jueves, 21 de octubre de 2010

¿Preocupado por el retiro a los 20?

 Los jóvenes que comienzan a trabajar han estado leyendo sobre las dificultades que los trabajadores más veteranos enfrentan en torno a sus planes de retiro, por lo que ya comienzan a preguntarse cuánto deberían estar ahorrando sin tener que sacrificar su estilo de vida en el proceso.

Quizás piensan que una pregunta tan importante para planear la jubilación ya ha sido estudiada por muchos economistas y asesores financieros, o que incluso han abarcado la misma polémica para ahorradores de todas las edades. En realidad, es relativamente simple idear una cifra precisa. Empleando herramientas como la calculadora de What You Need To Save, al ingresar tu edad, ingreso y la cantidad que ya ahorraste, te aparecerá una cifra de ahorro precisa.

Por ejemplo, la calculadora dirá a una persona de 25 años, que gana 40,000 dólares al año y que aún no ahorra ni un centavo, que guarde el 8.2% de su sueldo anual, para retirarse con el 80% de su sueldo previo al retiro cuando cumpla 65 años de edad. Ese porcentaje sería mayor para una persona de 25 años de edad que gana más, y menor para una persona de la misma edad que ya separó ciertos ahorros en cuentas para el retiro.

Pero aunque creo que este ejercicio es útil, y es una forma razonable para comenzar a prepararse para el retiro, también deben recordar que la cifra es un aproximado, una cifra incierta. No creo que deban descartar el uso de la calculadora, sino que cada vez que hagan proyecciones, sobre todo las del futuro, deben permitir un margen de error considerable. La vida no es tan predecible como una hoja de cálculo.

Por ejemplo, para calcular el tamaño futuro de tus ahorros, cualquier calculadora o programa de software debe asumir (o permitirte asumir) cómo vas a invertir tus ahorros y de qué tamaño serán tus rendimientos.

Si dudas que predecir el desempeño de una inversión con alto grado de precisión es virtualmente imposible, sólo hay que remontarnos a finales de los 90, cuando los inversionistas pensaban que estaban viendo un panorama interminable de ganancias dobles en las acciones. O sólo hay que recordar cómo hace algunos años los inversionistas estaban sorprendidos por el desvanecimiento de los mercados desde finales de 2007 hasta principios de 2009.

Pero los cambios en los mercados financieros no son la única razón por la que las proyecciones del retiro pueden extraviarse. Algunas veces somos nosotros los que tenemos dificultades para guardar el paso.

Quizás vas por buen camino y estás cumpliendo tus objetivos de ahorro, y de pronto entras a un periodo donde simplemente no puedes cumplirlos. Quizás se trata de que perdiste tu empleo o tu nuevo empleo no te ofrece un plan de retiro (como el 401 (k), en Estados Unidos), o estás muy apretado con gastos no previstos.

Incluso sin estas complicaciones, hay otro problema: el hecho de que mientras quieres ahorrar para el retiro, no quieres vivir con limitaciones. Quieres pasarla bien y eso es completamente razonable. No quiero decir que un estilo de vida sin gastos sea la medida de una vida bien aprovechada. Al contrario, la vida puede ser deprimente si evades cualquier ostentación y derroche para vivir dentro de los confines de un presupuesto restringido para mejorar las probabilidades de tener una vida cómoda después del retiro.
Hay que intentar lograr un balance entre los recursos que consumes y la cantidad que dedicas al futuro. No creo que el equilibrio sea algo automático, sino algo que se logra gradualmente con la experiencia de vida y con el ensayo y error. Mucha gente nunca lo entiende y termina gastando más de lo que debería o concentrándose demasiado en ahorrar y dejando de lado el presente. No hay una fórmula definitiva para llegar al punto exacto, pero una forma práctica de intentarlo es la siguiente.

Yo comenzaría con un objetivo de ahorro (por muy imperfecto que sea) con ayuda de una calculadora como la que mencioné, o trabajar con un asesor financiero. Después intentaría ajustarme a esa cifra, de preferencia, de forma que no me exija ningún gran esfuerzo, como contribuyendo a mi plan de retiro o con un plan de inversión automático con un fondo mutualista.

Después hay que ver cómo va funcionando. Si se puede lograr el objetivo de ahorros sin mucho problema, se puede elevar la cifra, pero hay que seguirla elevando en el futuro de ser posible, porque probablemente, durante toda tu vida laboral podrías atravesar problemas financieros o tener otro impedimento para ahorrar. También existe la posibilidad de que las inversiones no tengan el rendimiento esperado. Ahorrar un poco más, sobre todo cuando eres joven, puede ofrecer un buen colchón y mejorar las posibilidades de tener un retiro decente a pesar de las calamidades inevitables de la vida.
Pero, ¿qué pasaría si no logras cumplir con tu objetivo de ahorros teniendo un estilo de vida aceptable? Debes hacer lo mejor que puedas, pero intenta guardar al menos un porcentaje salarial consistente para desarrollar el hábito del ahorro regular. Después, puedes intentar hacer crecer ese porcentaje salarial, digamos, un punto porcentual al año, hasta que gradualmente logres llegar al nivel de ahorros en el que debes estar.

Varios planes de ahorro permiten a los participantes entrar a una aplicación de auto-incremento que funciona de la misma forma. La idea es que comenzar en pequeño y hacer crecer la tasa de ahorros poco a poco permite a los participantes tener mejores ajustes en su estilo de vida para ahorrar más, y es más probable que conserven ese régimen.

Recuerda que fijar una tasa de ahorros para el retiro no es algo que se hace una vez y después lo olvidas hasta que estés listo para poner fin a tu vida laborar. Debes revistarla cada año, aproximadamente, para asegurarte de que, a pesar de los cambios salariales y tus balances en tu fondo del retiro, sigues ahorrando lo suficiente para progresar hacia el retiro. Puedes lograr esto con la calculadora de What You Need To Save que ya mencioné, o si estás dispuesto a dedicarle un poco más de tiempo, puedes emplear nuestra herramienta de Planeación para el Retiro.

Pero, en realidad, no hay que obsesionarse mucho con la idea de cumplir con una tasa de ahorros "ideal". Nunca estarán absolutamente seguros de haberla encontrado. Algo más importante que una tasa específica es poder estar separando una cantidad razonable tan pronto como sea posible, cuando comenzamos nuestra vida laboral, para que el ahorro regular se vuelva una parte normal de tu estilo de vida. Si logramos hacerlo, siempre podremos hacer ajustes cuando estemos más entrados en años.

Fuente: cnnexpansion

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