domingo, 29 de mayo de 2016

Urbanismo sostenible por una mejor calidad de vida

Debido a la aceleración del cambio climático, la ONU se ha visto en la necesidad de reforzar y establecer nuevas medidas para frenar las emisiones de CO2 y contribuir a una calidad de vida sostenible.
Urbanismo sostenible por una mejor calidad de vida
Este año ha tenido especial relevancia el tema del desarrollo urbanístico presentado unos días atrás en el Informe Mundial de Ciudadanos 2016 (WCR2016) en Nueva York, basado en un estudio de los últimos 20 años. 
Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y está previsto que aumente en los próximos años y por ello, es necesario el control de las ciudades y de las nuevas urbanizaciones.
Para lograr una buena calidad de vida en caso de un aumento demográfico y para la reducción de contaminación atmosférica y acústica, es importante seguir un modelo de desarrollo urbano sostenible.
El WCR2016 incluye unos principios indispensables para cumplir los objetivos planteados que prometen asegurar la protección de los derechos humanos y el cumplimiento de la ley, garantizar el crecimiento inclusivo, empoderar a la sociedad civil, promover la sostenibilidad medioambiental y compartir el conocimiento facilitando el aprendizaje.
La Campaña Urbana Mundial impulsada por la ONU-Hábitat define los requisitos que debe cumplir una ciudad para llegar a considerarse sostenible tanto para el medio ambiente como para el ciudadano:
–          Crear una ciudad flexible preparada para el cambio y la toma de medidas necesarias que reducen el riesgo.
–          Crear una ciudad inclusiva que favorezca a todos los miembros de la sociedad de manera equitativa y respetuosa hacia las posibilidades de cada ciudadano. Muchos ciudadanos viven en cabañas construidas por ellos mismos debido a la falta de recursos mientras existen edificios vacíos o sin ningún uso.
–          Una ciudad verde aprovechando el espacio a favor de la vegetación y la eficiencia ecológica y de carbono, reduciendo las emisiones y residuos. Aprovechar la luz natural y pequeños espacios para la plantación de zonas verdes como por ejemplo jardines verticales y huertos urbanos.
–          Una ciudad segura y saludable, facilitando el transporte público, transporte en bicicleta o a pie mejorando las zonas peatonales.
–          Una ciudad planificada a la hora de construir nuevos edificios y carreteras para darles un uso adecuado y estratégico que contribuya al ahorro energético.
–          Una ciudad productiva y eficiente que promueva un trabajo digno a sus ciudadanos y responda a sus necesidades contribuyendo a una mejor calidad de vida.
Además, cada uno de nosotros podemos contribuir a la sostenibilidad de nuestras ciudades aprovechando la energía solar, utilizando el transporte público, reciclando y realizando pequeñas actividades que favorezcan la reducción de emisiones de CO2 y contaminación en la atmósfera.
Fuente: En Positivo

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