sábado, 7 de mayo de 2016
Mö, el vehículo solar made in Spain
Una empresa malagueña ha desarrollado este vehículo mitad bicicleta mitad coche. Con una autonomía de 80 kilómetros en modo de pedalada asistida, está construido en madera; puede llevar a dos personas y no necesita permiso de conducir
El proyecto de Evovelo comenzó hace tres años. Uno de sus fundadores, Gonzalo Chomón, vivía por entonces en una zona bastante elevada y retirada de su trabajo y del cole de sus hijos unos 10 kilómetros. Tras unos cuantos viajes reflexionando se le ocurrió que la mejor opción de movilidad para su caso estaba justo a mitad de camino entre la bicicleta y el coche. De existir tal vehículo se evitaría las emisiones y el gasto de gasolina del motor y, al mismo tiempo, no tendría que sufrir más de la cuenta dando pedaladas. La inspiración definitiva le llegó gracias a la competición Shell Eco-Marathon, un concurso de vehículos cero emisiones desarrollados por diversas universidades que se celebra desde hace décadas. Cuando Chomón descubrió el maratón se dio cuenta, no sin razón, de que la tecnología para circular sin emitir existe y que «eran estudiantes los que estaban consiguiendo vehículos con casi 300 veces menos de consumo de los que se ven circulando».
La idea se ha plasmado tres años después en un pequeño vehículo que ya se puede reservar y que saldrá la venta a finales de verano. Se trata de Mö, un utilitario biplaza solar. Para conseguir utilizar la tecnología actual de placas fotovoltaicas de forma eficiente, el equipo ha tenido que jugar con dos variables, el peso y el coeficiente de rodadura. «Son los dos factores que más influyen en el consumo de un vehículo. la versión final de Mó pesa 90 kilos, frente a la tonelada de los vehículos que circulan por las calles de las ciudades. En cuanto al coeficiente de rodadura hay que calcular la energía que le hace falta al sistema para mover el coche superando el rozamiento que producen entre otros sistemas las ruedas. Esto lo conseguimos principalmente eliminando una de ellas y con una transmisión muy sencilla», explica Chomón.
A pesar de su escaso peso sus medidas son sólo entre un 10 y un 20 por ciento menores a las de un modelo Smart de los que se ven en las ciudades. Su largo es de dos metros y el ancho y la altura de 1,30. Está concebido para dos personas y tiene un espacio de carga que consiente cargar hasta dos sillitas infantiles en la parte posterior, aunque no es la única configuración que se está preparando. Se están haciendo pruebas para transformar el Mö y hacerlo útil para flotas de paquetería e, incluso, convertirlo en vehículo monoplaza.
Cuenta con dos paneles solares instalados en el techo de 100 vatios cada una, mientras que el sistema de tracción es doble, motivo por el cual, sus diseñadores consideran su prototipo como un vehículo híbrido. «Con más de 50 km de autonomía (puede alcanzar hasta 80km si utilizamos el pedaleo asistido que, además, permite hacer cardio sin ningún esfuerzo), el mö se mueve gracias a un motor eléctrico y una batería extraíble que se carga con los paneles solares integrados en el techo del vehículo mientras éste circula o está estacionado. El tiempo de carga en esta modalidad es de unas 6-8 horas (estando la batería totalmente descargada) y en caso de ser necesario la batería puede cargarse conectando el vehículo a cualquier enchufe convencional o se puede extraer para cargarla en casa, en la oficina o donde resulte más cómodo. El tiempo de carga en este caso es de una hora aproximadamente para el 80 por ciento de la batería y de dos horas para el cien por cien (suponiendo que estuviera totalmente descargada)», explican desde la empresa.
La velocidad máxima que alcanza es de 45-50 km/h, lo que permite transitar tanto por el carril bici como por carretera en centro urbano. Y esto es así entre otras cosas porque a la hora de diseñar, el equipo decidió certificar su vehículo como LEV (acrónimo de Vehículo Eléctrico Ligero). Además tiene otra ventajas añadidas porque no necesita seguro ni pago de impuestos y, por supuesto, no se necesita carné de conducir para llevarlo. «En 2013, un 45 por ciento de las personas que compraron un vehículo eléctrico ligero (LEV) lo hizo para sustituir su bicicleta convencional y el 39 por ciento para sustituir su coche. Este fenómeno ocurre a nivel mundial: en París 40.000 personas al día se desplazan en bici, en Londres se han duplicado los desplazamientos en bicicleta en la última década, Berlín tiene previsto un incremento del 13 al 20 por ciento de vehículos LEV, las ciudades más importantes de Estados Unidos apuestan también por medios de transporte no contaminantes y en el Sur, ciudades como México D.F, Lima, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile Montevideo o São Paulo, trabajan en esa misma línea», comentan desde Evovelo. el vehículo se adapta a las diferentes normativas nacionales, de tal forma que en España es necesario pedalear siempre para que entre en marcha el motor, mientras que en otros países como Canadá o Estados Unidos, se puede conducir sólo con el motor y sin hacer ningún esfuerzo.
Como las emisiones de este vehículo son cercanas a cero, a excepción de cuando se enchufa a la red eléctrica y carga energía del mix, se ha tenido muy en cuenta el proceso de fabricación para no disparar las emisiones del vehículo. Para ello se utilizan principalmente derivados de la madera.
Otra de las peculiaridades de este cochecito es que se venderá ya listo para utilizarlo o en formato kit para ensamblarlo en destino. Esta filosofía de código abierto (open source) supone eliminar emisiones de transporte derivados, ya que en formato kit se pueden mandar más vehículos en un mismo cargamento. Además, es una forma de internacionalizar la idea, ya que se facilita el que empresas montadoras se animen a distribuir el Mö en su zonas. «No cualquier persona puede montarlo pero es sencillo. En casos extremos, incluso un particular o empresa podría fabricarlo desde el inicio», continúa Chomón.
El vehículo cuesta 4.500 euros y ya se puede reservar en la web de evovelo por unos 300 euros. La empresa se compromete a entregarlos para finales de año, aunque las primeras 100 unidades estarán listas antes de que acabe el verano. Son las unidades comprometidas con los suscriptores que han participado en la fase de crowfunding. Gracias al Programa Beta testers Evovelo ha probado su modelo de negocio y ha recibido los primeros pedidos desde países de Europa, Estados Unidos o América del Sur.
Fuente: La Razon
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