.
Es una estrategia diferente a simplemente traer la semilla del exterior y sembrarla sin tratamientos específicos; lo que según los expertos puede representar un riesgo ambiental.
Morales agregó que tecnologías forestales como esta darían opciones de reforestación y de negocio a las comunidades, que eventualmente podrían aprovechar esta especie para diseñar proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), lograr bonos de carbono y buscar ingresos del exterior.
Sin embargo, la especie ya está en el país. La novedad es que investigadores de la universidad de La Salle lograron desarrollar una tecnología que permite 'colombianizar' la paulownia, conocida también en Japón como 'kiri', para que crezca en cualquier región del país como si fuera nativa y no se vuelva invasora.
Lo bueno de que la tengamos entre nosotros es que captura más del doble del dióxido de carbono que habitualmente logra retener un árbol común.
Sus hojas pueden servir de alimento para la fauna, porque tienen valores nutricionales similares a los de la alfalfa, y se reproduce tres veces más rápido que un árbol tradicional. Por eso su madera, resistente y muy parecida al balso, puede usarse comercialmente desde el sexto u octavo año de crecimiento, objetivo que con otras especies sólo se logra en 12 o 15 años.
Andrés Morales, vocero del grupo investigador de La Salle, explicó que a través de procedimientos 'in vitro', la semilla de la paulownia se modifica y se 'programa' para que se adapte, por ejemplo, a las condiciones ambientales de un municipio caluroso del Valle o a las de uno frío de Antioquia.
Es una estrategia diferente a simplemente traer la semilla del exterior y sembrarla sin tratamientos específicos; lo que según los expertos puede representar un riesgo ambiental.
Morales agregó que tecnologías forestales como esta darían opciones de reforestación y de negocio a las comunidades, que eventualmente podrían aprovechar esta especie para diseñar proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), lograr bonos de carbono y buscar ingresos del exterior.
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