Una fuerte réplica sísmica sacudió Japón el jueves por la noche, casi un mes después del devastador terremoto y tsunami que arrasaron la costa noreste del país.
El temblor dejó sin electricidad el norte del país y provocó alertas de tsunami, que eventualmente fueron retiradas.
En un principio se calculó una magnitud de 7,4, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos, en Golden, Colorado, ajustó el cálculo a 7,1. Más allá de esta diferencia, el sismo ha sido por mucho una de las réplicas más fuertes desde el terremoto del 11 de marzo de 9,0 de magnitud y el tsunami subsecuente que dejaron unos 25.000 muertos, destrozaron miles de hogares y desataron la actual crisis en una planta nuclear.
No hubo reportes inmediatos de heridos o daños materiales graves. La empresa operadora de la planta Fukushima Dai-ichi, dañada el 11 de marzo, dijo que no había señales de que la réplica hubiese provocado nuevos problemas ahí. Como precaución los trabajadores de la planta se retiraron a un edificio resistente a sismos y ninguno resultó herido.
El sismo ocurrió alrededor de las 11:30 p.m. Las autoridades dijeron que se produjo a 50 kilómetros (30 millas) bajo la superficie del agua cerca de la costa de la prefectura de Miyagi.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el epicentro se ubicó a 65 kilómetros (40 millas) de Sendai y a 330 kilómetros (205 millas) de Tokio.
La agencia de seguridad nuclear de Japón dijo que las plantas en la costa noreste del país estaban bajo control pues los generadores de emergencia funcionaron correctamente en tres de ellas: Rokkasho, Higashidori y Onagawa.
La réplica se sintió hasta Tokio, donde los edificios oscilaron durante un minuto.
El sismo tuvo la fuerza suficiente para derribar objetos de los estantes y mover un cajero automático en el supermercado FamilyMart en el centro industrial de Sendai, donde la gente estuvo sin electricidad y gas por semanas tras el terremoto, a pesar de que la ciudad no fue afectada por el tsunami.
En Ichinoseki, los edificios se sacudieron violentamente, pero no se registraron daños de consideración. Inmediatamente después del temblor, se cortó la energía eléctrica. El tráfico siguió circulando normalmente y la gente se congregó en las calles a pesar de lo avanzado de la noche.
La policía se dedicó el jueves a buscar miles de cadáveres antes de que se descompongan a lo largo de un estrecho en el litoral del noreste del Japón que fue más golpeado por el maremoto, donde no se podía acceder debido a la fuga radiactiva de la planta de Fukushima.
Más de 15.000 personas aún siguen desaparecidas. Es posible que muchas de ellas hayan sido arrastradas hacia el mar y nunca sean encontradas.
Ahora las autoridades dicen que no queda mucho tiempo para encontrar e identificar a los muertos y están acelerando esos esfuerzos.
Fuente: ( chron.com )
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