domingo, 22 de mayo de 2016

Los peligros para la madre tierra

La Tierra es ese precioso planeta azul situado en el sistema solar entre Venus y Marte. Ese insignificante astro dentro de la inmensidad del Universo. El lugar donde habitamos y que en pleno siglo XXI se encuentra amenazado por múltiples factores a causa de la pérdida de biodiversidad, como son el cada vez menor espacio vital para muchas especies, el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos y la desertización. 


Si no queremos que suceda como en la película de Christopher Nolan Interstellar, en donde el ser humano se ve en la necesidad de buscar otros planetas para sobrevivir porque la casa en la que habita se ha convertido en un lugar irrespirable, contaminado, improductivo y desolado debido a la falta de diversidad en las especies, a las diferencias genéticas y a la escasa variedad de ecosistemas, debemos cuidar, ahora más que nunca, el planeta en el que vivimos. 

La biodiversidad es vida y futuro en un mundo en el que habitan más de 7.000 millones de personas y en el que la producción agraria e industrial está ocasionando cicatrices que serán difíciles de borrar si el ser humano no se preocupa en firme por minimizar su impacto. Por eso, desde Naciones Unidas y desde diferentes organismos internacionales y Gobiernos nacionales se está enviando un mensaje de sensatez para convivir entre todos en armonía y en respecto con el medio ambiente, máxime cuando hoy se celebra el Día mundial de la Biodiversidad.

La disparidad biológica es el término que hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra, así como a los distintos patrones naturales que crea. Es decir, la biodiversidad que observamos hoy en el mundo es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada tanto por procesos naturales como por la influencia de ser humano. Este conjunto de especies y de ecosistemas es lo que forma el tejido vital del mundo en el que nosotros estamos integrados y del que tanto dependemos.

La amplitud de seres vivos que pueblan la Tierra hace referencia a una extensa variedad de plantas, animales y microorganismos que alcanzan los 1,75 millones de especies identificadas, en su mayoría criaturas pequeñas, aunque los científicos creen que esa cifra se puede elevar hasta los 13 millones. 

A su vez, esta disparidad biológica engloba una gran variedad genética dentro de cada familia, sobre todo en aquellas referidas a variedades de cultivos y a diferentes razas de ganado. 

Además, la biodiversidad se completa con la pluralidad de ecosistemas que existen en el mundo: desiertos, bosques, humedales, lagos, montañas, ríos, valles, tundras o paisajes agrícolas. En cada una de estas comunidades, todos los seres, incluidos los humanos, interactúan entre sí y con el entorno, creando relaciones y vínculos de existencia y de compromiso.

Por tanto, la biodiversidad desempeña un papel primordial en el funcionamiento de los ecosistemas y en los numerosos servicios que proporcionan. Entre estos, se encuentran los ciclos de nutrientes y del agua, la formación y retención del suelo, la resistencia a las especies invasoras, la polinización de las plantas, la regulación del clima, el control de las plagas y también la contaminación. 

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