domingo, 24 de abril de 2011

Milenio 3: 'Las últimas tribus perdidas'

De la mano del explorador Carlos Llandres, uno de los hombres de confianza de Félix Rodríguez de la Fuente, descubrimos los misterios milenarios de las comunidades indígenas desconocidas. 

 

 

En pleno siglo XXI siguen existiendo tribus que luchan por sobrevivir. Un ejemplo de ello son los Sentinel, que fueron descubiertos tras el desastre del Tsunami ocurrido en 2004 en el Océano Índico. Una cultura que no había tenido contacto con la humanidad.
Entre los indígenas y el hombre blanco hay rivalidades: las farmacéuticas quieren saber los conocimientos medicinales ancestrales y las madereras quieren entrar en estas comunidades para hacer negocio. El caucho, las armas o el oro son solo algunas de las envidias del hombre por la selva y los indígenas tratan de defender lo que es suyo. Algo que acaba en muchas ocasiones en luchas con resultados catastróficos.

Cuando una persona va a estas comunidades tiens que ser lo más noble posible, no ser brusco y tratar de olvidar todo lo que sabe del mundo para intentar adentrarse en el suyo sin ser una amenaza. Incluso, como cuenta Carlos Llandres a veces tampoco puede ayudarles sin jugarse la vida.

Expediciones malditas

Algunos exploradores que han ido en busca de estas tribus no han vuelto a aparecer. En 1978, el antropólogo británico Oliver Byron Borough se adentró en la zona selvática de la frontera entre Ecuador y Perú para buscar datos sobre algunos de sus poblados. Consiguió contactar con una de las tribus que le esperaban. Le confundieron con un enemigo y desapareció.

Uno de los últimos exploradores, el noruego Lars Hafskjold trató de llegar a una tribu de Bolivia, los Toromonas de los que se tiene constancia desde el siglo XVI. Una vez en la selva, acompañado por René Ortiz decide quedarse solo y adentrarse en busca de la tribu, decisión extraña y por la cual no se volvió a saber de él. Se han dado varias hipótesis, desde que fue secuestrado por la guerrilla, hasta que se había muerto ahogado en el río e incluso que le han visto con los Toromonas y que es un sacerdote blanco dentro de esta comunidad no contactada.

De la Universidad en Londres a jefe de Emberá

Ricardo, estudiante en la universidad de Londres, recibió la llamada de Carlos Llandres y las autoridades panameñas. Su abuelo, chamán de la Comunidad Emberá, entre Panamá y Colombia, necesita hablar con él, es el heredero de los conocimientos ancestrales de su tribu. Ricardo cogió un billete sin vuelta a ver a su abuelo con el cual estuvo encerrado cuatro días en una cabaña, hasta que le fueron legados todos los secretos de su familia. A la mañana siguiente, el chamán falleció.

Fuente: ( cadenaser )

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