jueves, 16 de junio de 2011

Ilusionismo visual: ¿El de la imagen es Einstein?

Nuestro raciocinio opera a través de atajos mentales buscando similitudes. El mago engaña principalmente a través de la visión dejando de lado la obviedad y dando paso a lo insólito: ¿es más lógico y racional que una chica desaparezca y se reconvierta en un hombre o que se halle escondida mientras aparece “por arte de magia” la otra persona antes oculta? La información que se tramita a través de los sentidos resulta reconvertida y tarada en nuestro yo. Apreciamos sólo la mitad de la realidad.
¿Qué ve realmente en esta imagen?


En la imagen que acompaña este artículo aparece Einstein en blanco y negro algo difuso, pero ¿a quién más vemos si entornamos los ojos y/o nos alejamos de la foto? Lo que parece difuso son lagunas informativas que nuestro cerebro rellena dando como resultado una nueva imagen previamente conocida y, de esta forma, preparada para ser reconocida fácilmente. Si nunca hubiésemos visto a la actriz posiblemente nos costaría más apreciar esa imagen oculta, pero la experiencia y el conocimiento previo facilitan el resultado visual. Ni que decir tiene que no hace falta mencionar de quien se trata, ¿no?

La comunicación verbal y no verbal permite estratagemas análogas. Se puede engañar, ocultar, sugerir o inferir subliminalmente a través de una gran variedad de técnicas (más o menos deshonestas) que apelan principalmente al sentido auditivo (diga varias veces “monja”). Puedo pedirle por favor que me sujete la puerta para pasar pero, si a mi demanda le imprimo rotundidad, fuerza y firmeza, lo que realmente doy es una orden que el interlocutor captará inconscientemente.

Piense en las muchas personas que han visto cosas extrañas y paranormales. Puede ser que muchas de estas visiones fueran engaños de la propia mente: una mancha en la pared se convierte en un rostro cuando nuestro cerebro (preparado para reconocer caras y gestos) reconstruye la imagen con funcionalidad.

Javier Lillo

Fuente: ( El Reservado )

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