martes, 21 de febrero de 2012

Dineros de la guerra para impulsar el desarrollo sostenible

La creación de un fondo para fomentar el desarrollo sostenible, al que naciones desarrolladas y en desarrollo destinen parte de sus gastos de Defensa Nacional, es una de las recomendaciones que los países de América Latina y el Caribe harán durante la conferencia Río+20, en junio próximo.

Las recomendaciones, publicadas el 27 de enero, son resultado de un taller regional sobre ciencia y tecnología para Río+20 realizado por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y la Unesco en agosto de 2011 en Ciudad de México.

Las propuestas fueron realizadas por más de 60 representantes de las ciencias naturales y sociales, políticos, autoridades gubernamentales y representantes de ONG, agrupaciones indígenas y sector privado de más de veinte países de
América Latina y el Caribe.

El reporte propone crear o ampliar mecanismos de financiamiento que permitan apoyar investigaciones multidisciplinarias en desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza. Para ello, sugiere crear un fondo global para el desarrollo sostenible al que cada país contribuiría con el uno por ciento de su gasto de defensa.

“Usar con ese fin recursos que hoy se destinan a defensa puede ser viable y tendría bajo impacto para las economías desarrolladas, que todavía sufren las incertidumbres causadas por las recientes crisis económicas”, dijo a
SciDev.Net Laerte Guimaraes Ferreira Junior, investigador de la Universidad de Goiás y miembro del Panel Brasileño de Cambio Climático.
Como asuntos prioritarios y desafíos emergentes para la región, el informe destaca la pérdida de biodiversidad, el manejo de residuos peligrosos a nivel urbano e industrial, el cambio climático, los desastres naturales, la planificación para enfrentar la creciente
urbanización, la erradicación de la pobreza, la diversidad cultural, el desarrollo de energías limpias y la agricultura sostenible.

“Estos son puntos esenciales y urgentes, especialmente en el caso de Brasil, donde es importante priorizar la biodiversidad, dada la pérdida y fragmentación de la vegetación natural en todos los biomas”, opinó Ferreira Junior.

El reporte destaca que para construir una economía más verde se requiere voluntad política.

Para apoyar los objetivos de desarrollo sostenible es preciso cambiar la manera de pensar y hacer ciencia, agregó Alice Abreu, coordinadora regional de la iniciativa ICSU Río+20.

“Los desafíos mencionados solo se podrán enfrentar fortaleciendo el conocimiento científico y tecnológico como base de las decisiones, en un proceso que contemple un involucramiento real con la sociedad y los actores centrales de la economía”, dijo Abreu a SciDev.Net.


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