miércoles, 15 de febrero de 2012

Despiertan profecías mayas interés de alemanes

Las versiones de que el mundo terminará en diciembre del 2012 ha llevado a muchos a visitar el Museo del Libro de la Universidad y del Estado de Sajonia, en Dresden, donde se exhibe un códice prehispánico.



Berlín • Las versiones de que el mundo terminará en diciembre del 2012 según profecías de los mayas, ha llevado a muchos alemanes a visitar el Museo del Libro de la Universidad y del Estado de Sajonia, en Dresden, donde se exhibe un códice prehispánico.

Ese documento está en Dresden desde 1786 pero es ahora cuando ha captado gran atención.

El flujo de visitantes se incrementó desde hace tres años, cuando se exhibió en cines la película comercial que lleva el título de “2012”, del director Roland Emmerich, y que trata del fin del mundo por un diluvio, según versiones hechas sobre códices mayas.

Próximamente, el 23 de febrero, se inaugurará una exposición en el recinto en el que se encuentra el códice, en el que se explica lo que es y los esfuerzos para descifrarlo. La muestra durará seis meses.

“Cada vez más gente quiere ver el códice”, declaró a la prensa Katrin Nitzschke, quien es la directora de esa institución en Dresden, la capital de Sajonia.

Relató que no se conoce bien el pensamiento de los mayas, de forma que ese códice puede ser objeto de innumerables interpretaciones, y apuntó que el cineasta mencionado nunca ha ido a ver el vestigio prehispánico referido en Dresden.

Muchos de los visitantes quieren saber rápidamente qué es lo que contiene el códice respecto al “fin del mundo”. Algunos oyeron al respecto durante unas vacaciones en Yucatán y acuden a Dresden para verlo.

El códice se exhibe en el segundo piso de la Biblioteca y abre de 10:00 a 18:00, tres horas más que en los años anteriores debido a la cantidad de turistas que traen touroperadores o escuelas que organizan visitas para ver el códice y largas colas de visitantes.

Antes del interés que ha despertado, poca gente acudía al mes para conocerlo y ahora se ha convertido en un imán.

Incluso, la mayor parte de los visitantes se sorprende por lo pequeño que es el códice que contiene una profecía de tales dimensiones. Se trata de 39 hojas que tienen el tamaño de tarjetas postales.

El vestigio prehispánico fue adquirido en 1739 por el bibliotecario de la Corte del Príncipe de Dresden, Johann Christian Götze. La compra tuvo lugar en Viena, Austria, a un particular por un precio sumamente bajo, casi regalado.

Las hojas son de corteza de higuera; el color de fondo es rojo-café, los dibujos delineados en negro y coloreados en naranja. Las páginas fueron trabajadas en forma de libro desplegable, hasta alcanzar una longitud de 3.5 metros.

En particular, la hoja que contiene la presunta profecía es la única que está coloreada. Muestra un cocodrilo que arroja agua día y noche y junto a él está la diosa Ixchel, vestida con una túnica ceremonial y en la cabeza una serpiente.

Dicha deidad está en acción de verter agua y debajo de ella se encuentra el dios del inframundo, ataviado con una túnica negra y con un excitado búho en la cabeza.

Entre los visitantes sobresalientes en el curso de los siglos que han acudido a Dresden a ver el códice se cuentan Alejandro von Humboldt, Napoleón y Lord Nelson.

De acuerdo con lecturas hechas a códices y estelas esculpidas por los mayas, sobre todo la de Tortuguero, en el estado mexicano de Tabasco, dicha civilización habría vaticinado el fin de la Tierra el 21 de diciembre de 2012, aunque en realidad se trata de una era, una etapa en el calendario propio, para iniciar otra.

Fuente> ( Milenio )

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