sábado, 9 de abril de 2011

Niños autistas practican surf como motivación y diversión

Casi 150 niños autistas vivieron hoy el sueño de deslizarse por las olas de la playa de Jobos, en Isabela, localidad de la costa noroeste de Puerto Rico, acompañados de deportistas de la organización "Surfers Healing".



La Alianza de Autismo de Puerto Rico organizó por tercer año consecutivo un campamento de surf que tiene como objetivo que los niños experimenten, al menos una vez al año, la práctica de una especialidad deportiva con claros beneficios para quienes padecen ese trastorno.

La playa de Jobos, considerada meca de las olas en la isla caribeña, cambió hoy su imagen habitual poblada de surferos de todo el país y el extranjero para dar paso a una escena en la que los protagonistas fueron niños autistas puertorriqueños.

Los deportistas estadounidenses de la organización Surfers Healing, dedicada a impartir clases de esa especialidad a niños que sufren autismo, llegados desde California y Hawai, comenzaron desde primera hora del día a montar sobre sus tablas a los pequeños.

La playa de Jobos contribuyó con sus espléndidas condiciones hoy a que el evento fuera un éxito, ya que el mar produjo durante horas unas perfectas olas de medio metro, el tamaño adecuado para una actividad de estas características.

La presidenta de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, Joyce Dávila, señaló a Efe que hay padres a los que se les saltaron las lágrimas al ver a sus hijos deslizarse por las olas bajo la supervisión de surfistas profesionales.

"Es excepcional para ellos", dijo Dávila, madre de una niña autista de 11 años, que aclaró que la actividad es una forma de motivar y divertir a los pequeños más que una terapia.
"Con la práctica del surf no se van a sanar pero se trata de una experiencia única", explicó, tras apuntar que fue hace tres años cuando contactaron con Surfers Healing, organización fundada por el matrimonio Paskowitz, padres de un hijo que padece autismo.

Dávila resaltó que los niños autistas tienen muy pocas posibilidades de practicar deporte en su vida diaria y que, por tanto, es una cita única de la que muchos de ellos hablan durante el resto del año.

Surfers Healing cuenta como representante en Puerto Rico con Ángel "Pito" Rodríguez, surfero local que hoy se sumó como otro voluntario más para subir sobre su tabla a los niños autistas.

"Pito" Rodríguez señaló a Efe que los surferos estadounidenses presentes en la Playa de Jobos son reputados profesionales de la especialidad en su país, lo que resalta el esfuerzo realizado por trasladarse a Puerto Rico para colaborar en esta actividad de forma desinteresada.

Explicó que además de grandes deportistas son personas con las habilidades adecuadas para tratar a niños con autismo, que como dijo rara vez dan problemas a sus monitores cuando surcan olas sobre una tabla.

"Los niños experimentan la misma energía que nosotros cuando practicamos este deporte", subrayó "Pito" Rodríguez, quién dijo que el contacto con el agua tiene evidentes beneficios para los niños autistas.

El evento de hoy sirvió también para dar a conocer los problemas que sufren los niños que padecen autismo en la isla caribeña, que según la Alianza de Autismo de Puerto Rico podría afectar hasta 7.000 personas.

La presidenta de la organización denunció que la falta de centros educativos especializados provoca problemas de adaptación de los niños autistas, cuyos padres tienen que recurrir en muchas ocasiones a centros privados cuyos costes -de más de 2.000 dólares mensuales- no todos pueden afrontar

Añadió que el Gobierno solo ofrece la posibilidad de incorporación de los autistas a las escuelas comunes, con la promesa de facilitar el proceso de adaptación de los niños, algo que en muchas ocasiones no es posible, según denunció.

La organización Surfers Healing fue fundada por Israel y Danielle Paskowitz, cuyo hijo, Isaiah, fue diagnosticado de autismo a la edad de tres años.

Israel, un antiguo surfero, tuvo un día hace años la idea de subir a su hijo a una tabla y deslizarse juntos por las olas, experiencia que tuvo un impacto positivo para Israel.

La pareja organiza desde entonces campamentos de surf por las playas de Estados Unidos en lo que se ha convertido en una forma de combatir el aislamiento que produce en los niños este transtorno.

El autismo es un desorden neurobiológico que aparece aislado o en conjunto con otros trastornos biomédicos que afectan a la función cerebral, tales como infecciones virales, perturbaciones metabólicas y gastrointestinales.

Este trastorno interfiere con la capacidad de aprender, comunicar y socializar, lo que provoca frecuentemente aislamiento.

El autismo afecta a cuatro de cada 10.000 personas, aunque esa cifra varía en función del criterio de clasificación utilizado y la incidencia es tres veces mayor en varones que en niñas.

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