domingo, 17 de octubre de 2010

Neuronas espejo

Si existe un campo científico que ha evolucionado con mayor firmeza en los últimos años, ese es el área de la neurociencia. Uno de los descubrimientos más importantes ha sido el hallazgo de las neuronas espejo. Se llaman neuronas espejo a una cierta clase de neuronas que se activan cuando un persona o animal realiza la misma actividad que está viendo a otro, especialmente si es un congénere. Son un tipo de neuronas que se activan en nuestro cerebro cuando vemos alguna acción, emoción o sentimiento en los demás, y que hacen que lo sintamos como propio. Esto es una demostración de que, en el fondo, somos seres creados para vivir en sociedad, con gente, y que estamos diseñados para aprender por imitación. Sin ir más lejos, nuestros hijos observan e imitan a sus padres, aprendiendo de lo que le ocurre a sus hermanos cuando son premiados o castigados por una determinada conducta.

Hace unos años, los psicólogos E. Hatfield y J. Cacioppo, en su libro Emotional Contagion afirmaron que el mimetismo sirve también para contagiar emociones. Esto era algo ya sospechado pues todo el mundo hemos palpado la enorme diferencia que hay entre ver una película de humor a solas o hacerlo con gente; o bien, ver un partido de fútbol con amigos a hacerlo a solas. A este contagio de la emoción y el humor se le llama efecto camaleón. Por lo tanto, tenemos una predisposición a experimentar las mismas sensaciones que la de las personas con las que estamos compartiendo un evento, hecho o acontecimiento, fundamentalmente cuando éstos se expresan con pasión. El proceso es bidireccional y, del mismo modo que nos influyen, influímos. Ahora bien, también sabemos que existen personas que ejercen más influencia que otras; se les llama “emisores”. Estos son individuos con una personalidad diferente, que son capaces de expresar muy bien emociones y sentimientos, y que son mucho más contagiosos, emocionalmente hablando, que los demás.

El descubrimiento de las neuronas espejo ha ofrecido una explicación sobre el mecanismo neuronal que subyace al contagio emocional o efecto camaleón.

Fuente:www.elperiodicomediterraneo.com

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